XXXIV: Instinto

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Salieron a la intemperie, el helado viento penetraba el pelaje de cualquier animal. El campo de visión era corto, pues la una tormenta de nieve azotó la región apenas salieron de las extrañas ruinas.

Zuzy: Pony, se me congelan las piernas y me duele. - caminaba con un gran pesar arrastrando sus botas por la nieve. - ¿Falta mucho?

La fatiga consumía al grupo. Caminaron bastante mientras el frío les congelaba las articulaciones.

Pony: Debemos estar cerca. - apartó la nieve acumulada en sus gafas. - Aguanta un poco, Ziz- digo Zuzy. ¿Cómo esta el resto? - preguntó a los que iban detrás de él.

Hanna: Se me congelaron los bigotes- - comentó titiriteando.

Georgie: Al menos ustedes tienen más pelaje...

Mimi: Esta tormenta no pasará pronto, tenemos que buscar refugio o moriremos congelados. - exclamó deteniendo al grupo.

Willow: Que patéticos- Es sólo un poco de nieve. - refutó tranquila.

Mimi: Willow, no todos tenemos pelaje de lobo. Y la temperatura seguirá bajando.

La temperatura de los lobos es más elevada a la de muchos animales. También cuentan con más pelaje lo que los hace muy resistentes al frío. El esponjoso pelaje de Willow funcionaba como un abrigo fino esponjoso. Por algo es rusa.

Hanna: Georgie no aguantara mucho frío. - vio que el cerdito estaba muy pálido. - ¿Willow, puedes cargar a Georgie?

Willow: ¿Me viste cara de canguro? - alzó una ceja.

Pony: Willow.

Willow: Ugh, bien. Ven aquí, niño. - extendió sus brazos para el cerdito.

Georgie no confiaba en la loba, se acercó lentamente. Ella lo levantó y siguieron caminando. Desde la posición de Georgie, podía ver la enorme boca repleta de afilados colmillos de la loba. Las manos con la que lo sujetaba tenían afiladas garras que podrían hacerlo trozos. Georgie imaginaba escenarios en los que ella lo devoraba como si nada.

Willow: ¿Feliz? - preguntó ironica.

Georgie: ...

Willow: ¿Uh? ¿Por qué tiemblas más ahora? - lo miró fijamente confundida.

Georgie: [AYUDA-] - chilló internamente.

A lo lejos, entre la tormenta, se apreciaba lo que parecía ser una cabaña.

Pony: ¡Miren! - avisó de lo visto. - Es una cabaña.

Hanna: De seguro alguien vive ahí. Pidamos refugio. - forzó su vista a la distancia.

De repente, un ser robótico se lanzó sorpresivamente sobre la hámster quien se llevó un gran sobresalto. Su pulso se aceleró a mil por hora.

Hanna: What the fuck, mate!? - sacó su pistola y se la apuntó al Robot.

Un klipspringer de casaca gruesa roja, anteojos en la cabeza y caso de ingeniero salió de la cabaña apresurado entre la nieve.

Kona: ¡Oy, no hay de que preocuparse! No lleva una motosierra. - calmó a los viajeros. - ¡Apúrense, adentro! ¡La tormenta se esta haciendo más fuerte! - invitó a los forasteros.

Sin cuestionarlo, todos ingresaron a la cabaña de Kona. Ahí adentro la temperatura era mucho más temperada.

Kona: ¿Qué hacían allá afue-? Espera... - se bajó las gafas. - ¿Mimi? ¡Oh, Mimi! ¡A los años! - se acercó a la topo a abrazarla. - ¿Cómo te va?

Infected Love: el principio del fin [Roblox Piggy AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora