「17. Después de la lucha 」

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Narrador Omnisciente

Durante la primera noche que pasaron en el centro hospitalario de Hosu. Minami no pudo dormir en lo más mínimo.
Cada vez que cerraba los ojos, el recuerdo del asesino de héroes desplomándose frente a ellos se repetía una y otra vez en su mente, y la turbulenta sensación que había sentido en el momento no se disipaba. Sabía que había tenido algo que ver con el colapso del hombre, pero ahora debía descubrir cómo era eso posible.

En ese momento, los cuatro adolescentes implicados en el ataque se hallaban en la misma habitación.
Esta poseía cuatro camas, empero una de ellas se encontraba vacía, pues Nami dormía en otro cuarto debido a sus distintos géneros.
Pese a aquel espacio libre, la joven se encontraba ubicada al lado del bicolor por petición de este. Sus brazos rozándose.

— ¿Has podido dormir algo? — le preguntó Shôto. Tenía su brazo acuchillado vendado y una curita en su mejilla. Ella, por otro lado, tenía todo el muslo y el brazo derecho cubiertos de vendas. Una tirita en su frente cubría un corte profundo también.

— Que va. ¿Vosotros? — cuestionó mirando a los dos chicos restantes, quienes negaron con la cabeza también cubiertos de vendajes.

— Si lo pensáis, — mencionó Izuku mirando al techo. — hemos hecho algo increíble.

Y tanto que lo habían hecho. Era un auténtico milagro que estuviesen vivos. Especialmente Iida, a quién Stain quería muerto más que nada aquella fatídica noche. A los otros tres les había perdonado la vida pues había decidió que sí eran dignos de ser héroes en un futuro.

La puerta de la habitación se abrió de golpe, dejando ver la figura de Gran Torino y del profesional de Iida, Manual.

— Oh, los heridos estáis despiertos. — dijo el anciano mientras miraba a su interno con resentimiento. Algo le decía a la ojigris que este había recibido una bronca mucho peor que la de ella la noche anterior cuando iban de camino al hospital. Mirko no había sido indulgente con su estudiante y en el fondo sabía que se lo merecía. La profesional estaba muy enfadada pero se podía ver que también algo orgullosa de su actuar, aunque no lo dijo. — Tenéis visita.

Los cuatro jóvenes abrieron mucho los ojos ante el sujeto que entró por la puerta. Un agente de policía, o más bien medio agente, pues tenía cabeza de perro. No se podría explicar el debate interno que sufrió la chica sobre si acariciarlo o no. Quería, pero no debía.

— El Sr. Kenji es comisario de la policía de Hosu. — explicó el más bajito. Todos se pusieron en pie para saludarlo, excepto, obviamente Midoriya, quien tenía las piernas muy lastimadas.

— No hace falta que os levantéis, guau.

< ¿Me acaba de ladrar? >

— Vosotros sois los alumnos de U.A que han capturado al mata héroes, ¿cierto?

『 𝚂𝚃𝙾𝚁𝙼 𝚆𝙰𝚅𝙴 』≪*≫《Todoroki Shôto 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora