【『Koi No Yokan』es un término japonés que se traduce como "la seguridad inevitable de que te vas a enamorar de alguien nada más verlo por primera
vez "】
≪ 𝕰𝖑𝖑𝖆 𝖊𝖘 𝖒𝖎 𝖍𝖔𝖌𝖆𝖗, 𝖓𝖔 𝖎𝖒𝖕𝖔𝖗𝖙𝖆 𝖖𝖚𝖊 𝖔𝖈𝖚𝖗𝖗𝖆 𝖒𝖎 𝖈𝖔𝖗𝖆𝖟𝖔̀𝖓 �...
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Narrador Omnisciente
Habían trasladado a Minami a un hospital cercano al campamento tras el incidente.
Por tres días, esta se había encontrado con altas fiebres, y usando su quirk Control para arrojar objetos por los aires a causa de los delirios que estas provocaban al igual que la primera vez que acabó tan herida. Por ese mismo motivo, las visitas fueron prohibidas muy a pesar de los compañeros de la clase 1-A, quienes ansiaban ver a su amiga cuanto antes. En aquel tiempo que había estado dormida, Recovery Girl había ido múltiples veces a sanarla, por lo que su cuerpo ya estaba mejor.
Cuando por fin, aquella mañana la joven abrió los ojos, lo primero que percibió fue la luz del techo cegándola al instante y el clásico olor a desinfectante de los hospitales. Arrugó su nariz, demasiadas sensaciones de golpe.
Analizó la habitación despacio procurando no hacer movimientos bruscos con su cuello pues no sabía que tan graves estaba en aquel momento, ya había aprendido la lección después de las últimas veces y sabía que le dolería si se movía sin reparo. Tras un par de minutos permaneciendo allí quieta, sin saber muy bien que hacer, la puerta se abrió con suavidad. Casi quiso gritar cuando vio al bicolor entrar por la puerta y una sonrisa se instauró en su rostro al momento.
Shôto llevaba puesta su ropa casual que dictaminaba que ya le habían dado el alta. Aun así, múltiples heridas y rasguños decoraban su cuerpo y ella no pudo evitar percibir aquella venda que cubría su brazo izquierdo, de la muñeca al codo.
Nada más ver que su amiga estaba despierta, el chico abrió mucho los ojos y se acercó a ella con velocidad, sentándose en la silla que se hallaba al lado de su cama y tomando su mano mientras que la otra se posaba en su frente, apartando los mechones de cabello claro que residían en ella con sus dedos.
— Estás despierta... — era casi como si hablase en susurros, tan delicado, pretendiendo no molestarla. — ¿Cómo te sientes?
La estudiante dudó unos segundos, pero decidió responder con sinceridad. — Me duele la cabeza, y un poco el brazo, pero estoy bien.
La sonrisa de Todoroki se ensanchó ante sus palabras. — Normal, casi te matas. Otra vez . — cierto deje de humor tapaba la agonizante preocupación que este había sentido por los pasados tres días. — Mierda.
— ¿Qué ocurre?
— Quiero abrazarte, pero recién acabas de levantarte, así que esperaré a que estemos seguros de que no te haré daño. — los ojos de él mostraban unos sentimientos tan abrumadores que Minami dudó por un segundo si acaso estaba soñando. — No tienes idea de lo angustiado que estaba. Pensé que te perdía, Minami. Y no pensé que algo pudiera asustarme así, pero lo hizo.
