【『Koi No Yokan』es un término japonés que se traduce como "la seguridad inevitable de que te vas a enamorar de alguien nada más verlo por primera
vez "】
≪ 𝕰𝖑𝖑𝖆 𝖊𝖘 𝖒𝖎 𝖍𝖔𝖌𝖆𝖗, 𝖓𝖔 𝖎𝖒𝖕𝖔𝖗𝖙𝖆 𝖖𝖚𝖊 𝖔𝖈𝖚𝖗𝖗𝖆 𝖒𝖎 𝖈𝖔𝖗𝖆𝖟𝖔̀𝖓 �...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
»»————- .✵. ————-««
Narrador Omnisciente
El camino hasta la sala de profesores fue perturbadoramente sigiloso. Con Aizawa caminando varios pasos frente a la joven sin mediar palabra y ella detrás con la cabeza gacha, sabía que la había fastidiado totalmente. Cuando llegaron, el lugar estaba vacío por suerte, ya que todos los profesores estaban dando clases.
— ¿Planeas explicarme qué ha pasado? — su tono, pese a ser calmado, denotaba una notable molestia que hizo que Minami se encogiese un poco. El pelinegro se sentó en su silla dejándose caer como si fuese un peso muerto y cruzando los brazos sobre el pecho para dejar en claro su enfado mientras la observa esperando sus excusas. — Me restraso cinco minutos en llegar al aula y me encuentro que casi matas a un alumno. ¡En tu primer día!
La pecosa alzó los brazos, exasperada mientras pensaba en la situación que acababa de vivir. Le parecía sumamente injusto que ella tuviese que estar dando las explicaciones. ¡Y no! No le importaba que Bakugo estuviese ahora mismo en la enfermería. Bueno, quizás un poco.
— ¡Yo solo me defendía de una criatura salvaje y potencialmente agresiva! — trató de defenderse la estudiante, aunque en esa situación resultaba un poco difícil, pero quería que él entendiese que no lo había hecho por placer.
— ¿Esa criatura potencialmente agresiva es Bakugo? — ahora que la muchacha ya sabía quien era ese tal Bakugo, pues Kirishima se había encargado de explicárselo, asintió. — ¿Por qué no me sorprende...? — murmuró el adulto mientras se sobaba la cara con una mano. Si alguien le preguntase a Minami, ella juraría que su tutor había envejecido cinco años en solo aquella mañana por su culpa. — Aprovechando que Bakugo no está aquí, ya que tuve que mandarlo a la enfermería. — la miró enfadado enfatizando la última frase y la aspirante solo bajó la cabeza, avergonzada. — Tenemos que aclarar unas cosas. Ciertas... normas, por así decirlo.
— Normas... — repitió la joven en voz baja, sin entender del todo a que se refería su tutor. — ¿De qué estilo?
— Del estilo de las que se cumplen, de las de no volar por los aires a tu compañeros y así. — mencionó Aizawa con sorna. Minami solo alzo una ceja. — No, me refiero a que por ejemplo, en la academia está registrado como que solo tienes un quirk. Y así debe permanecer. No debes hablarle a nadie de tu segundo quirk, Control.
— ¿Eh? — Eso no se lo habían dicho antes, ahora estaba muy extrañada. — ¿Y eso por qué? Yo tengo dos quirks, no uno.
— Verás, Arashi. Poca gente tiene hoy en día dos quirks. Al menos no que tengamos constancia. Por ejemplo, en la academia solo tenemos un caso similar, y además de que lo tiene debido a una situación familiar... peculiar, sus quirks si están íntimamente relacionados entre ellos, podrían ser considerados el mismo, los tuyos no tienen nada que ver. — razonó el hombre pensando en su alumno Todoroki, al menos los de él tenían que ver con la temperatura, pero los de su estudiante no solo eran intrigantes, eran muy distintos entre ellos como para escudarse en eso. Ella abrió la boca para preguntar. — No te molestes, no voy a decirte quien es ni nada sobre él. Aunque con el tiempo tu misma te harás una idea sobre este alumno. No es algo que él oculte ni nada por el estilo. — hizo una pausa. — También debes ocultar que vivimos juntos, simplemente por mantener la profesionalidad.
