Pueblo de los bandidos #5

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Los 6 espers de nivel 5 estaban actualmente sentados dentro de la carreta, cabe decir que todos estaban muy aburridos, nada emocionante había pasado, todo estaba sorprendentemente tranquilo.

Kakine: soy solo yo o todo esto parece demasiado tranquilo

Arthur: afortunadamente así es, normalmente alguien ya nos habría asaltado, parece que es nuestro día de suerte

Por la mente de todos los niveles 5 solo paso un pensamiento

Accelerator, Mugino, Sogita, Kakine, Mikoto, Misaki: ( los afortunados son otros)

La razón de este pensamiento colectivo era bastante obvio, actualmente esta pequeña carreta se podía considerar el objeto mejor protegido de todo el mundo, solo un loco o un suicida decidiría atacar a una carreta que alberga a 6 de los 7 espers de nivel 5, pero como este mundo no conocía esta información de vital importancia, no era raro que ladrones comunes intentaran robarles, claro que esto no ocurrió, para la suerte de todos los ladrones del área, ninguno de ellos le presto atención a esa pequeña carreta, llámenlo suerte, llámenlo una guía de los cielos.

El viaje continuo con normalidad, esto fue esta que llegaron a uno de los controles, este control estaba constituido por gente de la ciudad de los rosales, es decir bandidos, al verlos, todos ellos sonrieron y se acercaron confiados al carruaje, ni Arthur ni Sofía se mostraron alterados por los hombres, ellos habían estado en varios lugares peligrosos, así que prácticamente se habían acostumbrado a ese tipo de situaciones.

Arthur: como les va, vamos rumbo a la ciudad de los rosales, planeamos comerciar algunos productos

???: Escuchaste eso jefe, estos idiotas quieres traer su porquería a nuestro pueblo, JAJAJAJA

Un hombre algo corpulento salió detrás de los otros hombres, este hombre parecía haber sobrevivido a varias batallas, ya que el hombre tenia numerosas cicatrices, tanto en sus brazos como en su cara, al ver a nuestros protagonistas y al comerciante, el hombre rio como nunca, el hombre confiado se acerco a Arthur, una ves estuvo cara a cara con el, el hombre le dio la mano al hombre, Arthur agarro su mano, pero para su sorpresa el hombre empezó a ejercer fuerza en esta, Arthur no se veía afectado por esto, en sus años de viajar por el mundo, había tenido que hacer diferentes ritos para poder entrar a comerciar, una ves había tenido que cortarle el pene a una quimera, mientras esta se estaba reproduciendo, así que este tipo de saludo ni siquiera le afectaba, el hombre soltó a Arthur y luego se dirigió hacia los jóvenes dentro de la carreta, cabe decir que ninguno de ellos se mostraba preocupado o intimidado por el hombre, de hecho era lo contrario, alguno de ellos parecían ansiosos de poder atacar a algo, el hombre los miro por un momento y luego sonrió, sin decir nada mas el hombre le ordeno a sus hombres dejarlos pasar, ellos lo obedecieron y pocos segundos la carreta volvió a moverse, cuando nuestros protagonistas se alejaron lo suficiente, los subordinados del hombre le preguntaron de por que los había dejado irse así de fácil, para su sorpresa su jefe les respondió que fue la mejor opción a tomar, el hombre pudo ver la enorme amenaza de esos jóvenes, aunque sus cuerpos parecían increíblemente débiles, algo dentro de el le decía que provocar a estos niños solo les causaría una muerte horrible, sus subordinados no preguntaron nada mas y volvieron a su trabajo.

Mas adelante nuestros protagonistas volvían a estar aburridos, el hombre de antes parecía querer pelear con ellos, pero sorprendentemente los dejo pasar, para ellos esto fue algo confuso, normalmente personas como ese tipo tratarían de atacarlos, creyendo que tienen la ventaja, pero no fue así, por primera ves los niveles 5 habían salido de una situación sin la necesidad de pelear o de hablar.

Sogita: Mis agallas se están sintiendo pesadas, todo esto es muy aburrido

Kakine: "suspiro" concuerdo contigo séptimo

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