198. Estudio (POV: Namjoon)

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La nieve había cuajado durante la noche así que estudiar fuera era imposible. El frío te calaba hasta los huesos y la protección de los muros era necesaria si no querías morir de hipotermia. Tras un rápido mensaje a Hobi me dirigí hacia el gran comedor, donde estaríamos más cómodos y no perderíamos ningún dedo del pie.

El castillo no estaba especialmente animado pese a que nadie se había marchado a casa todavía. Los exámenes tenían a todo el mundo recluido en los sitios habilitados para estudiar o en sus propios cuartos. Personalmente ese año no estaba demasiado centrado, una mezcla de sentimientos me tenía alterado y no terminaba de concentrarme, las expectativas por las vacaciones de Navidad eran muy altas.
Siempre iba a casa por esas fechas pero este año no, este año me quedaba en el castillo... con Seokjin.

Pasar tiempo con el gryffindor era una montaña rusa. Cuando se relajaba podía ver al chico amable y gentil que ayudaba a sus amigos y que me salvó en el bosque, el chico que cargó con la culpa de mi error y me libró de un castigo, el chico que hizo que sintiese algo más que admiración por él. Por desgracia aquello no era eterno. Sin ser yo consciente del motivo, volvía a ponerse la máscara de superioridad y hastío y perdía a aquel chico que me tenía encandilado, aunque no lo admitiría ante Yoongi.

Las puertas de madera oscura del Gran comedor ya se vislumbran al fondo del pasillo. Agradecía tener algo que me distrajera, aunque fuese a medias, de Seokjin; y Hobi era perfecto. La alegría y vitalidad que emanaba era contagiosa y te hacía estar cómodo con él sin pensar mucho en preocupaciones. Así, pensando en la agradable mañana que me esperaba incluso teniendo que estudiar, me paré en la puerta del comedor con una sonrisa en la cara.

Escudriñé las mesas a conciencia buscando al ravenclaw pero mis ojos solo encontraron una cara conocida, y no era lo que esperaba. Seokjin estaba sentado al fondo de la mesa Hufflepuff donde había un pequeño hueco, pero ni rastro de Hoseok. Levantó la cabeza de pronto cómo si supiese que lo observaba y la tensión se implantó en su semblante. No era a quien buscaba.

Caminé en su dirección entendiendo sin mucho esfuerzo lo que había pasado. Hoseok nos había hecho una encerrona. El león era muy orgulloso para pedirme ayuda con pociones y Hobi había actuado en consecuencia. Muy inteligente de su parte. Mientras me acercaba vi cómo se revolvía en el asiento, visiblemente incómodo, cómo si estuviera pensando cómo podría salir huyendo sin que me diese cuenta.

¿Por qué tengo la impresión de que Hobi me ha engañado? - dije mientras tomaba asiento intentando relajar el ambiente
Sí, ya somos dos - respondió claramente molesto

Intenté estar tranquilo aunque en mi interior bullían un cúmulo de emociones, entre ellas una necesidad de que no se fuera. Para no darle tiempo cogí una de las hojas que había dejado sobre la mesa y comencé a repasarla. Deslicé mis dedos por el papel para intentar concentrarme pero la mirada incisiva del gryffindor me obligaron a leer la misma línea 3 veces.

Una repentina explosión me sobresaltó y le devolvió el habla a mi compañero que no había dicho nada más desde que llegué.

- Escucha, no hace falta que hagamos esto, claramente ninguno de los dos quiere estar aquí así que será mejor que nos vayamos. - oh no

Antes de poder responderle comenzó a recoger sus cosas y lo que no quería que pasara pasó. Instintivamente actúe con el fin de detenerlo

- Seokjin no es necesario. - dije poniendo una mano sobre la suya de forma suave - en su momento te ofrecí ayuda, no me importa estudiar contigo. Aunque hayamos acabado aquí engañados

No se si fue mi gesto o mis palabras pero vi una chispa en sus ojos. Su cerebro trabajaba a toda prisa intentando decidir, aunque esa chispa ya me había dado la respuesta.

- Está bien. Podemos estudiar un rato - sentenció mientras apartaba su mano con suma delicadeza

Le dediqué una pequeña sonrisa complacido. Su decisión me había alegrado más de lo que quería admitir. Comenzamos a repasar juntos sus apuntes y le señalé un par de errores, nada serio pero clave si se trata de hacer una poción. Frente a mí tenía al Seokjin que me gustaba, atento y preciso. Hacía las preguntas pertinentes y anotaba todas mis explicaciones. Durante cada una de mis disertaciones sobre por qué hacer de esa manera concreta la poción me miraba más atento de lo que nunca lo había visto. En alguna ocasión sentí que me sonrojaba por tener toda su atención pero cómo no había intentado hacerme ninguna broma supuse que lo achacó al clima frío.

- Y para esta poción - señalé una de su lista - Es más sencillo aplastar las bayas de sopóforo que cortarlas. Son bayas muy duras y cortarlas es casi imposible.

- ¿Te refieres a los elixires eternos? - preguntó confundido con lo que intentaba decirle

- No mira, me refiero a esta - dije levantándome

Cómo la hoja estaba doblada no veía bien así que tomé asiento junto a él para poder explicarme mejor. Por un segundo me pareció que contenía la respiración y quise creer que lo ponía tan nervioso cómo él me ponía a mí, aunque probablemente fuese cosa mía. Comenzaba a arrepentirme de mi decisión

- ¿Lo ves mejor así? - dije intentando recuperar el hilo

- Ssi, lo veo un poco mejor. - tartamudeó

- Hablaba del filtro de muertos en vida. Si aplastas las bayas es más fácil extraer el jugo.

Las horas pasaron y ninguno parecíamos querer irnos. La sala se vacío a nuestro alrededor pero nosotros seguíamos en nuestra burbuja. En realidad no tenía demasiado que explicar pero me di cuenta de que Seokjin comprendía mejor las cosas cuando las recitaban en voz alta, por eso no necesitaba estudiar en exceso para el resto de materias.

Cuando nos quedamos sin pociones que tratar, ya no había razón para seguir allí; así que nos pusimos a recoger las cosas en silencio. Por suerte no era uno de esos silencios incómodos, sino como el que se forma entre dos amigos. Una llama de esperanza brotó en mi interior. Salimos juntos del Gran comedor pero su voz me detuvo.

- Namjoon - dijo mi nombre un poco tembloroso. Lo miré dudoso - Esto... gracias por ayudarme. Imagino que tenías cosas mejores que hacer y además se que Hoseok te engañó por lo que has dicho antes. No tendrías por qué haberte quedado

- No es molestia Seokjin - aclaré con la voz algo ronca por el estudio - Me sirve para repasar y mejor mantener la buena reputación del otro delegado - intenté tranquilizarlo - si necesitas ayuda con alguna otra cosa ya sabes.

Ante mi respuesta agregó algo entre dientes que no fui capaz de entender.

- ¿Cómo? - pregunté instándole a que lo repitiese

- Nada olvídalo. - concluyó.

Nos miramos algo incómodos, no sabíamos cómo despedirnos. De normal me soltaba alguna de las suyas que me hacían más gracia que otra cosa. Pero pude ver reflejado en su rostro cómo se libraba una lucha interna hasta que tomó una decisión.

- Bueno nos vemos otro día - extendió una mano hacia mí

- Si por supuesto - apreté su mano con delicadeza. Con miedo a cometer un fallo y cabrearlo.

La sorpresa debió reflejarse en mi cara cuando noté la leve caricia por su parte. La mano me ardió bajo su tacto y el frío me golpeó cuando la retiró de pronto. Antes de poder añadir algo se alejó casi corriendo. Lo observé irse sin poder decir nada. La mano todavía me hormigueaba cuando entré en mi habitación y me derrumbé contra la puerta saturado por todo lo acontecido.

The magic between enemies | Namjin (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora