Angie: Buenos días – dijo entrando a la habitación con una charola en las manos.
Luz: ¿Qué tienen de buenos?, me siento fatal.
Angie: Y cómo no, con todo el tequila que te tomaste anoche, siéntate, necesitas comer algo.
Luz: No tengo hambre, muero de sed.
Angie: Lo sé, lo sé, ya te traigo algo que te aliviará.
Con dificultad me enderecé y Angie puso la charola en mis piernas, ella tan atenta como siempre, ayudándome y rescatándome cada que lo necesitaba. Vi que echo dos pastillas en un vaso medio lleno de agua y éste empezó a burbujear, me lo tomé de un solo trago y después me bebí todo el vaso de jugo de naranja y comencé a comerme la fruta, poco a poco, ella se sentó frente a mí.
Angie: Ahora sí me puedes explicar por qué bebiste de esa manera.
Luz: No cometí ningún delito y créeme que si fue así ya lo estoy pagando.
Angie: ¿Qué te sucede Luz?, tú no eres así, jamás habías abusado del alcohol.
Luz: Nada, no me sucede nada, ¿ok?
Angie: Claro y yo soy la primera dama de Estados Unidos... ¿acaso es por una mujer?
Luz: Ay por dios Angie, sabes que yo no me engancho.
Angie: Siempre hay una primera vez para todo, es eso, ¿verdad?
Luz: No, de sobra sabes que mi único amor es y será Willow.
Angie: Está bien, veo que estamos en la etapa de la negación.
Luz: ¿Quieres dejar de usar tus rollos psicológicos conmigo?
Angie: Uy, que susceptible amaneciste, o ¿será que toqué una fibra sensible?
Luz: Ya basta Angie, por favor, suficiente tengo con el dolor de cabeza como para estar soportando tus cosas.
Angie: Está bien Luz, si no me quieres contar nada no te presionaré, pensé que no había secretos entre nosotras.
Luz: No los hay, no me emborraché por ninguna mujer, estaba estresada, tengo mucho trabajo, se vienen proyectos nuevos muy importantes y se me pasó la mano con el alcohol, no fue planeado.
Angie: Ok, si esa es tu versión, te creeré – dijo moviendo la cabeza nada convencida.
Luz: Angie – le tomé una mano – si algún día alguien me llega a interesar, te aseguro que serás la primera en saberlo.
Angie: Eso espero – suspiró resignada – ay Luz, ya madura por favor, deja de andar con una y con otra, no creas que no me di cuenta que anoche te perdiste un buen de tiempo con una tipa que casi te viola en la pista de baile.
Le sonreí sin comentarle nada al respecto, a pesar que me había gustado la aventura, hoy, extrañamente, sentía que no debí haberlo hecho, me estaba arrepintiendo, como si hubiera cometido una traición, pero, ¿qué demonios?, ¿por qué no?, yo era soltera y podía divertirme cuantas veces quisiera y con quien fuera. Terminé de desayunar y volví a dormirme, así pasé la mayor parte del día y del domingo también.
Si alguien era un ángel en mi vida, esa era Angie, sin duda, estaba conmigo sin importarle nada, apoyándome siempre al 100%, ojala hubiera podido enamorarme de ella, sería la mejor pareja que podría tener; cariñosa, entusiasta, amable, leal, simpática, confiable, pero, no, sólo la podía ver como amiga, fue tan extraño haberla besado en aquel juego de botella cuando éramos adolescentes, sentí que estaba besando a mi hermana, ahí supe que jamás la vería de otro modo.
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La verdad de Luz... (Lumity)
RomansaAmity y Luz se conocieron de una forma poco común, una desconocida le dio a ella el número de celular de Luz. La noche de su cumpleaños la llamó debido a su soledad. Ella le impuso tres reglas a seguir, sólo se trataba de sexo casual, jamás se imagi...