2.- A Second Oportunity. | SungSun

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Sólo quedaban un par de semanas antes de la tan esperada competencia.

SungHoon tenía la rutina aprendida y bien practicada, por lo que trataba de pasar todo su tiempo libre con Sunoo.

Por otro lado, el lindo pelirosa se veía cómodo.

Se sentía cada vez más seguro y felíz al lado del más alto, y ese día no era la excepción.

Park había preparado una velada especial, en un lugar que había sido catalogado como "Romántico" por parte de Kim.

Ambos se habían despertado muy temprano para esa fecha, Hoon estuvo algo ansioso hasta el día anterior, pero eso se esfumó cuando una notificación llegó a su celular.

Era la confirmación para una reserva que hizo con dos días de anticipación.

Sunoo sabía perfectamente a dónde iban, y esa era la razón de su emoción, su rostro no podía dejar de mostrar aquella preciosa sonrisa.

Apenas eran las 7:12 AM cuando llegaron al metro, compraron los boletos y se subieron a uno de los vagones azules, el cual los llevaría a su destino desde el centro de la ciudad de Seúl.

Tenían mucho sueño.

La noche anterior no habían podido dormir bien, uno por las ansias de que aceptaran la dichosa reserva, y el otro, por la emoción del lugar que visitarían al día siguiente.

Pero ninguno durmió en el camino.

Fueron unos largos y tortuosos 20 minutos.

Afortunadamente intentaron hablar hasta llegar al lugar, así se ayudarían mutuamente para que no cayeran de sueño.

Finalmente el vagón se detuvo, anunciando por las bocinas que el recorrido había concluído.

Salieron de aquel medio de transporte, y se dirigieron a la salida del establecimiento.

Pronto la luz solar que iluminaba esa linda mañana, les pegó directamente en el rostro, pero, fuera de quejarse, ambos sonrieron.

—Hoonnie Hyung... ¡Ésto es hermoso!— Mencionó Sunoo, con emoción irradiando de sus poros.

—¿Es la primera vez que vienes aquí?— Preguntó el mayor, sonriendo enternecido al ver el rostro de Kim, mucho más brillante que antes.

—Si.. Siempre he querido venir— Hizo un pequeño puchero, girando su cabeza para poder observar al mayor.

—En ese caso— Dejó de hablar por un par de segundos, para tomar la mano de Sunoo, sin dejar de sonreír. —Bienvenido al Parque Yeouido Hangang, Sunsun—.