2.- A Second Oportunity. | SungSun

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De todos los escenarios que tenía en su cabeza, no se habría imaginado ésto.

Ambos se miraban, Sunoo avergonzado por lo dicho recientemente, y SungHoon, petrificado tratando de procesar lo que acababa de decirle el menor.

—T-Tú.. ¿No quieres que deje de a-amarte?–Kim asintió, apartando la mirada para no verse tan indefenso y menos, sensible.

—Soy conciente de que Riki no volverá, y eso me rompe el corazón. También sé que tú me gustas, pero aún no he terminado de superarlo a él..–.

—S-Sunoo, y-yo..–SungHoon tenía un brillo en su mirada, el cual no pudo ser notado por el menor.

—Dame algo de tiempo para sentir lo mismo que tú sientes por mí, p-por favor, Hyung..–.

Park sentía su corazón bombear con fuerza ante esa opción, claro que esperaría, haría lo que fuera por ese pequeño ser frente suyo.

La simple idea de pensar que ellos podían empezar de nuevo le emocionaba de sobremanera, una puerta de esperanza se abrió, y la promesa que hizo momentos atrás quedaría en el olvido.

—C-Claro que sí, Sunsun. No te apresures, yo te esperaré el tiempo que necesites, no pienso desperdiciar una segunda oportunidad contigo–.

Sunoo al fin mostró esa sonrisa que tanto extrañaba SungHoon, quién puso sus manos sobre las mejillas del más bajo, para acariciarlas con ternura.

Kim se permitió llorar otra vez, le dolía mucho el tener que dejar su amor por Ni-ki para dárselo a SungHoon, porque sabía que era mejor dejar el pasado atrás y seguir hacía adelante.

Así como había mencionado Park, era una segunda oportunidad con Sunoo, y Kim sentía que la vida le estaba dando una segunda oportunidad para amar.

Claramente no desecharía esa oportunidad, porque después de todo, SungHoon era la persona correcta para entregarle todo su amor y su ser.

Aunque aún vivía su miedo de perder nuevamente a una persona tan importante para él.

Hace tanto no se sentían tan cómodos, luego de lo ocurrido por la noche, se acomodaron uno al lado del otro, con la intención de dormir.

Pero se quedaron mirandose mutuamente mientras hablaban de algunas cosas para hacer crecer aún más la confianza.

No saben en qué momento se quedaron profundamente dormidos, ni cómo terminaron abrazados.

Sunoo fue el primero en despertar, a pesar de haber dormido bien, como hace meses no pasaba, se tuvo que levantar para asearse, tomar un baño y colocarse algo cómodo, con cuidado de no despertar a Park.

Cuando salió del baño, SungHoon ya no estaba durmiendo, y tampoco había rastro de él.

Bajó con pasos lentos hasta el primer piso, escuchando ruidos en la cocina, por lo que supuso que el mayor se encontraba ahí.

Pudo afirmar su teoría al ver un cuerpo alto y bien trabajado frente a la estufa.

—Buenos días, Hyung–Habló, acercándose al contrario al sentir un aroma delicioso.

—Buenos días, Sunsun, ¿Dormiste bien?–Se agachó un poquito para dejar un beso en la mejilla de Sunoo, quién sonrió algo avergonzado mientras asentía a la pregunta de Hoon. —Ya veo, podríamos dormir juntos más seguido, si quieres, claro..–.

—P-Podríamos intentar..– Ambos se quedaron callados por unos segundos los cuales se sintieron eternos. —E-El desayuno huele bien–. Dijo Sunoo con la intención de romper el silencio.

—¿En serio?, Gracias, aunque sólo es tocino, huevo y algunas chuletas de cerdo, ¿Se te antoja?–.

—Por supuesto que sí, Hoonnie Hyung– Una sonrisa se asomó por los labios de Kim, SungHoon quería que todo fuera así de lindo, incluso en el futuro, aunque no sabía cómo terminaría su historia con la de Sunoo, sólo disfrutaría cada momento.

—Sunoo..–El mencionado levantó la mirada, respondiendo con un "¿Mmh?"—¿Puedo.. besarte?– Preguntó mientras apagaba la estufa, para mirar al contrario.

Las mejillas del más pequeño se tornaron de un color rojo que se intensificaba cada vez más. La timidez lo estaba envolviendo por completo, al igual que los brazos de SungHoon, no iba a mentir, el calor que le brindaba su Hyung era acogedor, se sentía protegido. Asintió mirando directamente los ojos oscuros perlados de Park.

Por otro lado, SungHoon amaba tanto cada pequeño detalle del menor, como ese lunar en su esponjosa mejilla, esas largas pestañas que se dejaban batir con facilidad cuando parpadeaba, o el color avellanado en los ojos de su dongsaeng y el rojo de tonos claros y fuertes en el borde de sus orejas y mejillas cuando se avergonzaba.

Colocó sus brazos al rededor de la cintura del de piel lechosa, acercándose cada vez más al rostro contrario.

Sunoo pasó su vista de los ojos de SungHoon, hasta sus labios, y al sentir sus respiraciones mezclarse, ambos cerraron sus ojos.

Sus labios se quedaron quietos cuando hicieron contacto, ninguno quería apresurarse, más fue Sun quién dió el primer paso.

Movió sus labios con lentitud sobre los contrarios, y a la vez, envolvía sus brazos en el cuello de Hoon, quién correspondió la invitación con tanto gusto que sentía su corazón a nada de explotar.

Cuando las lenguas se presentaron, las respiraciones de ambos empezaban a ser más agitadas y algo pesadas. Sunoo ladeó su cabeza para estar más cómodo y darle más acceso a su Hyung.

Tan sólo fueron veinte segundos, pero se sintieron demasiado bien como para ser reales.

Cuando se separaron, se sonrieron el uno al otro.

—¿Vamos a desayunar?– SungHoon asintió medio embobado, dejando un beso en la frente del menor.

—Te amo, Sunsun, y voy a dar lo mejor de mí para que tú también me ames–.

Sunoo tenía cada vez más claro que había tomado la decisión correcta al aceptar los sentimientos de Hoon, él también se aseguraría de enamorarse profundamente de su mayor, después de todo, no sería tan difícil.

—Kim JungMin.