Capítulo XLVIII

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YoonGi no dudó ni un segundo en salir de su hogar, no quiso despertar a Tae, sabía el frío que hacía afuera y no querían exponerlo a eso, además, le había costado demasiado poder dormir como para despertarlo de nuevo.

-¡¿Pero qué sucedió?!- el mayor cuestionó alterado una vez salió del lugar.

-Fuimos a Silla para que se llevara a cabo el divorcio, pero Agust se puso super dramático, comenzó a llorar y rogar que JiMin no lo dejara, pero como mi hermano no se dejó manipular, mucho menos mostró alguna señal de remordimiento o lástima, lo abrazó y se aferró a él, todos intentamos separarlo, eso estresó demasiado a JiMin, además del esfuerzo que realizó al intentarse separar de él, esos factores provocaron que estuviera a punto de perder al producto...- YoonGi lo interrumpió.

-Lo llevaron con un sanador de inmediato, ¿cierto?- sus manos temblaban y su pecho dolía, no sabía cómo reaccionar ante tal cosa. Sentía unas inmensas ganas de llorar, gritar, golpear algo, matar a Agust, pero se estaba conteniendo demasiado.

Es bien sabido por los hermanos Park que tanto YoonGi como TaeHyung esperaban a ese niño con la misma emoción y alegría que el suyo, por eso YoonGi se sentía fatal, era como si estuvieran a punto de perder a su pequeño JungHwa.

-¡Sí! Fue lo primero que hicimos, lo llevamos con el sanador de Silla, nos dijo que tiene que estar en reposo por estos últimos meses de embarazo, tiene que estar al cuidado de alguien hasta para moverse- explicó acelerando el paso.

-¡Maldita sea! ¡Maldito Agust!, si le sucede algo a mi hijo por su culpa, lo voy a asesinar con mis propias manos...

...

Cuando los jóvenes llegaron al palacio el carruaje de la familia Park ya no se encontraba y el rey Jeon tampoco estaba afuera, así que aprovecharon para entrar directamente hasta la habitación de JungKook.

YoonGi ni siquiera tocó la puerta, abrió y entró sin avisar, sus ansias por saber cómo se encontraban JiMin y su hijo eran más.

Al entrar, vio a JiMin llorando y aferrado a JungKook el cual lo abrazaba y susurraba cosas para tranquilizarlo, inmediatamente YoonGi se acercó a ambos jóvenes, se puso de rodillas a un lado de JiMin y comenzó:

-¿Cómo te sientes?- fue lo primero que se le vino a la mente. JiMin, en vez de responder eso, lo miró a los ojos y respondió:

-P-perdóname- esa palabra hizo que al mayor se le acumularan lágrimas en los ojos.

-No, no, no, no debo perdonarte nada, fue todo la culpa de Agust, no fue tuya- respondió en un intento de consuelo para su menor- ¿Ya tomaste la infusión de hoy?- cuestionó intentando cambiar de tema. JiMin rápidamente negó.

-Iré por ella, no tardo- Sandara informó para después salir de la habitación.

-¿T-Tae?- JiMin cuestionó mientras buscaba con la mirada a su amigo.

-Se quedó en casa durmiendo, además, el frío es terrible como para sacarlo a esta hora- respondió mientras esperaba ansioso a que Sandra llegara con el té.

Por unos minutos se quedaron en silencio, sin embargo, un fuerte dolor de nuevo hizo que se retorciera y soltara un grito, YoonGi, sin saber qué hacer, quitó las mantas que cubrían a su menor, lo que vieron los aterrorizó de inmediato.

Una gran mancha de sangre adornaba las telas blancas tanto de las mantas y la cama como de la vestimenta del joven.

-JungKook, necesito llevar a JiMin con la sanadora ahora- informó para después tomar al omega en brazos- Coloca las mantas sobre él, hace demasiado frío como para salir así- indicó. El menor, sin decir nada, inmediatamente cubrió con mantas limpias a su amigo el cual derramaba lágrimas por el fuerte dolor que sentía.- Gracias, no regresaré aquí, lo llevaré a casa, queda más cerca del hanok de la sanadora- informó mientras daba media vuelta dispuesto a salir de la habitación.

-Espera, ordenaré que preparen el carruaje, está muy lejos como para ir caminando- el menor dijo mientras caminaba detrás de Min.

-Ve pronto, no quiero hacerlo esperar más- fue la respuesta de YoonGi, sabía que podía llegar en 10 minutos al lugar en el carruaje, mientras que ir a pie le tomaría hasta 30 minutos o más.

-M-me duele mucho- JiMin lloraba y se aferraba a los brazos de su mayor.

-Por favor, resiste un poco más, tardaré mucho más si voy a pie, necesitamos el carruaje- explicó a su menor.

-P-perdóname- se escuchó como una súplica.

-No hay nada que...- su menor lo interrumpió.

-P-por favor... N-no me odies si... Si pierdo a tu hijo... P-por favor- rogó en un hilo de voz, ahí Min no aguantó y también se soltó a llorar.

-No te odiaría porque no es tu culpa, tendría un gran vacío si eso sucediera, pero no te odiaría, no tengo por qué hacerlo, al que odiaré para siempre será a Agust, ese maldito que siempre quiere arruinar mi vida de una forma u otra...

...

Después de unos cuantos minutos, los 4 jóvenes llegaron al hogar de la sanadora, el primero en bajar fue Min el cual llamó a la puerta para que, instantes después, la mujer abriera.

-Siento mucho molestarla a tan altas horas de la noche, pero necesitamos su ayuda urgentemente- el pálido informó, cuando la mujer lo miró se dio cuenta de sus manos manchadas de sangre, sus ojos rojos e hinchados al igual que su nariz, inmediatamente se hizo a un lado indicando que podía pasar.

Sin dejar esperar más, regresó a la carroza por su menor y lo tomó en brazos. Al entrar al lugar, inmediatamente lo recostó sobre la cama con cuidado. La mujer lo observó detenidamente durante unos instantes, en su rostro reflejaba gran angustia pues era la primera vez que llegaba una persona en ese estado.

-Está en labor de parto- soltó a lo que los jóvenes se miraron mutuamente.

-No, eso no puede ser, tiene 6 meses y medio de embarazo, no puede estar en labor de parto aún- Sandara respondió con angustia.

-Lo sé, pero no es algo que pueda evitar, así que debemos actuar rápido, lleva horas así como para esperar más, puede ser peligroso tanto para él como para el producto, así que salgan todos de una vez para poder comenzar- la mujer indicó mientras caminaba por todo el lugar en busca de sus materiales necesarios para el parto.

-Necesito saber algo- Min dijo antes de salir a lo que la mujer lo miró y él continuó- ¿Mi pequeño se va a salvar?- cuestionó mientras un se le formaba un nudo en la garganta.

La mujer soltó un pesado suspiro, volvió su mirada a JiMin y, por unos segundos, lo observó detenidamente de nuevo.

-Para ser honesta nunca había presenciado algo así, una vez llegó un omega a dar a luz que tenía 7 meses de embarazo, pero el producto no sobrevivió, honestamente no le doy muchas esperanzas al suyo y tampoco creo que el príncipe JiMin pueda volver a embarazarse...

Imperio caído, amor destruido [YoonTae +18] {Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora