Capitulo 2: "¿Dónde jugaran las chicas mágicas?"

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 Después de un rato de caminar al fin llegaron-te presento la casa del sol naciente-dijo Gaia, Amalia solo vio una iglesia toda desgastada y con hoyos en las ventanas y el techo, entonces Gaia abrió una puerta y entro jalando a Amalia, al entrar la iglesia estaba en perfecto estado, iluminada totalmente de blanco y todos sus muebles eran blancos.

La iglesia tiene un campo mágico que hace que se vea a si por fuera, pero por dentro es un palacio blanco digno de alguien con el título de "Reina Blanca"-Amalia observo a su alrededor y vio como estaban muchas chicas sentadas en sillones blancos o tomando té en mesas blancas, mientras se sentaban en sillas blancas.

Gaia, volviste algo temprano-se escuchó al fondo de la habitación-si mi reina, me encontré con algo o más bien alguien...peculiar-dijo Gaia mientras hacia una reverencia-pero que tenemos aquí-por unas escaleras blancas comenzó a bajar una figura de una dama, era alta, su piel era blanca, tan blanca que casi igualaba el blanco del lugar, su pelo parecía ser pequeños hilos de plata, y en sus labios lucía un bello labial rojo.

Amalia observo como muchas chicas mágicas dejaron lo que estaban haciendo para, igual que Gaia, hacer una reverencia a aquella figura-vaya parece que nos trajiste a una nueva compañera-sí, bueno...como lo explico, es una no iniciada-vaya una no iniciada, es algo raro ver una ¿Cómo la encontraste?

La estaba atacando un arcana, y pues los arcanas no suelen atacar personas normales por su baja cantidad de magia, pero, a ella la estaba atacando uno-explico Gaia-entonces si es una no iniciada, dime ¿Qué edad tienes? -tengo dieciocho-contesto Amalia.

Vaya si estas algo mayor-Amalia apretó el puño al oír de nuevo esa declaración-pero será mejor que estes aquí o que una chica mágica te cuide, en ese caso ¿Gaia podrías cuidarla? - ¿Yo? Claro no tengo ningún problema-entonces está decidido, Gaia te cuidara, y puedes estar aquí el sí lo deseas o puedes volver a tu casa, pero recuerda tener cuidado si sales de noche sin Gaia.

Gracias por la oferta, pero, tengo una casa donde me esperan y preferiría llegar antes de que se preocupen-aunque por dentro Amalia sabía que probablemente preferirían que no llegara-así que nos vemos.

Y al llegar a su casa vio que efectivamente nadie la esperaba, y en la mañana siguiente al salir para el trabajo, comprendió que era cierto, pues nadie le pregunto porque tardo tanto en regresar.

Al salir vio a lo lejos una figura familiar escondiéndose, era Gaia que la vigilaba en la distancia, según ella ocultándose para no ser detectada, al inicio Amalia no le dio importancia, y entonces al salir del trabajo-sal de donde te escondas, sé que me sigues desde la mañana.

Gaia salió detrás de la cerca del restaurante-tengo que cuidarte, no sabes si un arcana puede salir de cualquier lugar y atacarte, no podrías defenderte, no has despertado aun tu magia, además en la tierra las zonas de cacería no están muy bien delimitadas, y los arcanos de aquí son más fuertes y peligrosos.

Espera ¿Insinúas que hay otro mundo o algo así de donde salen esos monstruos? -sí, la dimensión mágica, una zona donde habitan chicas mágicas de todas partes del mundo, donde también viven algunos arcanos, y son más fáciles de cazar ahí, aunque también hay que ir con cuidado.

¿Por qué? -porque en la dimensión mágica habitan más las brujas y sirenas, o al menos las más fuertes, en la tierra también hay, pero, son más débiles a comparación de las de la dimensión mágica.

Vaya, sí que te pensaste muy bien toda esa historia-dijo Amalia mientras reía-claro que no son mentiras, incluso yo he estado enfrente de brujas y sirenas, de hecho...creo que ya caminamos mucho.

El aire se empezó a helar, se sentía una presencia asesina rondando las calles, el sol ya se había metido-es una sensación familiar...reza porque solo sea un Arcano ascendido y no una Sirena.

Y entonces escucharon una suave melodía, un bello canto-¡¡¡No!!! No puede ser...¡¡¡CORRE!!!

Grito Gaia y entonces comenzaron a ver moverse algo con gran velocidad en la oscuridad hasta que salto directo al cuello de Amalia, filosas garras se acercaban a él, tiraban a matar, y la presa moriría en segundos. 

Amalia MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora