Capitulo 18: "Las Batallas (Parte 1)"

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 Bliss comenzó a caminar en la oscuridad buscando a las demás, luchando contra sus demonios, y gracias a los corazones de arcanos lograba detener el paso de la oscuridad, el ambiente era muy pesado por la niebla.

Para alcanzar a ver, aunque sea un poco, abrió su mano y entre sus dedos pasaba la electricidad para que esta al ir de un dedo al otro generara un pequeño destello de luz.

Caminando entonces sintió que piso algo raro y al ver vio que eran telarañas, estaba rodeada completamente de telarañas, no podía pasar bien entre ellas, eran muy pegajosas y en un movimiento en falso podría quedar ahí atrapada, sabía que no sería lo mejor quedar así.

Y entre las sombras algo la observaba, ella se olía que algo debía de haber puesto esas telarañas, y que no sería algo muy pequeño precisamente, se escuchaba un ruido raro, estaba caminando en la habitación, e incluso a veces se vislumbraban pequeños destellos rojos en la oscuridad, era rápido o ¿Quizá eran más de uno?

A lo lejos pudo ver un rayo de luz, así que se movió rápido a él, lo más rápido que pudiera sin quedar atrapada, sabía que las redes eran extrañas, pues tenían un flujo mágico que alteraba su campo de electricidad, por lo cual no podía moverse a la velocidad de un rayo ahí.

Cuando lo alcanzo logro ver muchos capullos colgando del techo, el ruido comenzó a intensificarse, lo podía oír, se movía entre toda la habitación rápidamente, y entonces se calmó, Bliss salto a un costado, y vio como una especie de moco fue disparado, al caer vio que era telaraña, la bestia estaba cerca.

El combate había empezado, era ella contra algo entre las sombras – High Voltage – dijo y por su cuerpo comenzó a correr electricidad, incluso su cabello se ilumino y comenzó a levantarse, podía ver un poco mejor, pero aquella cosa estaba en su territorio, mientras ella podía moverse a sus anchas, Bliss estaba limitada en movimiento si no quería caer en sus redes.

Sin embargo, ella no era la única en esa situación. Gaia se encontraba corriendo, buscando a las demás chicas la habitación era gigante y muy oscura, no alcanzaba a ver bien, pero buscaba con su poco poder mágico, lograr presentir el poder de las demás, pero entonces presintió un poder familiar y muy fuerte.

Escucho un fuerte rugido en la oscuridad y una luz revelo al dragón que las persiguió a ella y a Amalia - ¡Tu! – dijo, era Jinx lo sabía, y el dragón la revelo, la miro con una mueca burlona, era más como un león viendo su comida, decidido a jugar con ella antes de comerla.

Gaia endureció sus puños y se abalanzó sobre ella, pero ella con un simple movimiento la esquivo, y al verla fallar se rio de la pobre chica, así que Gaia otra vez se lanzó al ataque, siendo esta vez repelida con la cola de Jinx, Gaia entonces se lanzó otra vez, pero al ser golpeada por la cola la tomo con fuerza y entonces la llevo con ella, y la azoto contra el piso y después la lanzo, eso finalmente había hecho enojar a Jinx.

Esta se enrosco y como resorte lanzo un coletazo, Gaia lo esquivo moviéndose a un lado y comenzó a correr hacia ella, Jinx lanzo otro ataque con su cola buscando cortar el avance de Gaia, pero con un salto lo evito, cada vez estaba más cerca, y entonces de un salto logro alcanzarla, propinándole un fuerte golpe en la cara que incluso se la hundió, parecía que la victoria seria de Gaia, pero algo pasaba mientras el cuerpo de Jinx quedo inmóvil en el piso, la cola comenzó a retorcerse.

Amalia merodeaba en aquel lugar laberintico teniendo como luz una pequeña concentración de energía en su dedo la cual generaba una muy tenue luz, sabía que no podía confiar en cualquier cosa que le mostrara la niebla, ella trataba de tener la mente ocupada, cosas insignificantes que no le lograran generar un sentimiento , no soportaría de nuevo caer en la niebla en ver si horrible vida, en ver lo sola que estaba antes de entrar a este mundo, antes de descubrirlo, su estrategia sirvió, pero entonces alcanzo a ver algo, un espejo.

¿Entonces has decidido usar este mundo como un escape? – dijo su reflejo, Amalia se sorprendió y retrocedió, tropezándose y cayéndose – vaya ¿Entonces si vas a usar este mundo como un escape de tu horrible vida verdad? Que triste – dijo mientras salía del espejo – eres patética, nunca has luchado por nada en realidad, nunca luchaste realmente por quedarte en la universidad, no luchaste por tu ex que se fue con otra, incluso en como anduvo contigo se notó que ni siquiera hiciste un esfuerzo.

Al voltear vio en la niebla generarse toda la escena, era un chico acercándose a ella, hablándole y platicando, ella siempre tímida, contestando con pocas palabras, incluso a veces con un sentimiento de repulsión muy mínimo, como si quisiera alejarlo, pero ahí seguía el, detrás de ella, siguiéndola con gestos bonitos, su declaración, una muy forzada, ya que se notaba que el chico planeaba hacer algo más, pero la situación lo obligo a hacerla rápido, y entonces llegamos al corte, al ver como él se fue con otra y eso le importo realmente poco a Amalia, se veía un poco de satisfacción en su ser, era como quitarse un peso de encima, solo se volteo y se fue.

Amalia veía como era cierto que realmente nunca lucho por nada, solo se dejaba llevar por todo, estaba tan cansada de la vida, pero temía tanto a la muerte que en su cabeza nunca coqueteo con el suicidio, lo veía más bien como algo horrible, prefería que su muerte fuera anunciada o imprevista, que un camión la atropellara y muriera al instante, que en un asalto fuera ejecutada sin ninguna razón.

Su corazón volvía a caer en oscuridad, está la comenzaba a consumir mientras su reflejo se reía de ella, así que disparo hacia el viendo cómo se rompía como cristales, pero a su alrededor saliendo varios reflejos que continuaban riéndose de ella, así que comenzó a disparar lo más rápido que podía buscando romper todos, quería dejar de oír sus risas, pero entonces escucho una risa, una que no era como las demás y buscando con su oído concentro un disparo.

Todos los reflejos se destruyeron – veo que me encontraste niña – se escuchó – gracias a ese movimiento tu quedaste justo donde quería – las luces se prendieron y en aquella oscuridad una blanca y tenue luz ilumino todo, a pesar de ser tan tenue la luz, todo se podía ver perfectamente, Amalia se encontraba en la sala del trono de aquella Reina.

Bueno déjame presentarme me llamo, o bueno, me llamaba Miranda, Reina de la niebla, y bueno mi magia me imagino que la haz de conocer – ahórrame tu charla de trasfondo de villana y mejor peleemos – vaya que agresiva, me gusta tu espíritu, espero que ese gran poder mágico que tienes también implique lo fuerte que eres.

Amalia MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora