Capitulo 22: "Reino Trágico"

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 Zoé entonces decidió crear un gran conglomerado de copias, y lanzar a todas, era su última carta, y quizá hasta lo último que podría hacer.

Denver se vio abrumada con tantas copias, si bien no podían dañarla realmente, el sentir sus golpes la comenzaba a molestar, y entonces presintió como algo más peligroso llegaba. La verdadera Zoé, escondida bajo la sombra de sus miles de copias estaba por asestar el golpe final, ante esta amenaza Denver solo pudo dar un gran salto, pero aun así Zoé logro clavar parte del cuchillo en el muslo de Denver, y al saltar, se desgarro a sí misma toda la pierna con el cuchillo.

Sera mejor que busque a Sussudio y me vaya de aquí – dijo y abrió un portal por el cual escapo. Zoé comenzó a celebrar su victoria, pero sintió como su magia se acababa, casi desmayándose y transformándose. A lo lejos vio un corazón de arcano, así que comenzó a arrastrarse hasta el para poder quitar parte de la oscuridad de su ser y así buscar a las chicas.

León era el que peor lo pasaba, pues sus ataques apenas si le hacían cosquillas a Sussudio, este caminaba buscándolo, sin embargo, León se movía ágilmente para no ser alcanzado por él.

Pero algo pasaba, sentía que la oscuridad se estaba conglomerando en un espacio, al ver a Sussudio noto que su casco comenzó a brillar, salían flamas azules de entre su casco, y estas al llegar por encima de su cabeza formaron una corona – no...hay...escapatoria – dijo Sussudio.

Todo se oscureció en un vacío, estaban en el mismo lugar, pero a la vez no – este...es...mi...reino – dijo Sussudio, León podía sentir el miedo en todo su cuerpo, ya no estaba en la dimensión mágica, estaba en un reino de oscuridad, un reino donde Sussudio gobernaba.

Tienes que moverte...vamos...por favor piernas dejen moverme – murmuraba León buscando como poder moverse y seguir atacando a Sussudio, tenía que vencerlo y reencontrarse con las chicas.

"Hermano...tu siempre vas a cuidarme ¿Verdad?"

Escucho en su cabeza

"Claro que si"

Eran las palabras que le dijo a Zoé cuando descubrieron su magia – no puedo faltar a mi promesa, debo encontrar a Zoé, debo encontrar a las demás, eso querría ella también. Entonces cerro sus ojos.

"Fluye como el agua"

Recito

"Se como el agua"

Recordaba esas frases, las leyó un día en un libro de mantras en la biblioteca, el agua no tenía forma ni nada, por lo cual su ideal de ser un caballero con una espada de agua era imposible, pues el agua no podría quedarse así, entonces decidió pelear usándola como un látigo.

Un látigo es ligero, rápido, se mueve con facilidad, así como el agua, que fluye a través de los ríos, que fluye como una cascada al dejarla caer de tan alto. Así que decidió pelear así, y siempre que se sentía abrumado se repetía a sí mismo:

"Se como el agua, ella fluye por el rio, toma la forma del recipiente, así como tu deberías tomar la mentalidad de la situación en la que estas y si te abrumas, recuerda que incluso el mar más picado en la más fuerte tormenta puede volverse como un lago claro en un día despejado en la montaña"

Cuando se veía ahí en medio del lago era cuando sus ideas se aclaraban, toda idea mala se iba, y solo estaba el, su látigo de agua y la situación, en este caso su rival.

León lanzo un látigo enredándolo en la cintura de Sussudio, creo otro y con ese comenzó a atacar a Sussudio. Sussudio trataba de contratacar, pero León se movía rápido debido a que usaba como punto de apoyo a Sussudio – no...hay... ¡Escapatoria! – grito Sussudio y su armadura se despegó de él, y de dentro un inmenso flujo de magia comenzó a brotar, estaba muy cargada de oscuridad, y justo llego a la zona donde León se encontraba.

Amalia MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora