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La vida de Guy Hamdon da un giro de 180° cuando por culpa de su papá debe dejar Megadale y mudarse a un lugar del que nunca antes había oído; dejando atrás recuerdos y responsabilidades.
Ese lugar se llama Norrisville, y al menos hay algo en...
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──Deberíamos terminar de limpiar la cochera de la She-cueva en vez de estar aquí... Ya quiero que Sheila traslade el She-móvil para acá.
──Da por hecho que preferiría estornudar por polvo que estar aquí.
Respondió Kelly con desgano mientras leía aburrida una revista de modas. Era sábado y por lo tanto, un fin de semana más en casa de su señor padre, como estipulaba la ley.
Boxter les había preparado una habitación a cada uno y aún así utilizaban solo una. Casi como si les diera miedo estar en casa del hombre, casi como si lo vieran como a un monstruo.
Pero lejos no estaban de eso. Talvez ya era tiempo de que lo perdonaran, pero no se le podía pedir eso tan fácil a un par de adolescentes de dieciséis años aún dolidos. En especial si estaban demasiado del lado de su mamá.
──Ya sé... Papá nos espera abajo para desayunar.
Igual sin ganas, respondió Guy. Kelly rodó la mirada.
──Está loco si cree que vamos a desayunar con él como si fuésemos una familia feliz.
Amaban los fines de semana porque no había escuela, pero los odiaban porque significaba tener que pasar ese par de días con papá.
──Es obvio que no lo somos, pero-
──¡Pero nada! ¿Sabes que me dijo anoche cuando llegamos?
──No lo sé... Sabes que me subí directo al cuarto. Pero no escuché nada.
──Exacto. Nada. No me dijo nada, no nos dijo nada.
──Eh...
──¡Guy! Él estaba viendo las noticias sobre el desastre que hubo en Mundo Yupi y él sabía que nosotros estábamos allá gracias a mamá. Ni siquiera nos preguntó si estábamos bien.
Aquello era cierto. Y en ese tipo de momentos Guy se preguntaba para que rayos Boxter quería estos días con ellos si no parecía importarle en lo absoluto.
Pero lo dejaría ir. Sentía que ya nada que tuviera que ver con su padre valía la pena juzgar ni preguntarse nada.
──Kelly... ¿Qué se siente estar... "troqueada"?
Mejor le dió por otro lado al pensar que quizás Kelly había quedado afectada de todo aquello y no lo había dicho. Más bien no habían hablado de ello aún.
──No quiero hablar de eso, es horrible. Además... Antes de que pasara todo, sentí un olor familiar...
──¿Familiar?
──Si... Un asqueroso olor. Pero no estoy segura. No quiero decir tonterías. Mis recuerdos son borrosos.
──Bueno... Tranquila. No creo que el mentado Hechicero vuelva a atacarte. No lo permitiré.
