||Treasure|| Ateez

•19•

Estoy bien. Así que si quieres lastimarme, cariño, solo lastimame.
~Shoot me

Capitulo dedicado a: Fern_winter1000
Quien ha estado de principio a fin en esta historia, apoyándome. Sin ti no hubiera sido posible todo esto, te amo ♡

🍰

La puerta se abrió lentamente y el azabache salió casi arrastrando los pies. Lo había visto, estaba seguro de ello, pero su mente aun no podía procesarlo. Su rostro estaba empapado en lagrimas, su garganta dolía al igual que sus puños por el episodio que había tenido hace pocos minutos. Pero su corazón se sentía vacío, había comprendido lo que significaba estar solo. Lo que significaba haber perdido a Choi San.

Cuando alzó la vista, se encontró de frente a Mingi. A un lado, en el piso e inconsciente, estaba Hongjoong.

—¿Disfrutaste la vista?— Preguntó Song tan tranquilo que a Yunho le costó no romperse de nuevo.

—Eres... Un monstruo, Song Mingi.— Escupió Jeong tragándose las lagrimas.

El mencionado no hizo mas que reír con descaro.

—Es una pena que te des cuenta tan tarde.— Murmuró y de inmediato se abalanzó sobre el.

Ambos comenzaron una pelea en la que era evidente que el mayor llevaba la ventaja, pues Yunho ya no tenia fuerza ni ganas de seguir con todo eso, quería rendirse, quería solo un poco de calma.

Mingi dió varios puñetazos en su rostro mientras el menor trataba de defenderse o al menos esquivarlo. Segundos después el profesor lo tomó con fuerza del cabello arrastrándolo así hasta la cocina.

Lo volvió a dejar sin cuidado en el piso para luego inmovilizarlo, lo que sucedió a continuación le hizo activar al azabache todo sentido de alerta.

Song con una mano sostenía sus brazos y con las piernas apresaba las del contrario, sin embargo aun le quedaba una mano libre, con la que empezó a arrancar los ropajes de Jeong lastimandolo en el proceso.

—No... ¡Basta! ¡Por favor, detente! ¡Mingi, por favor!— Gritaba desesperado removiéndose bajo el, tratando de zafarse. Tantos amargos recuerdos llegaban como agujas a su cabeza, no quería volver a vivir algo así.

El mayor hizo caso omiso a los gritos, y cuando estuvo a punto de quitarle el pantalón, Yunho logró liberar una de sus piernas pateándolo con fuerza en el pecho, provocando así que el contrario cayera de espaldas al piso.

No perdió ni un segundo para levantarse y huir, pero cuando apenas iba de vuelta a la sala de estar, fue apresado de nuevo por su atacante quien ahora llevaba un cuchillo en mano. Antes de caer al piso logró divisar que Hongjoong ya no estaba ahí, solo le quedó rezar mentalmente para que su pequeño estuviera a salvo.

—¡Idiota! ¿Crees que puedes contra mi? ¡Te mostrare de lo que soy capaz realmente!— Gritó Song muy cerca de su rostro, escupiéndole en el proceso.

Viéndolo de esa forma, sobre el, mas recuerdos llegaron.

—Nos veremos en el infierno, Jeong.

Susurró Mingi mientras levantaba el cuchillo, con tanto poder, que el menor se sintió intimidado por un segundo, pero lo único que pudo desear en ese momento, fue reencontrase con San algún día.

Aquella maldita pesadilla se estaba volviendo realidad, pero no se asustó. Observaba casi en cámara lenta como aquel filo brillante se acercaba a su pecho.