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El vaso lleno de recuerdos es
      más amargo mientras lo bebo...
                                                   -Coffe

El sol comenzaba a esconderse entre los edificios mas altos, a través de la ventana, podían ver aquellos hermosos colores que iluminaban el cielo, admirar juntos el atardecer se había convertido en la mejor parte del día.

—Las nubes se ven increíbles... Como si hubiera un tesoro en ellas... ¿Yunho?- En rubio se percató de que el mencionado no le estaba prestando real atención, ni lo había escuchado. —Despierta, bebé~

El de cabello azul comenzó a moverse, al ver a su mejor amigo aun junto a el, sus ojos se iluminaron de una forma que solo ellos entendían.

—San~ ¿Dormí demasiado?

—Ni me fijé cuando caíste dormido.

Ambos rieron con su vista en el horizonte, grabando en su memoria los últimos rayos que el sol proyectaba... Y probablemente los últimos que verían juntos.

—Estaba diciendo que las nubes se ven preciosas, cada detalle de ellas esta iluminado de una forma única, como si hubiera un tesoro escondido.

Yunho sintió un nudo en su garganta, amaba cuando San se expresaba de esa forma, pero también lo ponía tan sentimental.

—Mas allá del horizonte... Donde el sol apenas comienza a salir... Donde las flores esperan a ser despertadas... Ahí, yace una montaña, una montaña donde lo malo no es permitido, donde tus sueños esperan, donde encontraras tu tesoro... El camino será largo y difícil, querrás rendirte y regresar... Pero cuando lo tengas entre tus manos, cuando obtengas todo lo que siempre quisiste, todo lo que merecias, sabrás que valió la pena...

San tenia la mirada pérdida en el rostro de su amigo, lágrimas brotaban de sus ojos debido a sus palabras, Yunho le devolvió la mirada y una sonrisa.

—Lo escribí hace unos días pensando en ti... San, tu eres lo único que necesito, tu eres mi tesoro.

El rubio se abalanzó abrazando con fuerza al contrario, dejo salir algunas de las lágrimas que tenia acumuladas, Yunho correspondió sin rechistar. Ambos se sentían enormemente agradecidos de tenerse el uno al otro, con el tiempo habían aprendido muchas cosas, habían reído y llorado, habían visto caer al otro y se habían ayudado, pero siempre estuvieron juntos.

—Se arruinó tu maquillaje.- Señaló el de cabello azul cuando después de unos minutos de levantaron de la cama, el contrario corrió al espejo y soltó una carcajada al verse a si mismo de esa forma. —Dejame ayudarte.

Después de un largo rato, entre bromas, errores y risas, el más alto terminó.

—Listo

San sonrió pero cambio su expresión a sorprendida al mirarse de nuevo al espejo.

—Voy a desmaquillarme al llegar a casa, lo sabes, ¿no?- Inquirió con un poco de pena ya que el resultado había sido increíble. Yunho se encogió de hombros.

—Me hace feliz el hecho de que ya se perfectamente la forma en la que te maquillas, y puedo hacerlo sin equivocarme.

—Me iré ahora.- Avisó el rubio después de recoger un poco el desastre que habían provocado, ya que horas antes habían estado jugando y correteandose.

||Treasure|| AteezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora