||Treasure|| Ateez

•9•

No puedo dar un paso atrás
en este camino sin fin.
Solo hay una oportunidad.
-One shot

La puerta se cerró con brusquedad al mismo tiempo que aquel rubio giraba para ver al mayor, las duras facciones del recién llegado decían muy bien el como se sentía.

—¿Para que me hiciste venir?- La brusca voz de Seonghwa simplemente hizo que Mingi comprobará sus sospechas, el humor del rubio no era el mejor en este momento.

—No entiendo por qué estás tan insoportable...- La calma que portaba la voz del mayor simplemente hizo que el contrario perdiera un poco mas la paciencia.

Seonghwa soltó una carcajada con rabia para después negar, luchando para que sus ojos no derramaran mas lágrimas.

—No estoy para juegos, Mingi, ¿solo me haces perder el tiempo?

Esta vez fue el mayor quien sonrió burlón, cruzó los brazos divertido mientras veía al menor.

—¿Tienes mejores cosas que hacer? ¡Oh, dejame adivinar! Ibas a encerrarte en tu habitación a llorar por...

La oración no fue concluida ya que un objeto se estrelló contra el rostro de Mingi, Seonghwa ya estaba llorando sin darse cuenta.

—¿Quieres ser prudente por al menos una vez en tu miserable vida? ¿Te das cuenta de lo que estas diciendo?

Mingi iba a continuar burlándose, sin embargo el contrario siguió hablando.

—Todo esto está pasando debido a tu maldito plan, no se en que estaba pensando cuando acepté ayudarte...- El rubio comenzó a caminar de un lado a otro mientras rasguñaba con fuerza sus ya lastimados brazos, todos aquellos signos de ansiedad y vulnerabilidad. —Perdí mi novio, lo único que tenía, y tu lo sabías, ¿cómo te atreves a burlarte? Ponte en mi maldito lugar, ¿qué harías si en vez de Yeosang, hubiera sido Hongjoong?

Esa ultima pregunta le hizo helar la sangre a Mingi, el rubio tenia razón, sin Hongjoong enloquecería. El sonido del timbre hizo que ambos se vieran asustados.

—¡Mingi!

La voz ahogada de Hongjoong a través de las paredes les devolvió el alma al cuerpo, sin embargo, Seonghwa no esperó más y salió rápidamente de ahí hasta la parte trasera de la casa, Mingi no se esforzó en detenerlo, sin embargo, sus palabras si lo habían dejado en algo que pensar.

Al escuchar de nuevo a su chico, el mayor corrió hasta la puerta principal, encontrándose a aquel pelirrojo que tanto amaba.

—Mingi~

El menor se abrazó a el en cuanto lo vio, ocultando así su rostro sonrojado y lleno de lágrimas.

Entonces Mingi lo entendió.
Entendió que si algo le pasaba a Hongjoong, el no podría soportarlo.
Entendió que Yunho no era el chico que había lastimado, ahora era alguien cegado por el odio.
Entendió que había declarado la guerra en cuanto se atrevió a tocar a San, y de ahí solo uno saldría vivo.

Pero el lidiaría con todo eso para proteger a su pequeño pelirrojo, aun si eso implicaba hacer cosas que no quería.