•13•

238 38 3
                                    

Quizás el tiempo lo cure todo... Pero me estoy poniendo mas débil.
~Gashina

Silencio.
Era lo único de lo que Wooyoung estaba seguro, aquel lugar estaba sumido en completo silencio, uno abrumador, de esos que te hacen perder la cordura de a poco.

Comenzó a abrir los ojos lentamente, quejándose por lo bajo debido a la intensa luz blanca. Con dificultad cubrió su rostro, queriendo dormir un año entero, o al menos hasta que su cabeza dejara de doler. Sin embargo, antes de sucumbir de nuevo al sueño, se percató de aquella persona que lo miraba.

Cabello oscuro y rostro aniñado, pero en sus ojos había odio puro, eran de un negro tan profundo que Wooyoung se sintió intimidado por unos segundos.

—Y-yo... ¿Hola?- La voz del mayor salió apenas en un débil murmuro sin apartar la mirada de aquel extraño chico, así, se mantuvieron un par de segundos, hasta que el desconocido se movió.

Caminó lentamente hasta salir de la habitación, ahí, observó a Wooyoung un instante y desapareció por el pasillo.

El peligris se quedó completamente confundido, ¿Quién era ese chico? ¿Por qué estaba ahí? Probablemente se esperaba encontrar a Hongjoong... O en su defecto, a Seonghwa, no a un completo extraño.

De pronto, la curiosidad le comenzaba a consumir, ya no tenía nada que perder y tampoco algo a lo que temer... ¿O si?

Wooyoung salió de la camilla, encogiéndose un poco al sentir el frío piso a sus pies, buscó vagamente con la vista su ropa, pero no estaba por ningún lado, tendría que mantenerse únicamente con aquella fría y delgada bata de hospital.

Luego de pensarlo un poco más, salió de la habitación en la que se encontraba, buscando con la mirada a aquel chico, aún para su suerte, lo encontró al final del pasillo, mirándolo con la misma intensidad que antes. Un par de segundos y aquel chico ya no estaba, así el mayor se apresuró a seguirlo para no perder el rastro.

El frío viento se colo entre cada rincon de su cuerpo al llegar a la terraza de aquel gran edificio, miró al rededor completamente confundido, y aún más asustado al escuchar el golpe de la puerta cerrarse. Se acercó rápidamente tratando de abrirla, pero desde fuera resultaba imposible.

—Jung... Wooyoung...

El mencionado no terminaba de sorprenderse, esta noche no era nada usual. Se giró lentamente, encontrandose así a un chico más alto por mucho, con el cabello blanco, sabía perfectamente quien era, pero no sé atrevió a decir ni una palabra.

—¿Qué pasa? ¿Te he dejado sin palabras? Ah, cierto, ahora lo recuerdo, tú no sabes mi nombre.- Inquirió el más alto con una mueca fingida de tristeza.

—S-si... Yo sí sé tu nombre.

El contrario fingió estar vez una expresión sorprendida.

—Vaya... Incluso entre tantos golpes y humillaciones, te diste el tiempo de aprender mi nombre, eres fascinante, Wooyoung.

El menor estaba comenzando a hartarse, además de que ahí hacia demasiado frío para el.

—¿Qué es lo que quieres? Tu me trajiste aquí a propósito, ¿Cierto?

—Incluso eres muy inteligente, te felicito, Wooyoung.- El más alto soltó una carcajada alejándose un par de pasos hacia la cornisa, al llegar ahí observó hacia abajo con cautela.

—¡Incluso ahora sigues siendo tan estupido! No me importa lo que tengas que decir, sácame de aquí.- La furia, era aquel modo de defensa que sus amigos le habían enseñado... Y aquello que lo había llevado a esto.

||Treasure|| AteezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora