AMARTE ES MI OBSESIÓN (+18)

CAPITULO FINAL✓

— Por favor sueltelo —. Mire al guardia, él lentamente lo fue soltando

— Déjenme sola con él —. Mire al doctor

Él asintió con la cabeza acercándose a él y quitando el chaleco, salio primero él y después él guardia, cerraron la puerta con candado.

— ¿Quién eres tú? —. Mire al chico frente a mi

— ¿No me recuerdas? —. En su voz pude escuchar tristeza

— No —. Hable firme

— ¿Aún tienes amnesia? —. Pregunto acercándose a la cama

— Si, he recordado algunas cosas pero no del todo —. Observe como se sentaba

— Te voy a decir la verdad de todo Dalia —. Me miro

— Siéntate —. Con sus ojos señaló un lugar a lado de él

Lo dude por un par de segundos, pero al final accedí al ver que él era mi único recurso para saber la verdad.

— Demian y tú son hermanos mellizos —. Aclaro su garganta

— Los tres íbamos en la misma preparatoria, él y yo eramos mejores amigos —. Sus palabras me sorprendieron

— Él desde que íbamos en la preparatoria te celaba, controlaba, llego a tal punto qué puso tres reglas muy absurdas —. Cruzo sus manos

— ¿Qué reglas? —. Pregunte

— No mirarte, no hablarte y no gustarle a nadie —. Las enumero con sus dedos, cerré los ojos y comencé a recordar lo que me decía

— ¡Estas son las reglas qué deben seguir para no meterse con ella, por que no saben como soy con mis enemigos! —. Reconocí la voz de inmediato

— Claro, ahora lo recuerdo —. Murmuré abriendo los ojos

— ¿Por que tengo amnesia? —. Pregunte

— Demian y tú llegaron a mi casa cuando él se entero que tú yo nos acostamos —. Frunci el ceño confundida

— ¿Tú y yo tuvimos relaciones sexuales? —. Pregunte desconcertada

— Si, yo te lleve aún lugar especial y ahí hicimos el amor —. Tomo mi rostro entre sus manos

— ¿En un bosque? —. Pregunte

— ¡Si, si mi amor! —. Sus ojos brillaron con esperanza

— Sígueme contando —. Aleje mi rostro de sus manos

— ¡Después de que él se entero, comenzamos a discutir hasta llegar a los golpes! —. Se paso las manos por su rostro frustrado

— ¡Tú trataste de intervenir y en un descuido Demian y yo te empujamos! —. Me miro

— ¡Caíste al piso golpeandote la cabeza! —. Sus ojos me demostraban arrepentimiento, ese dolor volvía a inundar mi cabeza

— ¡Ahhh! —. Grite cayendo al piso

Imagenes de mi niñez llegaron, de mis padres, de mis amigos, de Demian.

— ¡Dalia! —. Sentí las manos de Erick tomarme

Recordé el olor a hierba en el bosque, el frío en mi rostro, las caricias de Erick en el bosque.

Cerré los ojos recordando las manos fuertes de Demian, de sus gritos y sus amenazas, recordé lo de la escuela.

De sus besos salvajes, pero mi corazón se detuvo al recordar que él me había violado.

Todo se torno oscuro, perdí el control de mi cuerpo, caí rendida en los brazos de Erick.

(...)

Abrí los ojos de golpe al ver que estaba recostada en una camilla de hospital.

— ¿En donde estoy? —. Le pregunte a la enfermera que estaba ahí

— Usted se desmayo señorita —. Me sonrió con ternura

Me levante poco a poco de la cama, me sorprendí al darme cuenta de que los rayos del sol inundaban la habitación.

— ¿Pase toda la noche aquí? —. La mire

— Así es —. Afirmó

— ¿Donde se encuentra él paciente Erick De La Fuente? —. Me levante por completo, todo me dio vueltas, cerré los ojos y retome cordura

— Al fondo a la derecha —. Me sonrió

— Gracias —. Me di la vuelta y salí de esa habitación

Caminaba con lentitud, me recargaba de la pared, me sentía débil y tenía unas inmensas náuseas.

Miraba el piso, todo había vuelto, me pare de golpe al ver la habitación de Erick.

Mire por la pequeña ventanilla, mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar que él también había sido el culpable de que mis padres murieran.

— ¿Podría abrir? —. Mire al guardia de seguridad

— Si —. Abrió la puerta, Erick alzó la mirada y me observó de arriba hacía abajo

— ¿Cómo te sientes? —. Su miraba era de preocupación

— Bien —. Me recargue en el marco de la puerta

— ¿Por que Demian te encerró aquí? —. Pregunte mientras cruzaba mis brazos

— Cuándo te caíste Demian llamo a la ambulancia, y a la policía —. Se sentó en su cama

— Él me culpo y a mi me llevaron preso al principio, pero después él contrato aún doctor y me metieron aquí —. Hizo sus manos puños

— Él le dijo al juez qué yo padecía de esquizofrenia —. Sus palabras estaban llenas de odio

— Llevo aquí más de tres semanas y es un infierno —. Me miro

— ¡Por favor mi amor sácame de aquí! —. Se levantó, trató de acercarse pero me aleje de él

— ¿Tú fuiste quien causó el accidente de mis padres? —. Un nudo se formó en mi garganta al preguntar

Él se quedó callado, baje la mirada, su silencio me respondió, y entonces una rabia se apoderó de mi cuerpo por completo.

— Tú silencio te delató —. Me acerque a la puerta

— ¡Ahora púdrete como el maldito asesinó qué eres! —. Salí

— ¡Dalia, no! —. Escuche como golpeaba la puerta

— ¡Por favor no me dejes aquí! —. Gritaba desesperado

Me aleje y comence a caminar por todo el pasillo hasta llegar a la salida.

Los rayos del sol calentaron mi rostro con dulzura, ahora seguía yo, yo haría qué Demian pagará por todo el daño que me causó.

Ahora tocaba mi venganza...

                             FIN...