Cuatro meses. Cuatro meses de clases virtuales. Nunca creyeron que esta cuarentena iba a durar tanto.
O bueno, algunas cosas seguirán cerradas hasta que los casos de covid diarios desciendan aún más, pero dieron las muy buenas noticias de que se podrá ir dos o tres días a la semana a la escuela. A esto le llamaron "semi-presencialidad". Actualmente los casos de covid varían de cincuenta a cien por día, y esas son muy buenas noticias, porque significa que las medidas sanitarias que tomaron las autoridades niponas funcionaron. Tomó tiempo, pero funcionaron. No quieren esperar a que se vaya el coronavirus por completo, porque los estudiantes ya perdieron mucho tiempo fuera de las aulas, y las clases se van a terminar en un mes.
El regreso a las aulas fue extraño: ir de tapabocas, mantener una distancia de un metro y medio entre bancos y entre personas, estar cuatro horas en vez de seis, ir un día y al otro clases virtuales... Ya con ver un frasquito de alcohol en gel en una mesa a la entrada del colegio y un trapo para limpiar, ya se daban cuenta de que su amada institución no era la misma desde hace unos meses.
Añadiendo que ir de tapabocas con estos calores insoportables hacía más pesado estar ahí.
Pero estaban tan felices por salir de sus casas que decidieron no pensar en ese detalle. Algunos estaban ansiosos por pisar el salón, sentarse en su banco, ver el pizarrón, ver físicamente al profesor... porque realmente no entendieron nada durante la cuarentena. Y estaban muy nerviosos porque dijeron que en este último mes de clase van a poner un examen "sencillo" de todo lo que se enseñó durante la virtualidad, para poder aprobar el curso completo, y en caso de que no aprueben el examen, se les darán dos semanas más para poder subir la nota, pero si no logran llegar al mínimo aceptable, tendrán que venir dos semanas a clases en verano, y tendrán un examen más (como todos los años).
El cierre de cursos este año va a ser "especial". Jamás se había estado tanto tiempo fuera de las aulas, nunca habían tenido unas pruebas tan fáciles para aprobar el año, nunca tuvieron dos semanas más para subir la nota (si tenías asignaturas bajas te ibas a examen en verano sí o sí). Este año fue difícil para mucha gente, y se les da oportunidades para adquirir los aprendizajes adecuados.
Sólo quería que se acaben las clases de una maldita vez. No querían ver más tareas, exámenes, profesores. Nada. Querían tener paz. Querían descansar y olvidarse de cada cosa que ocurrió en este 2020 tan espantoso...
Afortunadamente a ellos no les tocó enfermarse, o peor aún: perder a un ser querido.
O al menos no por ahora...
Sanae le estaba escribiendo a su amiga Yayoi mientras el profesor llegaba. Ella y Misugi estaban repasando algunas cosas que no recordaban muy bien. Se dio tanto en la virtualidad que a ninguno les quedó todo en la cabeza. Por suerte a Sanae le fue bien en todas las materias y estaba lejos de perder el año, pero otros de sus compañeros, por ejemplo Kisugi, estaban en el horno.
─Te dije, estúpido─ le habló Taki a Kisugi─. Mira, estás apunto de reprobar todas las materias.
Pero Kisugi mostraba un semblante calmado.
─Meh, no te preocupes. Estudio y listo─ hizo un ademán con la mano.
─Jaja, sí, cómo no. No agarraste un lápiz en todo el año. ¿Qué te hace pensar que aprobarás cada examen?─ le preguntó Izawa.
─Igual que como hago siempre: no hago nada en todo el año y al momento de los exámenes finales estudio y preparo los mejores proyectos hasta sacar las mejores notas.
─No hace cómo demonios hace este─ Ishizaki señala a Kisugi─ para tener mejores notas que yo a fin de año si yo trabajo más que él.
─Y bueno, Ishizaki. ¿Qué te puedo decir?─ se encogió de hombros.
─Que eres un tramposo que se rasca el trasero todo el año.
Mientras ellos discutían, Sanae observaba a Tsubasa desde atrás, quien reía con ganas por las peleas de los otros.
─Tsubasa... tenía tantas ganas de ser tu novia este año... De salir, de reír, de ser feliz... Pero el sueño de ambos se arruinó totalmente. Tú no fuiste a Brasil y yo sigo soltera...─ pensó con tristeza─Pero lo bueno de eso es que al menos te puedo seguir viendo─ sonrió levemente.
Tsubasa tenía un sueño: ir a Brasil apenas terminase la primera mitad de su primer año en bachillerato para convertirse en jugador profesional, pero una de las miles de consecuencias que trajo la pandemia fue el cierre de fronteras y la cancelación de casi todos los vuelos. El joven no tuvo de otra que quedarse en Japón hasta que todo mejorase.
El mundo se detuvo de una forma muy abrupta. Es increíble pensar que solía haber tanto movimiento, y ahora casi todo está tan vacío... sin vida...
Pero tenían la esperanza de que pronto se acabará, como dicen: "Nada dura para siempre". Esto no durará para siempre.
Por ahora su propósito era pasar de año y prepararse para recibir aún mejor el 2021 cuando sea Año Nuevo, así evitar que esto se repita de nuevo.
Pero ellos no sabían que la pandemia este año fue sólo un saludo, que el verdadero caos vendría el siguiente año...
ESTÁS LEYENDO
𝗖𝗢𝗥𝗢𝗡𝗔𝗩𝗜𝗥𝗨𝗦 ❱ Capitán Tsubasa (remake) ✔
Hayran KurguLa humanidad vive en paz creyendo que nunca va a atravesar una pandemia como lo fue la Peste Negra o la Gripe Española en épocas pasadas. Qué equivocados que estaban... En el año 2020, la gente entendió lo que es el verdadero distanciamiento social...