Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Oᴄʜᴏ.

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La marca y la ausencia de la beta, esas son las razones por la cual Denis se encuentra inquieto. Al menos, eso creía. Sin embargo, hay un problema mucho más grande. Uno, que ni Denis está dispuesto a asimilar por sí mismo.

Me dí cuenta de ello cuando se quedaba mirando la cristalina agua del océano. En sus ojos no había adoración, el cansancio y la nostalgia era lo único que se reflejaba.

Dievs también lo sabe, pero Denis nunca quiso dejar su puesto y el Alfa no lo obligó.

~Espero que me perdones, Omega.~ susurro y suspiro.

Porque, por más que lo intente, Denis no superará jamás lo vivido hasta ahora, su pasado ya está grabado en lo más profundo de su mente y él, aunque quiera, no podrá desprenderse de ello.

Al igual que yo.

Mis recuerdos siguen impresos en mi cabeza, el olvidar no funciona en nosotros.
Antes podía sacarlos por un tiempo, pero ahora todos aparecen de manera automática.

Acepté ser el guardián de la luna sólo por Denis, confíe en que podríamos superar el pasado, pero no fue así.

Sus recuerdos, los míos.
¿Dónde podríamos ir? Si ya conocemos cada rincón de este mundo.
Hay lugares que pueden ser nuevos para mí, sin embargo, Denis ya los recorrió con alguien más.

Quiero comenzar de nuevo. ¿Pero cómo? Denis no quiere dejar su puesto, no quiere soltar sus recuerdos.

Sólo hay una manera y espero que mi bonito Omega lo entienda y me perdone.

Aunque jamás lo sabrá.

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—Denis, ven un momento.— pido con tono suave.

Estamos en mi casa, el Omega no ha querido irse y estoy más que aliviado, significa que no está incómodo a mi lado.

Él me mira confundido, pero aun así se acerca, se sienta a mi lado y espera a que hable.
El ambiente ha estado algo extraño desde lo sucedido, cada vez que trato de hablar de ello, Denis cambia de tema.

—Lo lamento, si te sientes incómodo puedo irme.— dice al notar mi mirada fija en él.

—No, no, no es nada de eso. Me gusta tenerte aquí.— tomo sus manos y beso cada una.
—Denis, ¿nunca has pensando en dejar atrás esta vida? Dejar tu puesto como guardián del océano, vivir como un humano...

Siento mi corazón latir con fuerza, ¿qué haré si su respuesta es firme?

—¿De que hablas, Alfa?

Kʀɪsᴛɪāɴs ʏ Dᴇɴɪs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora