Bright se movió inquietamente en su asiento mientras esperaba a que su vuelo llegara. Se sentía patético, un cobarde total. Tan sólo esperaba que la boda que la boda pudiera arreglarse de alguna manera.
Sé recargó contra el respaldo y suspiró, apagando su móvil cuando mensajes y mensajes empezaron a llegar uno tras otro. No quería saber nada al respecto. Al parecer en su vida lo que mejor se le daba era arruinar las cosas y a las personas. Debió haberse alejado cuando pudo.
Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas que intentó controlar rápidamente. Suspiró con fuerza y de pronto lo escuchó; alguien gritaba su nombre a lo lejos.
Alzó la mirada creyendo que estaba imaginando cosas cuando las siluetas de Win y Tay aparecieron corriendo entre la multitud de gente que deambulaba por el aeropuerto.
Sé puso en pie, desconcertado, justo cuando Tay empujó a una mujer que pasaba cerca de él hasta que pudo llegar a Bright dando largas zancadas y lo primero que hizo fue darle un puñetazo a la mandíbula.
Bright perdió el equilibrio por la sorpresa y se fue de espaldas hasta caer de regreso a su asiento. Un grito ahogado colectivo se formó alrededor y las voces se alzaron en murmullos mientras todos observaban expectantes. Tay se detuvo y entonces sostuvo su mano con gesto de dolor.
"¡Joder, duele como el infierno! Esto se ve mucho más sencillo en las películas". Se quejó.
"¿Estás bien?". Win apartó a Tay del camino y se acercó a Bright para revisarlo. "¿Por qué hiciste eso?". Preguntó, molesto. "No tenías que golpearlo".
"¡Él planeaba huir y dejarnos toda la joda a nosotros!". Se quejó Tay.
Bright estaba estupefacto, sosteniéndose la barbilla mientras veía a los otros dos discutir. Sus ojos ardieron, llenándose de pesadas lágrimas amargas que finalmente empezaron a caer por sus mejillas. Su pecho se oprimió.
"¿Por qué lloras? ¡Yo debería ser quien esté llorando! Me enviaron a recoger a un cretino súper atractivo que casi me folla con la mirada pero perdió todo el encanto cuando abrió la boca y descubrí que es un jodidos playboy con todos y todas. Luego llego a la casa y me encuentro con todo el caos de la boda. No sé tú pero así no es como planeaba pasar este sábado ¡Estoy así de un ataque de estrés!".
"Cálmate, porfavor". Pidió Win, girando alrededor pues las personas empezaban a lanzarle miradas desconfiadas.
"Lo siento...". Murmuró Bright con pesar. "Es solo que entre en pánico y yo solo...".
"¡Tú nada! Ahora vas a venir con nosotros para arreglar todo este desastre como el club de los ex novios que somos. Seremos los putos héroes de esta historia o me dejo de llamar Tay Vihokratana aka el Sol de Tailandia".
Win rodó los ojos y giró de regreso a Bright quien lloraba e hipaba en medio de sollozos. Sus ojos estaban hinchados y sus labios temblaban. Estaba asustado, obviamente no tenía idea de cómo enmendar sus errores.
Win se acercó lo suficiente como para inclinarse y besarlo suavemente.
Bright tembló y se tensó, quedándose inmóvil mientras era besado con cariño. El beso duró demasiado poco para su gusto pero al menos sirvió para que dejara de llorar. Win le sonrió y Bright juró haberlo visto brillar bajo la luz de algún aura angelical. Todo alrededor de Win era cálido, brillante y acogedor.
"Así está mejor". Dijo el pelinegro, limpiando los restos de lágrimas en las mejillas del otro. "Sabes que te equivocaste, sabes que debes arreglarlo. No tienes que tener miedo, nosotros vamos a ayudarte. Incluso compartiremos la culpa... Los tres".
Tay resopló pero igual asintió a las palabras de Win.
"¿Entonces también me inclino a besarlo o que?". Quiso saber Tay, haciendo el intento de acercarse a Bright.
"Está bien así". Lo detuvo Win, empujandolo hacía atrás.
Bright soltó una risita nerviosa y asintió, poniéndose en pie.
"Gracias". Dijo y se colgó del cuello de ambos, atrayendolos hacia él para un abrazo afectuoso.
"Aquí es donde nos damos el beso de tres". Murmuró Tay.
Bright soltó una carcajada y hundió el rostro en el pecho de Win, olfatenado su aroma mientras sujetaba a Tay cerca. Quería mantener ese sentimiento de apoyo lo más posible.
"Bien, bien". Finalmente el mismo Tay se apartó rompiendo el momento. "Suficiente con esta mierda de telenovela. Me sentía como el jodido protagonista de drama corriendo en cámara lenta a impedir que su crush escapara".
Bright dejó ir a Tay pero se aferró a Win, apretándose más cerca del pelinegro, incapaz de soltarlo. Por suerte Win no hizo el intento de alejarlo, en cambio lo mantuvo cerca con un brazo envuelto alrededor de la cintura de Bright.
"¿Ahora qué?". Preguntó el pelirrojo, su nariz y ojos muy irritados.
"Hay que ir a salvar una boda... O algo así". Sonrió Win.
"Necesito que me reembolsen el boleto de avión". Suspiró Bright.
"No quiero arruinar el momento pero... Veo a un guardia de seguridad del aeropuerto caminando hacia nosotros". Exclamó Tay. "¿Será porque no paganos el boleto de estacionamiento o porque nos aparcamos en doble fila bloquenaod el camino?".
"O porque me diste un puñetazo". Replicó Bright con molestia.
"Caminen lentamente a la salida". Win tomó a Bright de la mano y lo hizo caminar a la salida mientras Tay tomaba la maleta y la arrastraba.
Los ojos del guardia los encontró.
"¡Corran!". Gritó Tay y los tres echaron a correr en medio de carcajadas.
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