𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙨𝙞𝙚𝙩𝙚

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La casa de Win era justo como Bright lo había imaginado. Era grande y simple. Tenía todo los muebles y aparatos necesarios para el día diario, acogedora y cálida pero simple al mismo tiempo. No sabía como explicarlo, simplemente le recordaba mucho la personalidad de Win.

Todo estaba ordenado y limpio. No podía creer que un hombre viviendo solo pudiera tener así de ordenada una casa. Ni siquiera se molesto en fingir que no le emocionaba la idea de husmear alrededor. Siempre había soñado con el momento en que pudiera visitar la casa de Win y ahora lo cumplía.

Había trofeos y reconocimientos de atletismo. Algunos pocos libros de literatura clásica y muchas fotografías de Win y su madre juntos. Bright se tomó un momento para observar cada foto.

Era como una línea del tiempo, desde la mujer embarazada hasta cuando ya tenía a un bebé Win entre sus brazos. Luego pasaba a un Win un poco más grande sin un diente sonriendo a la cámara junto a su madre y luego Win adolescente haciendo muecas mientras su madre lo obligaba a tomarse la foto. De pronto pasaba a fotografías donde la mujer se veía más pálida y acabada. Luego otras donde su larga cabellera oscura ya no estaba pero su sonrisa perduraba.

Al final había una última, ella estaba en una silla de ruedas con tubos de plástico pegados a sus venas y un tanque de oxígeno a su lado mientras Win la llevaba por un pasillo. Ambos sonreían pero en sus miradas se les notaba la tristeza, se estaban despidiendo.

Bright sintió un nudo en la garganta y desvió la mirada hacia Win sintiendo sus ojos cargados de lágrimas. Él le sonrió y extendió los brazos hacia Bright quién corrió a abrazarlo y lloró porque solo eso le quedaba hacer. Ojalá hubiera podido estar con Win en aquel entonces. Si hubiera hecho las cosas de forma correcta él, Gun, Tay, todos habrían podido estar ahí para apoyarlo. No habría tenido que pasar por todo aquello él solo.

"No llores". Pedía Win, abrazándolo con mas fuerza. "Ya todo pasó. Ella ya está descansando y yo estoy bien. Fuimos muy felices".

Cuando menos se dio cuenta Win ya lo había tomado en brazos como a un bebé y había caminado con él hasta tumbarse en la cama. Permanecieron así durante mucho tiempo, simplemente abrazándose sin decir nada. No hubo besos ni intenciones maliciosas, solo eran ellos dos en silencio hasta que Bright habló de nuevo.

"Te amo, siempre te he amado. No sé explicarlo y sonará muy estúpido pero creo que fue amor a primera vista para mí. Desde el día en que Gun nos presentó el mundo tomó un color cálido y alegre a mi alrededor. Te vi y solo pude pensar en lo increíble que sería que me vieras de la misma manera en la que veías a Gun. Lo añoraba. Fui idiota y decidí separarlos porque no quería que Gun te tuviera para él solo".

Win no respondió pero no hacia falta. Bright suspiró y hundió el rostro sobre el pecho del otro sintiendo que un peso enorme caía de sus hombros. De pronto todo desapareció. La culpa, el miedo, las dudas, los reproches... Quizás lo único que debió haber hecho desde el principio fue hablar con la verdad. Ahora finalmente podía respirar en paz.

❮Te perdono Brightie, te perdono❯ se dijo a si mismo, y la voz negativa en el fondo de su cabeza permaneció muy callada y ya nunca más volvió a escucharla.

*

"Solo digo que si van a casarse ni se les ocurra llevarme como "caballero de honor" porque les juro que a ustedes si les arruino la boda". Advirtió Tay. "Ya me tienen hasta la...".

"Lo que Tay quiere decir en realidad es que le alegra mucho que estén juntos". Interrumpió Singto.

Bright y Win se lanzaron una mirada y sonrieron.

𝔼𝕝 ℂ𝕝𝕦𝕓 𝕕𝕖 𝕝𝕠𝕤 𝔼𝕩 ℕ𝕠𝕧𝕚𝕠𝕤「𝕎𝔹」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora