𝘿𝙞𝙚𝙘𝙞𝙣𝙪𝙚𝙫𝙚

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Todo era un caos.

Era el día de la boda y nada estaba en su sitio. Los trajes de la boda estaban extraviados, el vehículo de la florería que llevaría las rosas no estaba, les habían llevado el pastel equivocado.

Bright estaba en una especie de shock mientras veía como Gun hiperventilaba, caminando de un lado a otro.

"No puede estar pasando". Decía en voz baja. "No es que quisiera que fuera perfecto, pero.. Tenía la ilusión de que todo sería...". Gun no pudo seguir hablando cuando los gemelos Puitrakul entraron a la habitación con gesto afligido.

"Los trajes no están hechos a la medida todavía". Dijo First.

"Al parecer se equivocaron en la fecha de entrega. Se supone que iban a entregarlos la próxima semana así que aún no los terminan". Agregó Khao.

Bright se estremeció y dio un paso hacia atrás.

"Tranquilo, Gunnie. Encontraremos otros trajes". Jennie trató de calmarlo.

"¿En menos de seis horas?". Gun se mordió el labio inferior y asintió, cerrando los ojos. "Está bien, saldremos de esta. Nuestros trajes no tienen que ser perfectos".

Pero mentía, en su mente Gun había imaginado su boda como un cuento de hadas. Cualquier persona con la ilusión de casarse deseaba que ese día fuera especial y memorable. Ahora solo era un torbellino de malas noticias.

Singto y Win entraron a la habitación también, sus miradas eran apagadas y cansadas.

"Intentamos rastrear el pedido de las rosas, pero no las encontramos en ninguna parte. Es como si la tierra se hubiese tragado el auto en el que venían". Explicó Singto quien todavía andaba en pijama.

"Está bien... Las rosas no son importantes". Suspiró Gun, tratando de mantenerse en calma.

Bright retrocedió un paso más y entonces la mano de Win lo tomó del brazo con fuerza, moviéndolo hasta sacarlo de la habitación. Win lo recorrió de arriba a bajo tras un momento.

"¿Tuviste algo que ver en todo esto?". Preguntó directamente.

Bright tembló, sus ojos lo delataban. Win cambió su expresión a una de profunda molestia.

"¿Por qué hiciste algo tan infantil? ¿Por qué no lo dijiste desde antes de que este día llegara? Pudimos haber hecho algo, pero ahora todo esta...".

Bright se liberó del agarre y retrocedió. El pelirrojo no pudo responder nada al respecto y en cambio salió huyendo.

Corrió hasta subir las escaleras de dos en dos y brinco al interior de su habitación sin aliento. Sus dedos se sentían fríos contra la puerta mientras tomaba aire repetidas veces. Todo era su culpa, le decía su conciencia.

Se sentía sofocado en ese lugar. Caminó hacia la ventana que daba al jardín trasero. Abajo se organizaba todo lo que tenía que ver con las decoraciones y la comida, Mild dirigía cada movimiento, sin embargo, estaba teniendo complicaciones debido a todo lo que hacía falta. Era como si el universo entero estuviera conspirando para que esa boda no se llevara a cabo.

Decidido, buscó su maleta y echó dentro todo lo que había llevado para ese trágico viaje. Arrojó cada cosa que encontró sin importarle si estaba bien organizado o no y salió disparado a la salida tratando de pasar desapercibido.

Justo cuando estaba frente a la puerta de la salida, ésta se abrió de golpe y Tay entró echando fuego, literalmente.

"¡Cinco minutos, solo pasé cinco minutos con ese tipo y ya lo odio!". Rugió molesto.

𝔼𝕝 ℂ𝕝𝕦𝕓 𝕕𝕖 𝕝𝕠𝕤 𝔼𝕩 ℕ𝕠𝕧𝕚𝕠𝕤「𝕎𝔹」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora