Cada flor tiene un significado, cada uno de sus pétalos, tamaño y color hace única su forma y manera de expresar. Conoces el significado de las flores, pero porque parece que te cuesta saber que quiero demostrarte a través de ellas.
Estaba muy feliz hoy. Mire mi escultura, solo me quedaba terminar de pintarla y poner las mariposas y las flores. El resultado estaba quedando muy bien, cosa que me hacía sentir mucho mejor y más motivada a terminarla.
–Eunji.– mire sobre mi hombro al notar el llamado. Me quite el audifono del oído y le preste atención al morocho. Ya no me sorprendía verlo de la nada, desde que comenzó el proyecto aveces solía venir para detallar lo que necesitaba de su boceto. –Te interrumpo? Necesito solo dibujar tu perfil, uno de mis compañeros se recargo en el cuaderno y el grafito se corrió un poco.
–Esta bien.– asenti y el chico se sentó en una silla donde me podía ver. –Como vas con tu escultura? Quiero verla.
–Solo tengo que terminar el perfil y estará lista para pintar, espero que te guste. Pero quiero que la veas cuando esté terminada.
–No es justo, tú estás viendo la mía sin terminar.
–No suelo prestarle atención a tu escultura, solo te miro a ti, pero esperaré a verla terminada también. – si, se que el se refería a que me miraba solo a mi por su proyecto, pero negar que no sentí mi estómago revolverse y mi rostro calentarse con esas palabras sería como decir que Changbin no tiene ni un tatuaje.
–No estoy bromeando, la escultura de Minho se parece mucho a Eunji. Como si la estuviera haciendo a ella.– mi amigo Jisung se veía muy sorprendido por haber notado eso.
–Si, bueno, tal vez porque realmente la está haciendo a ella?– Jeongin lo miro negando mientras se comía su rebanada de pizza de un bocado.
–Estoy seguro de que si.
–No, Jisung. Literalmente está haciendo a Eunji, la escultura de Minho es Eunji.– Bin lo miro negando divertido.
–Eres muy olvidadizo Hannie– lo mire y negué relajando los hombros. –Ya te lo había dicho, Minho me pidió ser su modelo para su escultura.
–Oh! Ya están saliendo entonces?.– yo negué de inmediato. –Entonces porque?.
–No lo se.– lo mire.
–Por dios, la mayoría de personas en la universidad son mujeres, porque justo a ti te quiere para su escultura que, además, déjame recordarte, se trata de amor.– mi amigo me miro negando.
–No lo se, no quiero hacerme ilusiones.
–No son ilusiones, es una realidad.– Changbin me miró dando palmadas en mi cabeza. –Le gustas a Minho, no seas tan lenta.
🌼🌼🌼
Hoy el trabajo estaba tranquilo, estuve pensando en las palabras que mis amigos me dijeron, sentía mi cabeza llenarse cada vez más de dudas.
–Hey, te llama Minho.– Seungmin me miró y guiño un ojo cuando llegó afuera donde estaba acomodando las bolsas con hojas de flores. Asenti al castaño y entre al local llendo hasta donde el morocho suele trabajar, una vez que ahí estaba el me miró con una sonrisa tomando unas flores rosadas.
–Necesito el último detalle para mí escultura, puedo?– el acerco las flores a mi cabeza.
–Si..– mientras el comenzaba a acomodar las flores alrededor de mi cabeza creando una corona de flores yo lo miraba embobada. Mire su lunar en su nariz, era lindo y daban ganas de tocarlo. Note que tomo flores rosadas, las cuales representaban cosas sobre amor, en especial la corona estaba llena de gerberas fucsia, un color rosado ni muy claro ni muy oscuro. Está flor significa pasión juvenil y amor primaveral.
–Se ve bien.– escuché murmurar al morocho una vez que ponía un poco de listos entre la corona para asegurar las flores.
–Minho.– murmuré igual.
–Dime.
–Porque me escogiste de modelo para tu escultura?.– sentía que podía tomar mi corazón con mi mano y lanzarlo si seguía latiendo tan fuerte, en especial cuando la mirada concentrada y brillante del chico bajo de mi cabeza a mis ojos.
–Bueno..creo que eras la persona perfecta para mí escultura.– el respondió tranquilamente, lo dejaría ahí pero recordé las palabras de Jisung.
–Pero la escultura es para representar amor, y estás usando flores rosadas. Entonces– mi boca se cerró al sentir como Minho rosaba suavemente su nariz con la mía y soltaba una pequeña risa.
–Jisung tenía razón, eres un poco lenta. Ya termine.– me quedé perpleja en mi lugar por las acciones y la hermosa sonrisa con la que me miró, nisiquiera presente atención en sus palabras. No era capaz de hablar de nuevo. En realidad no me sentí capaz ni de dirigirle la mirada al morocho el resto del tiempo en el trabajo.
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