𝐻𝑖𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠

Aliados

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. 𝙲𝚊𝚙. 7

Aunque sus hermanos se acercaron a mirar no le ayudaron en lo más mínimo, salvo que Diego sacó sus cuchillos del cuerpo de ella y sigo mirándola esperando que se levantara y dejará de quejarse, al ver que eso no ocurría Reginald tuvo que acercarse también.

-Deja de quejarte, tu regeneración es mas rapida te recuperaras de eso en un par de minutos-

-Como... ¡¡aaaaggh!! Como quieres que... ¡¡Aaaayy mierda!!-

Se quejaba ella pero cada que quería responderle a su padre el dolor en la espalda le imposibilitaba completar una frase, era cierto sentía los tejidos de su cuerpo volver a cerrarse sin necesidad de puntadas o antiséptico, si esto era tener poderes definitivamente le costaría acostumbrarse, pasaron unos segundos y el dolor comenzó a cesar, Éride se incorporó y mirando con desaprobación a todos, que le devolvían una mirada sin comprender porque tanto "drama".

-No piensas decirle algo al respecto?- Se quejó la rubia señalando a Diego

-Buen trabajo número 2- Dijo Reginald, cuando la chica estaba a punto de protestar él siguió hablando -Todos los demás vuelvan a a lo suyo solo quiero a un ganador de cada pareja-

Los chicos reanudaron sus peleas dejando a ella con su padre

-Esto es algo a lo que deberás acostumbrarte. Los criminales que enfrentan tus hermanos en cada misión jamás se detienen ni tienen piedad con ellos, lógicamente tú que eres mayor corres el doble de riesgo-

-¡¡¿¿Pero es que acaso no te importa que ellos puedan lesionarse o salir gravemente heridos??!!- Se quejó estupefacta por la frialdad con que Reginald miraba a los chicos, como si solo fuesen un pedazo de carne que debían entrenar y podían morir como si aquello no valiera nada

-Para eso está Grace, tenemos muy avanzada medicina y tecnología para curarlos, también para tí, pero tú no la necesitarás tanto-

-Wow que reconfortante- dijo ella rodando los ojos con tanto sarcasmo que no había manera de no notarlo.

-Entra, tu entrenamiento ya ha concluido por hoy-

La chica se dirigió a paso lento al interior de la casa mientras aún escuchaba detrás de ella los sonidos de pelea que venían de sus hermanos en combate, Grace amablemente le ofreció un vaso con jugo y al por fin encontrarse en el salón principal se dejó caer sobre uno de los sillones con pesadez.

-¡Que bueno, ya has terminado!- Habló con emoción Vanya que interrumpió sus lecciones de violín para felicitar a su hermana mayor -¿Ganaste? ¿contra quien peleaste? ¿Te hicieron daño?- interrogó la castaña con efusividad.

-En realidad fui la primera en perder, Diego me lanzo unos cuchillos a la espalda y ya no puede más-

-¡Ouh! Lo lamento-

-No importa al parecer eso podría ser cosa de todos los días-

-¡Ojalá!... Bueno me refiero a que es mejor que te enfrentes a él, las peores peleas son contra Ben pero él siempre se deja ganar a menos que en verdad lo hagan enojar-

La joven Vanya se sentó en el sofá junto a ella mientras su mirada reflejaba toda la ilusión que sentía por las labores de sus hermanos en las cuales ella no tenía ni la más mínima posibilidad de participar.

-¿Y tú cómo sabes eso?- Cuestiono Éride

-Los he observado, además suelo escucharlos hablar después del entrenamiento y ha habido varias cosas similares en sus quejas-

-Vaya... Oye y si me ayudas a conocer sus puntos débiles?-

-En verdad?- dijo con emoción Vanya, nunca antes le habían pedido su ayuda y ahora ésto era como formar parte del equipo indirectamente.

-Claro eso me seria muy util, a cambio te daré lo que tu quieras lo juro-

-No tienes que darme nada-

No había pizca de malicia en Vanya, siempre había sido así de dulce y amistosa, era de esas pocas personas de toda la casa en las que podías confiar. El resto del tiempo antes de que los demás terminarán se la pasaron conversando sobre patrones de pelea que fueron un excelente material para usar cuando se necesitara.

Los siguientes en entrar fueron Diego y Cinco pero no comentaron quien había ganado sin embargo su aspecto era agotado y sucio, luego les siguió Allison y Klaus, donde al parecer y como era de esperarse quien había salido victoriosa había sido la morena, aunque había algunos golpes que aún sangraban en su rostro por lo que al menos podía deducir que Klaus se había defendido todo lo que pudo. Los últimos en entrar fueron Luther y Ben donde debido a los quejidos narcisistas de Luther todos supieron que Ben había ganado y aquello enfadaba de sobremanera al rubio.

-Suban y dense una ducha, el entrenamiento ha terminado por hoy- dijo Pogo con voz calmada anunciando las órdenes de su padre que aun no entraba a la casa.

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