𝐻𝑖𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠

Run boy run - La partida de Cinco...

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.                          𝙲𝚊𝚙. 8

Los meses siguientes consistieron en el mismo estilo de entrenamiento; a momentos resultaban más difíciles pero poco a poco Eride se acostumbró a ellos, tenía que adaptarse aunque aquello significaba dar el máximo de esfuerzo en todo. La chica se había negado a dejar sus clases de natación pero paulatinamente tuvo que suspenderlas pues cuando había “misiones” le costaba demasiado seguir con sus actividades favoritas.

Tuvo que someterse al régimen de disciplina de su padre, realizarse el tatuaje con una sombrilla y usar el uniforme siempre, alimentarse a los horarios indicados, escuchar los sermones filosóficos de Reginald, tener solo 30 minutos de tiempo libre al dia, dormir conectada a todo tipo de aparatos y demás cosas.

Aunque inconscientemente todo eso le hacía sentirse “bien recibida” por su familia, así que no protestaba demasiado, aunque había tenido un par de discusiones con Reginald sobre la manera en que exponía a sus hermanos a esos riesgos, pero luego de varias peleas terminaba cediendo o viéndose forzada a no decir más. Todos los demás sentían una pequeña pero no dicha, admiración, ya que era la única de la casa que se atrevía a debatir con el señor Hargreeves, tal vez era porque ella realmente compartía un lazo de sangre con él, o quizá simplemente luego de tanto daño que le había causado ya no tenía nada por perder.

Pero la verdad era que tenía demasiadas cosas en juego, para ella no había nada más que quisiera en el mundo que a sus hermanos, y obviamente a su madre (aunque fuese un robot) esperaba el día en ver realizados a sus hermanos, verlos salir de aquella vida y ser realmente lo que querían. Sin embargo jamás imaginó que no llegaría a ver nada de eso…

En las batallas Cinco, Diego y ella se habían vuelto muy unidos, a momentos formaban equipo para luchar y vencer a los otros, esto claro jamás hubiera resultado posible de no ser por lo mucho que Vanya admiraba las habilidades de pelea de sus hermanos, y así está información era precisa en combate.

En una ocasión cuando aquel trío se preparaba para su día alistándose en sus habitaciones las disputas comenzaron, porque claro, no por llevarse bien en entrenamientos quería decir que se llevarán bien todo el tiempo, de hecho, en general discutían bastante…

-Solo digo que Éri podría vencerte fácilmente-  Decía Diego dando el tema por cerrado luego de 2 horas de discusión.

Su tartamudeo había mejorado muchísimo gracias a la ayuda de Grace aunque aún si se ponía nervioso llegaba a tener regresiones en su lenguaje.

-Y yo solo digo que la idealizas porque es físicamente igual a mamá- Dijo Cinco ignorando la competencia no acordada entre él y la chica.

-Estoy hablando enserio, ¿por qué nunca quieres pelear con ella?-

-No me parece necesario, consideró que cómo muchos dicen "a tus enemigos debes tenerlos más cerca"-

-O sea que para tí… ella es una "enemiga"-

-No exactamente pero…-

-¡Ey! ¿Qué están haciendo?- Dijo Éride llegando junto a ellos mientras se sujetaba el cabello en una coleta alta.

-Cinco no quiere pelear contigo porque tiene miedo-

-¡No tengo miedo! No quiero hacerlo y punto- La exasperación y el… ¿Enojo? Era apreciable en su rostro.

La joven solo sonrió altanera y agregó para seguir incentivando la disputa.

-No quieres hacerlo porque yo te ganaría, porque sabes que hay algo que yo puedo hacer fácilmente y tú no-