Un nuevo lider

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. 𝙲𝚊𝚙. 15

Éride sabía que Cinco seguía atrapado en el apocalipsis y aquello era lo único que le daba un incentivo para levantarse todas las mañanas decidida no solo a entrenar sino a volverse la mejor de todos, durante meses Reginald la ponía a prueba, casi al punto de buscar que se rindiera pero ella no decaía, continuaba firme en sus convicciones.

Su padre había optado por recompensarle con que cada noche después de cenar mientras los demás niños de la academia dormían, a ella le ponía doble entrenamiento pero completamente enfocado a desarrollar sus habilidades de velocista.

La chica había logrado ya dominar la intangibilidad, al vibrar sus moléculas con rapidez podía no solo ella ser intangible sino también transmitir aquello a otros objetos, o si era en menor rapidez podía destruir objetos y demás, también ahora podía crear torbellinos de aire ya fuese con los brazos o corriendo en círculos al rededor de cierto lugar. Así cómo respecto al tiempo por fin había podido retroceder al menos dos días al correr. Aún había mucho más que mostrarle pero Reginald se daba por bien servido con eso para empezar a confiar en ella para completar misiones por si sola.

Empezaba a encargarse de algunas misiones a las que Reginald no dejaba que los niños acudieran, debía admitir que Éride al ser más grande era más responsable y se le facilitaba trabajar sola, aquello provocó el coraje quizá hasta odio por parte de Luther, pues se sentía desplazado y hasta inútil cuando; dependiendo la misión; su padre enviaba solo a la velocista y los otros 5 chicos se quedaban a entrenar, además ese tipo de cosas provocó muchos cambios en la familia, pues Éride y Reginald se volvieron los únicos autorizados para "hablar en la mesa" durante las horas de comida, pues en esos momentos se comunicaban sobre nuevas estrategias de planeación y ataque, así cómo hablaban sobre el "Plan C." Nadie sabía a qué se referían y aunque muchas veces Klaus y Diego intentaron sacarle información a Pogo, jamás lograron saberlo.

Ese día habían pasado unas dos horas después de entrenar, Éride salía de su habitación secando su largo cabello rubio y ajustando el traje negro de cuero pues quería ir al sótano de la mansión a terminar de estratificar los últimos detalles del plan para traer a Cinco de vuelta, en la pared un calendario que marcaba la fecha 15 de Octubre, la cual llegaba en 12 días, ese era el día exacto en que intentaría viajar en el tiempo para encontrarse con Cinco en el apocalipsis, si sus cuentas eran correctas llegaría a ese lugubre escenario justo tres minutos después de que el disparo en sus manos había evitado que ambos volvieran y todos esos meses que Reginald la había entrenado no afectarían en nada a la línea temporal de nadie.

Antes de tomar el elevador al sótano Luther le impidió el paso poniéndose frente a ella.

-¿A dónde vas?-

-Tengo cosas que hacer.-

-¿Qué cosas?-

-Cosas privadas que no son de tu incumbencia-

-Claro que me incumben porque soy el líder del equipo-

-Yo no pertenezco a tu equipo-

La chica dio un empujón sobre el hombro de su hermano para quitarlo de su caminó, para ella no era ningún secreto que había una rivalidad y enemistad entre ambos. Luther le devolvió el empujón pero de manera más brusca al punto de hacerle retroceder dos pasos a ella. No se necesito más para iniciar una pelea, Éride le golpeó con un puñetazo en el rostro y Luther devolvió el golpe en la boca del estómago de ella.

Ambos se golpeaban o esquivaban los golpes hasta que Luther dio un golpe que iría directo a la cara de la chica pero ella se quitó y lanzó una patada a sus rodillas haciéndolo caer al suelo, el sonido provocó que en cosa de nada sus hermanos llegarán al lugar para presenciar el enfrentamiento.

-Pégale! Pégale!!- gritaba Klaus alentando la pelea pero sin tomar partido de nadie.

-Luther, basta papá va a regañarte- decía Allison.

-Tu puedes Eri, golpealo- alentaba el conflicto Diego mientras que Ben solo se quedaba recargado sobre una de las paredes mirando a sus hermanos.

-¿¡QUÉ ESTA PASANDO AQUÍ!?-

Grito Sr. Reginald al llegar hasta la zona de pelea. Luther se alejó rápidamente de Éride y se colocó en posición de firmes, mientras que la chica se enderezó más despacio limpiando un ligero hilo de sangre de la comisura de su boca y se acomodaba el cabello.

-Ella...-

-Ella empezó? Luther creo que te he entrenado lo suficientemente bien cómo para que salgas con actitudes tan infantiles echándole la culpa a tu oponente, ya no tienes 7 años.-

El rubio chico se quedó callado unos segundos para después de la nada explotar diciendo todo lo que le molestaba.

-Y de qué me sirve que me entrenes bien? De qué sirve que yo sea el líder del equipo si tú hija es la más importante para ti?! La mandas a misiones a ella sola! Acuerdan cosas ustedes dos sin contemplar nuestra opinión!. Se tratan como iguales y tú siempre nos has tratado a nosotros como tus conejos de indias a los que puedes sacrificar en misiones básicas y sin importancia.-

-Mis poderes están más desarrollados que los tuyos, es por eso que me envía sola- Respondió ella en un tono más calmado que su hermano.

-Y cómo se supone que desarrolle más mis poderes si estoy ocupado controlando al resto del equipo? En qué momento debo entrenar mis poderes?, en la madrugada?- dijo esto último sarcástico

-Yo lo hago- respondió Eri encogiendose de hombros.

Reginald les miraba intermitente de uno a otro así cómo las expresiones de los otros espectadores.

-Ambos tienen razón- dijo el señor, lo que sorprendió a los demás pero continúo hablando -y justo eso me hace tomar una nueva decisión, Éride estarás a cargo del equipo, eres la nueva líder hasta que Luther dé al menos el 80% de sus habilidades.-

-QUÉ!!??- gritaron al unísono.

-Cómo puedo saber que ya he dado cierto porcentaje de mis poderes?-

-Eso lo determinó yo, pero si quieres un ejemplo... Pues te diré qué hasta que no logres levantar del suelo una casa pequeña con una sola mano no estaré conforme con tus poderes.-

Luther abrió la boca entre sorprendido y con ganas de discutir pero el señor siguió hablando está vez a su hija.

-Demuestrame que puedes con el equipo y haremos cambios en el trato que hicimos cuando volviste-

Ella asintió con la cabeza, su padre dió media vuelta retirándose del lugar dejándolos ahora a las indicaciones de la muchacha. Solo Luther y Allison se retiraron de mal humor, mientras que los otros chicos le dieron palabras de aliento.

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𝐻𝑖𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora