El dolor se vuelve poder

451 27 1
                                    

*╔═════❖•ೋ° °ೋ•❖═════╗*
,  (¯'·.¸¸.-> 𝐻𝑖𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠 <-.¸¸.·´¯)  ,
.                          𝙲𝚊𝚙. 4

La chica salió de la academia cómo todos los días, tomando el camino a aquella escuela, pero esta ocasión existía una gran diferencia pues un automóvil negro le seguía a una distancia moderada, la joven estaba tan concentrada en sus pensamientos que ni siquiera notó aquello. Una vez dentro de la escuela saludo cómo de costumbre a sus compañeros para luego dirigirse a los vestidores y prepararse, lo siguiente resulto natural y común, el profesor les indico el calentamiento para luego ponerles a competir entre ellos.

Al parecer la distracción en la mente de la chica no desaparecía y eso le estaba costando quedar en ultimo lugar en cada vuelta, llena de fastidio salió de la alberca donde su profesor fue demasiado severo con ella, o al menos lo suficiente para volverle hacer sentir incomoda a la joven.

-Hoy no estás dando el máximo, sabes que requieres darlo todo, esto no es un juego, requieres diciplina y concentración-

-lo sé, lo sé, pero es que…-

-“es que” nada, las competencias están cerca y debes concentrarte-

-sí, pero…-

-Sin “peros” vuelve a la alberca y hazlo, es una orden-

La chica obedeció de mala gana, entrando con un simple clavado, tomando impulso, pronto aquel regaño y los de su padre se hicieron presentes en su mente.

_”es una orden” “crees tener la edad para eso” “es que nada” “cállate numero cuatro” “eres una infantil” “no sirves para la academia” “tus hermanos tienen algo importante” _

Las voces no cesaban y el fastidio comenzaba a llenarle en el interior, sentía coraje pues le molestaba que su padre no le tomase en cuenta a excepción de cuando debía regañarle.
Cada brazada era mas fuerte, el agua se movía con rapidez cuando ella avanzaba, los pataleos cargados de energía hacían salpicar el agua, supo que aquello le valdría un nuevo regaño del profesor lo que le enfado aún más pues ya sentía venir aquel tormento.
Ni siquiera fue consciente del momento en que sus compañeros cesaron el vaivén dentro de la alberca, estaba sumamente concentrada, tocaba la pared de la alberca con la mano y acto seguido daba vuelta sobre si para redireccionar el nado, pronto el movimiento fue demasiado rápido pero ella no lo notó, hasta que sintió el aire de sus pulmones estar al límite, por lo que salió apresuradamente del agua para tomar aire, en cuanto hizo aquello se topó con todas las personas del lugar mirándole con atención y asombro.

-¿Como hiciste eso?- pregunto el instructor

-¿Hacer que?-

-Como nadaste tan rápido-

-No lo hice-

-Que no lo… Éri… diste aproximadamente 194 vueltas en 1.3 minutos…. Bueno… eso desde que empezamos a contar, pero…

-¿Qué? No… eso no es posible, el cuerpo humano no puede hacer eso-

Se escuso ella mientras quitaba los googles de su vista para ver mejor a los demás, literalmente no había persona que no le estuviese prestando atención. Entré la multitud de espectadores se topó con nada mas y nada menos que su padre, el cual iba acompañado por Pogo, sabia que eso no terminaría bien así que en un acto inmaduro se dejo hundir en la alberca con demasiada pena como para seguir observando a los demás.

No se volvió a tocar el tema, aunque los demás le veían con atención por si sucedía aquello nuevamente, pero Éride no volvió a darles ningún espectáculo, se limito a nadar lo más “normal” que podía, concentrándose en hacerlo “lentamente”. La práctica termino y se dispuso a salir lo mas pronto posible sin mirar a nadie, fue consiente de los cuchicheos y palabras de los demás a sus espaldas, pero no argumento nada, cuando estaba por cruzar la ultima puerta de salida la figura de su padre estaba esperándole con paciencia.

-No pienso hablar de ello- dijo la rubia con rapidez y seriedad

-No te estoy preguntando si quieres hablar de ello, sube al auto-

-No gracias-

-Es una orden-

-¡Una orden! ¡Una orden! Carajo todo es una “orden” el día de hoy- exploto la chica gritando y moviendo las manos a sus lados para exagerar su expresiones -Nunca me prestas una mierda de atención…-

-No me hables de esa manera-

-…y ahora resulta que si te intereso-

-Siempre me ha interesado si posees alguna cualidad que…-

-No mientas, me odias, ni siquiera te agrado, toda la vida me has querido lejos hasta me alejabas de mi propia madre-

-No te permito que hables de ella-

-¿No me permites? ¿No me permites? ¡O vaya! no recuerdo cuando te pregunte si podía o no expresarme de MI PROPIA MADRE, ¿Es que no lo entiendes? ¿No te das cuenta de toda la mierda que me has…? -

-Cállate y sube al auto, no discutiré contigo y menos frente a los demás- hablo él con tal tranquilidad que la chica no supo responder, ella estaba hecha una furia y la seriedad de su padre le molestaba más, miró a los lados percatándose de que la gente comenzaba a mirarle con intriga, agachando la cabeza con vergüenza subió al auto de mala gana, una vez estuvieron todos dentro inicio el camino de regreso a casa.
Nadie hablo al respecto, simplemente se dirigían miradas cautelosas a la espera de quien sería el primero en romper el incomodo silencio, pero eso jamás ocurrió, hasta llegar a la casa, antes de que cualquiera se dispusiera a bajar, Sr. Reginald hablo con voz fría dejando el tema por cerrado y sin apertura a replicar.

-Mañana iniciara tu entrenamiento, junto a tus hermanos-

*╚═════❖•ೋ° °ೋ•❖═════╝*

𝐻𝑖𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝐻𝑎𝑟𝑔𝑟𝑒𝑒𝑣𝑒𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora