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El día soleado se reflejaba a través de la ventana; un clima agradable daba la sensación por aquellos pasillos del internado Pledis, un internado para estudiantes de bachillerato y universidad, el instituto más reconocido de todo Seúl

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El día soleado se reflejaba a través de la ventana; un clima agradable daba la sensación por aquellos pasillos del internado Pledis, un internado para estudiantes de bachillerato y universidad, el instituto más reconocido de todo Seúl. Donde las reglas no eran respetadas por los alumnos, el lugar perfecto para vivir esta etapa, ya que se había acordado de que el mismo instituto tuviera establecimientos para que los alumnos puedan convivir fuera de sus horarios de clase. Era una ciudad hecha solo para alumnos. El instituto estaba formado por dos campus enormes, uno para los universitarios y el otro para los preuniversitarios; dentro de los campus se encontraban los planteles educativos donde los alumnos tomaban clases; y por último se encontraban los dormitorios. El internado también contaba con lugares de diversión y entretenimiento; una biblioteca con una cafetería, canchas y gimnasios de deportes, una estancia para jugar videojuegos, y lo que más les encantaba a los estudiantes, salas especializadas para ver películas; como aquellas que recién se estrenaban en cines. Todo esto conformaba el instituto, y eso, era lo que Mingyu amaba, claro, también estaba la idea de amar a su mejor amigo.

Mingyu es un estudiante normal con calificaciones medias, era miembro de lo que llamaban consejo estudiantil, aquellos estudiantes encargados de mantener el orden entre los dormitorios y los planteles educativos, siendo parte de ello se sabía que Mingyu no tenías las mejores calificaciones, notas excelentes y notas bajas, era su rutina. El consejo estudiantil estaba conformado por los alumnos con mejores calificaciones, y él era la excepción; las reglas para Mingyu no eran válidas, y sin embargo las respetaba. Mingyu podía ser el estudiante más impredecible, pero sus sentimientos no concordaban con su personalidad. Estaba enamorado de su mejor amigo, Wonwoo, era un amor no correspondido gracias a que el chico era demasiado despistado a la hora de saber si alguien estaba enamorado de él. Nunca ha prestado atención a los sentimientos de Mingyu, y eso le agradaba a él, ya que no estaría dispuesto a ser rechazado o peor aún, perder a su mejor amigo. Wonwoo era uno de los mejores estudiantes, no solo compartía amistad con Mingyu, sino que también era miembro del consejo estudiantil, prácticamente pasaban la mayoría del tiempo juntos, estaban acostumbrados a ser así.

Se encontraban en clase, Wonwoo platicaba muy cómodo con sus amigos, reía mientras contaban chistes y anécdotas que ha vivido durante su vida, para Mingyu, Wonwoo la mejor sonrisa del mundo, por eso se encontraba en su lugar observando como su mejor amigo sonreía mientras él tenía un rostro de un joven enamorado; en su mano que estaba apoyada a la mesa dejaba recargar su cabeza. Wonwoo bien podría ser el chico más inteligente del universo, pero a la vez el más despistado, a él se le tendría que decir todo directamente o terminaría fracasando en un intento de conquista. Mingyu lo sabía, así que podía demostrar demasiado su amor hacía él y Wonwoo no lo notaría.

—Si sigues mirándolo de esa manera no dudo en que termines dando un agujero en su pecho. –Mingyu levantó la vista a su amigo, Seungcheol, él era el único que sabía de sus sentimientos por Wonwoo. Después de Wonwoo, Seungcheol era el segundo que conocía a la perfección a Mingyu, además de que sabía algunos secretos que Wonwoo no, y que era el presidente del consejo estudiantil universitario. Seungcheol acercó una silla a dónde Mingyu, él posicionó las manos sobre el pupitre mirando fijamente a Seungcheol.– ¿Cuándo le dirás?

PLEDIS School - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora