XVII

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La madre de Mingyu acomodó unas cobijas en el suelo, con la intención de que su hijo durmiera ahí, y que Wonwoo tenga la cómoda cama de Mingyu

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La madre de Mingyu acomodó unas cobijas en el suelo, con la intención de que su hijo durmiera ahí, y que Wonwoo tenga la cómoda cama de Mingyu. El menor siempre se preguntaba porque cuando había visitas era Mingyu quien tenía que pagar las consecuencias.

—Usualmente las madres dejan que sus hijos duerman en sus camas. –reclamaba Mingyu mientras la señora Kim acomodaba todo; Wonwoo ya estaba acomodado en su cama viendo la divertida escena– ¿Por lo menos podrías traer algo mas cómodo?

—Suficiente tienes con dormir aquí, estaba a punto de mandarte a la sala. –la mujer dejó todo en su lugar, para caminar a la salida– Wonwoo, cariño, si ocupas algo puedes decirme.

—Gracias, señora Kim. –la mujer abandonó la habitación, Mingyu se acercó a la puerta para cerrarla bajo llave. Se acercó a su cama para acostarse a lado de Wonwoo– ¿Qué haces? Tu madre dijo que dormirías en el suelo.

—Olvídalo, si quieres hazlo tú. –Wonwoo comenzó a reír por lo tierno que se veía Mingyu haciendo berrinche– Debería contestar lo mensajes. –tomó su celular para
revisar teniendo llamadas perdidas de su novio, algunas de Jeonghan y otras de Seungcheol. Wonwoo tomó su celular para apagarlo– Wonwoo.

—Solo una noche más. –dijo para subirse encima de Mingyu– Solo olvídate de la gente por esta noche, mañana tengo que regresar a casa; haz lo que quieras después.

El celular comenzó a escuchar, gracias a esto, Wonwoo se despertó

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El celular comenzó a escuchar, gracias a esto, Wonwoo se despertó. Buscó su celular, eran alrededor de las siete de la mañana. Respondió la llamada que le pertenecía a su madre, era hora de volver a casa. Habló con ella sobre dónde se encontraba y con quién; le prometió que esa tarde estaría en casa. Terminó la llamada en cuestión de minutos. Volteó con Mingyu que se había despertado.

—Tu madre no parece estar muy contenta. –Mingyu comenzó a reír, y Wonwoo le sonrió de mala gana. Volvió acostarse a su lado para abrazarlo.

—Está preocupada. –murmuró, ocultó el rostro en el cuello del menor– Debo regresar a casa, aunque no quiera; me gusta estar contigo. –Mingyu llevó su mano a su cabello para acariciarlo– Despiértame cuando vayamos a comer.

PLEDIS School - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora