𝙻𝚕𝚎𝚐𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊 𝚕𝚊 𝚍𝚎𝚛𝚒𝚟𝚊 [ 𝚈𝚘𝚘𝚗𝚖𝚒𝚗 ]

I

Los sonidos del lugar eran relajantes, muy relajantes el sonido del pasto moviéndose por causa del delicado viento que soplaba esa maravillosa tarde, mezclándose con el compás del sonido de las hojas cambiando de lugar, ese sonido era uno de los favoritos del joven omega, le parecía simplemente precioso acompañado de la serenidad en su propia definicion, o al menos eso experimentava mientras se relaja dentro de la carroza. Destacando que leeia su libro favorito por décima vez. El día no se pondría declarar como perfecto de no ser porque la carrosa se detuvo de pronto, provocando que el menor se cayera hacia el frente, esto descolmo la furia del rubio ya que interrumpieron su tarde perfecta.

— ¿Por qué paramos de repente? — Grito el rubio exasperado.

— Lo siento joven park, pero hay un objeto impidiendo el paso — se expreso el conductor del carruaje.

— Qué clase de objeto estaría impidiendo el paso hacia mí casa, le recuerdo señor Brown que los Park somos los únicos viviendo a kilómetros de aquí.

Vocifero el menor aun reusándose a salir del lujoso carruaje.

—Me temo joven park que tendre que caminar hacia la residencia por ayuda.

Jimin rodo los ojos, todo lo que quería era llegar a casa, descansar y seguir leyendo tranquilamente su libro. De pronto una voz desconocida se hizo presente.

— Lo siento mucho señor, no esperábamos que alguien pasara por este camino, trataremos de quitarlo lo más pronto que se no sea posible.

—Mi paciencia no es la que debería inquietarle señor, pero mi acompañante no es la persona más paciente que he conocido.

Jimin ya cansándose del problema decidió bajar para admirar por sí mismo el dichoso objeto que impedía su paso tan arduamente.

Al bajar del carruaje se encontró con un hombre que lucía no un poco más a su edad viéndose pulcro, decente y con aura de elegancia, por el olor jimin supo de inmediato que se trataba de un alfa, además de su apariencia que confirmaba lo deducido, el rubio lo admiro lo suficiente guiando su vista al objetivo que impedía su paso encontrándose con enorme instrumento. Como un estúpido piano se podría encontrar afuera, en el campo, penso el omega.

—Disculpe señor ¿este dichoso instrumento le pertenece?.

Escucho el desconocido dirigiendo su mirada hacia esa dulce voz que acaba de escuchar, encontrándose con un joven muy hermoso, con unos labios que el mismo describiria cautivadores  y ni hablar de sus ojos color miel que lo miraban desafiante.

—Si. El instrumento me pertenece.

—Pues apresúrese a quitarlo del camino, tengo que llegar a tiempo a mi tutoría y le agradecería señor que sea rápido.

Sin duda el joven era muy hermoso, pero de carácter peculiar.

— Me encantaría poder ayudarlo ¿joven?

—Joven park... park jimin.

—Encantado park jimin, quitaría el piano de inmediato de no ser porque se necesitan mínimo 5 hombres para quitar este pesado artefacto del camino.

— Esa no es mi culpa, principalmente quien fue el estúpido que se le ocurrió dejar un piano en medio del camino.

— Tiene razón al menos que ...

 La mirada del desconocido se paseó por todo el cuerpo del menor de pies a cabeza.

—¡Al menos que! — Grito el rubio cubriéndose con la larga capa que lo cubría del frio.