XXX. Hasta pronto

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La luz se colaba por las cortinas aún lado de la cama. ¿Qué hora era? Ni idea, ambos cuerpos se habían dedicado toda la noche a acariciarse, sentirse, admirarse y amarse.

Seungmin no podía estar más cómodo entre los brazos de Hyunjin y el estaba completamente encantado acariciando la espalda blanquecina de Seungmin, grabándose sus lunares mientras le daba besos a su dulce boca que estaba roja de recibir tantos, pero eso no importaba, en realidad nada importaba, solo eran ellos dos en el departamento de Seungmin, diciendoce lo mucho que se querían, hablando del futuro y recordando el pasado, como siempre, las anécdotas de Hyunjin nunca faltaban, sacándole hermosas sonrisas a Seungmin acompañadas de su melodiosa risa.

Tanto estaban sumidos en su mundo que no se dieron cuenta que el sol ya había salido, habían estado toda la noche despiertos, habían dormido por mucho una hora, en total lo hicieron cinco veces, estaban exhaustos pero ninguno lo aceptaba, tenían miedo de cerrar los ojos y al abrirlos se encontrarán sin el otro.

Pero lastimosamente todo tiene un fin, ambos se levantaron, pues el ruido de sus estómagos les alertó que era hora de desayunar, se bañaron juntos. Coger en el baño era una fantasía que a Seungmin le hubiera encantado cumplir, pero realmente ninguno lo insinuó, así que solo abrieron la regadera, Hyunjin lo beso profundamente bajo el agua caliente mojando sus cuerpos desnudos, limpio el cuerpo de Seungmin con delicadeza recibiendo lo mismo por parte del menor, al salir, Hyunjin cargo a Seungmin hasta su cama donde rescosto su cuerpo ya relajado, le dió un masaje en su cadera y piernas porque sería mentir decir que Seungmin no estaba adolorido de su parte baja.

El cuerpo de Seungmin fue consentido como se merecía y al sentirse tan complacido y feliz, preparo un delicioso desayuno para ambos. Ese día no salieron del departamento, no hacía falta, se tenían a los dos y eso era lo único que importaba en ese momento.

Al final el sueño ganó y se resignaron a descansar casi toda la tarde, pero aún así, esa sensación de satisfacción nunca desapareció, ambos decidieron olvidarse de que pronto llegaría el adiós.

Al final el sueño ganó y se resignaron a descansar casi toda la tarde, pero aún así, esa sensación de satisfacción nunca desapareció, ambos decidieron olvidarse de que pronto llegaría el adiós

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-Ten, ábrelo-

era jueves por la mañana, Hyunjin había ido a recoger unas cosas, en este momento la caja azul que le extendió a Seungmin era una de esas cosas.

Seungmin la tomo con curiosidad, tenía un moño rojo, la caja no era tan grande pero pesaba un poco, sintiéndose como un niño, la abrió sintiendo los nervios en su estómago

La sonrisa que portaba desapareció, parpadeo perplejo y bajo el asombro, la saco, una cámara profesional salió entre sus manos y luego giro a Hyunjin que lo observaba con una amplia sonrisa

-Hyu-hyunjin, No debiste- dijo en un susurro aún sorprendido

-Lo se, pero está no es cualquier cámara- le dijo mientras se colocaba detrás de él, rodeando su torso con un brazo mientras con el otro tomaba la camara para encenderla, -Esta camara es mía, la compré con mi primer sueldo cuando tenía 15 años- luego giro la cámara quedando el lente frente a ellos, la elevó un poco, soplo en el oído de Seungmin causando que riera, ya que esa era una zona sensible para él, y finalizó apretando un botón haciendo sonar el click, -Quiero que la conserves,  tu me diste un bello momento con el cual siempre te recordare y yo quiero hacer lo mismo- volvió a girar la cámara, revelando en la pequeña pantalla la foto donde ambos salían

¡Oye mi amor! - HyunMin/SeungJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora