¡Oye mi amor! - HyunMin/SeungJin

XVIII. Promesas

Seungmin terminó de contar, sus lágrimas ya estaban secas, el cielo ya estaba oscuro y pequeñas estrellas comenzaron a salir.
Hyunjin no hizo más que escuchar y acariciar el cabello de Seungmin cuando esté empezaba a llorar.
No lo podía creer, su madre, su propia madre le había ocasionado un trauma a su hijo, se había aprovechado de su vulnerable estado. Seungmin no solo se sentía traumatizado por haber perdido al que fue su primer amor, si no que cargaba con la culpa cuando el ni siquiera tuvo que ver en el accidente.

Lo peor era que Seungmin parecía no darse cuenta de tales manipulaciones de su madre. Hyunjin se prometió así mismo sacar a Seungmin de eso.

-después de contarte esto, no quiero que lo volvamos a mencionar- pidió Seungmin mientras sorbía su nariz

- Está bien- muy a su pesar, Hyunjin acepto, no resistió más, así que, separando a Seungmin de su hombro, acunó con ambas manos su rostro, limpiando con sus pulgares, los rastros de lágrimas, sus ojos del menor estaban hinchados y algo rojos, ante las caricias, Seungmin cerró sus ojitos y Hyunjin acercó sus labios besando suavemente cada uno, para después pegar su frente a la suya e inhalar profundamente.

-No quiero que sufras más, yo estaré aquí para ayudarte a superar esto- le susurro con voz calida, Seungmin sintió revolotear su estómago y una tímida sonrisa se dibujo en sus labios

-Esta bien- respondió también en un susurro, -No tiene porqué cargar con mis problemas-

- Ni tú cargar con una culpa que no tienes- Seungmin abrió sus ojos ante lo dicho, topandoce con la tierna mirada de Hyunjin, ambos se separaron y mirándose unos segundos, Seungmin se acercó, plantando un cálido beso en la mejilla derecha de Hyunjin.

Seungmin estaba agradecido, Hyunjin lo escucho, sin juzgarlo, como dijo su madre que lo harían todos, Hyunjin estaba ahí, dispuesto a ayudarlo a olvidar y entonces no se pudo sentir más conmovido e incluso enamorado.

-Tengo que irme- dijo Seungmin poniéndose de pie, seguido por Hyunjin que insistió en llevarlo. El camino fue diferente, la música que sonaba en el estéreo del auto hizo a Seungmin cantar y moverse alegremente junto a Hyunjin. Y es que ¿A quien no le gusta Ledy Gaga?

Hyunjin llegó al departamento, se sentía cansado, así que se dejó caer sobre el sofá, el último pensamiento que tuvo, fue ver a Seungmin llorar y luego se quedó completamente dormido.

El olor a comida lo despertó de su profundo sueño, la mantequilla derritiéndose en lo que tal vez era un pan, hizo rugir su estómago. Tallando sus ojos se levantó del sofá, estiró su cuerpo entumecido y enfocando la mirada, giro hacia la cocina esquinada, encontrándose con Minho de espalda, cocinando en la estufa

-¿Estás cocinando?- pregunto con la voz ronca mientras bostezaba

-Buenos días- saludo Minho alegremente, ignorando la pregunta