XXXI. Reencuentro

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Hyunjin conducía su automóvil rojo, ese que estuvo con el durante años, aún que ya era un modelo viejo, jamás tuvo el atrevimiento de venderlo, de hecho por fin se lo había podido traer de Seul hasta las Vegas.

Ya era de noche pero estando en la ciudad que nunca duerme es imposible estar en oscuridad, a Hyunjin siempre le encantó ver todo tan iluminado.

Ahora se dirigía junto a su acompañante, la invitada principal, a la inauguración de una nueva galería de exposiciones, de la cual ambos eran inversionistas pero su hermosa acompañante era la cara del evento llevado a cabo, en dicha galería muchos artistas de cualquier índole podían presentar su arte, ya sea de manera permanente o temporal.

Hyunjin suspiro con nostalgia, todo eso le recordó a Seungmin.

Déjenme ponerlos en contexto, luego de la trágica muerte de su madre, Hyunjin no volvió a hablar con nadie más que con Minho de manera esporádica. Tantas cosas lo tenían sin tiempo que poco a poco se fue alejando, especialmente de Seungmin y como el menor estaba igual de ocupado con tantas cosas digamos que si se separaron por completo fue por "culpa" de ambos.

Y no es que se haya olvidado por completo de su amor por Seungmin pero ahora, con casi 30 años de edad, Hyunjin veía aquellos recuerdos como un amor de adolescencia, aún que en ese momento tenía 23 y Seungmin 21. Anyways

Ambos llegaron al evento, recibidos con flashes como si se tratarán de una celebridad, aún que estaban muy lejos de serlo, ambos inversionistas eran muy conocidos por manejar dos de los casinos más conocidos en las Vegas.

-¿Recuerdas la sorpresa? Sam- le susurro la pelinaranja mientras enredaba su brazo con el de Hyunjin encaminandose por uno de los amplios pasillos dónde se contemplaban pinturas renacentistas de algún artista

-Claro que si, ¿Ya me dirás qué es?- pregunto algo impaciente y curioso, lo cual causó que la chica riera

-Si, pero antes debemos caminar por aquí, la sorpresa está apunto de empezar su show- dijo arrastrándolo por otro pasillo pero esta vez eran fotos las que colgaban de las paredes.

Las fotos eran muy buenas, bueno, realmente eran hermosas,  la mayoría era con modelos posando en la naturaleza de algún bosque, una ciudad e incluso en una casa muy simple pero que capturaba la escencia de lo que a simple vista no se ve, pero el autor lo había hecho resaltar de manera hermosa.

-¿Quien es el autor de las fotos?- pregunto curioso porque de alguna manera se había enamorado de las fotos, se imaginaba a Seungmin capturandolas, nuevamente suspiro al recordarlo

-No lo sé, tienen la firma- señalo una de las fotos, abajo tenían una plaquita diciendo el nombre de cada obra más la firma

"SKY"

Leyó Hyunjin mentalmente, hizo una mueca, después buscaría al autor si es que se encontraba en el evento

-Esa es mi favorita- señaló la chica hacía una foto peculiar que llamo la atención de Hyunjin, caminaron hacia ella.

La foto era un poco más pequeña que la del resto, en la foto se apreciaba el escenario de una mano puesta en el vidrio de una ventana mientras que a lo lejos, en el cielo, un avión pasaba elevando su vuelo, toda la foto estaba en matices blanco y gris dándole un aspecto nostálgico.

Hyunjin bajo su mirada a la placa, leyendo lo siguiente

"Hasta pronto" By: SKY

La foto la sintió como un deja vu

-Vamos Sam, está apunto de empezar- anuncio la chica jalando del brazo al mayor, Hyunjin la siguio girando ocasionalmente hacía la foto hasta que está quedó fuera de su campo de vista.

¡Oye mi amor! - HyunMin/SeungJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora