💕Día 28: Atado

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💕Día 28: Atado.

Al tener un sentimiento fuerte desarrolla grandes problemas en tú entorno actual, no importa cuán verdaderos o severos estén, siempre estará alguno que corrompe a una inocente alma que llorando en pena va.

Comenzamos por un albino de orbes verdes deambulante a través de la acera, jamás olvidó un dolor tan fuerte cómo los maltratos adquiridos en su antiguo hogar, esos maltratos que no dejaban de rondarle la cabeza, esos incesantes gritos por su inutilidad, ineficiencia, aquellos golpes de inmadurez o de poca hombría, ya no podía olvidar u tampoco recordar cuándo empezó esa faceta a cambiar.

Supuso durante un tiempo que fue causado por su madre, una dulce señora de tez pálida que cuidaba a su pequeño patito sin saber que él era ese patito feo en la familia, llegó a sentir verdadera envidía de sus hermanos, aquellos que sí lograban llenar de orgullo a quiénes lo engendraron.

¿Había algo mal en el albino?

Ni él estaba totalmente seguro de ese pensamiento, sólo pudo detenerse a observar a la nada misma de aquel invierno en Karmaland prestando atención al claxon de un auto al lado de su estadía.

—¿Quieres un acercamiento, rata?—Preguntó un moreno abriendo la puerta de co-piloto.

El albino sonrió para si mismo adentrándose cuidadoso al auto permitiéndole a su compañero cerrar aquella puerta y regalarle una mirada llena de preocupación.

—Saliste temprano de casa, ratón—Mencionó arracando ese auto.

—No quería molestarte, Fargan—Suspiro—Siempre quieres llevarme al instituto y llegas tarde a tus clase por mí culpa—Sus brazos arroparon parte del cuerpo desviando con cierta pena la mirada, odiaba la forma que lo protegía aquel mayor, le daba un sentimiento incómodo, uno lleno de cariño y calor.

Un sentimiento hermoso que jamás pensó conocer.

—No eres un estorbo para mí, y lo sabes—Fargan miró de reojo a Willy hundido en el asiento frenando levemente el vehículo en el semáforo de la avenida principal.

—Deja de preocuparte.

—Ya deja de hablar tonterías, quiero verte llegar sano al instituto, además, te queda demasiado lejos—Refunfuño.

—Si me atropellara un auto fuera lo mejor—Susurró vagamente Willy suspirando a la ventana.

Fargan apretó rabioso el volante siguiendo su camino, odiaba verlo tan desanimado, no ha cambiado en nada desde que le ayudó con aquel hombre que intentó golpearlo en pleno parque central de Karmaland. Y como futuro prospecto de policía, debía ayudar a cualquier inocente alma que necesitará ayuda por más "mentiras" que le dijese.

Habían días que ese castaño observaba una sonrisa verdadera en el albino, dónde esos ojitos verdes brillaban de verdad y no trataban de esconder una mentira, no trataban de mentirle para dejarlo tranquilo. Él seguía ahogandose en un vaso de agua por culpa de personas que debieron protegerlo y no subestimarlo.

¿Que clase de padres desprestigian a sus hijos?

—Llegamos, Guille—Musito Fargan visualizando nuevamente a Willy perdido en su mundo—Hey, ¿puedes responderme al menos, no?—Insistió divertido acercándose lentamente al ajeno.

Fargan arrastro sutilmente ese cuerpo inmóvil del lado de la puerta borrando poco a poco su traviesa sonrisa, ahí estaba un albino tembloroso derramando lágrimas a mares pidiendo perdón por alguna extraña razón dejando al pobre castaño indefenso tras abrazarlo entre su pecho a escucharlo llorar.

Los psicólogos no han sido de ayuda, ni siquiera los psiquiatras, todos llegaron a la misma conclusión que estaba en un cuadro depresivo que descompone levemente sus fuerzas, sus acciones, incluso su amor propio.

Lιƚƚʅҽ Pαɾαԃιʂҽ [Willgan Month 2021] [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora