TIEMPO DE ACTUAR II

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PIPER

Yo estaba lejos de donde los había dejado, sabía lo que tenían que atravesar para poder llegar a la cima del monte Tamalpais, enfrentarse a Ladón y las Hespérides era un primer buen desafío eran 4 armados hasta los dientes y con un plan para poder liberar a las Parcas. Me mantuve expectante de la señal hasta que esta llego, habían pasado muchas horas desde que se habían ido, por lo que en cuanto vi el humo me trasladé hacia donde estaba el humo y aparecí a las espaldas de los titanes y cuando el humo se disipó vi a Annabeth debajo de la maldición del titan sosteniendo el cielo. Se veía hecha un desastre, de hecho, me imaginé que así debió verse Percy cuando le toco sostenerlo. Debo reconocer que demoré mi forma de pelear para que pudiera experimentar el dolor de esa maldición, eso la dejaría devastada y sí que se lo merecía, a su lado estaba el cuerpo de una Hespéride, de seguro la mataron para evitar que ellos escaparan.

Luego de enfrentarme a Atlas entendí que los semidioses habían tenido una larga batalla y que si o si necesitaban ayuda para poder sacar adelante la misión y no tener que dejar a Annabeth como rehén. Si pude ver que Atlas tenía más heridas que Prometeo que se veía un poco más entero, por lo que decidí encargarme directamente de Atlas, luego necesitaría de las flechas arpón de Frank para poder arrastrarlo. Al final pudimos llevar a buen puerto en la misión, pudimos poner a Atlas nuevamente bajo el cielo y Annabeth logró escapar, pero se veía sumamente débil y le costaba mantenerse en pie. Luego fue el momento de Prometeo y logramos aprisionalo con una cadena de plata caótica y ya solo faltaba salir de allí. Pero entonces las Parcas habían despertado solo para escucharlas decir algo que no quería... hija de Afrodita, me quedé un poco impresionada de lo que habían dicho, se venían días solitarios, eso me preocupaba por todo lo que podía implicar. La presencia se sintió como si la noche estuviera cayendo de un momento a otro y podía ver como destilaba maldad en cada paso que daba hacia nosotros, los chicos se quedaron un tanto impresionados, pero no hicieron nada y yo tampoco.

—Donde creen que van con mi titanes —su voz era oscura y llena de maldad, en cada paso que daba dejaba un aura negra que se disipaba. Los chicos reunieron agallas y pusieron sus armas al frente, incluida Annabeth, pero yo sabía quién era, no tenía sentido prolongar este encuentro. No pude reconocer su rostro porque estaba velado por una sombra negra.

—No busques lo que viene en camino, Piper McLean —cuando dijeron eso las Parcas maldije en mis adentros ya no tenía sentido seguir escondiéndose, más aún cuando los chicos se quedaron helados de impresión por lo que las Parcas acababan de decir. Saqué mi capucha y les di una ligera sonrisa, pero ellos estaban muy impresionados, pero la risa que vino a continuación sí que hizo que reaccionaran, era una risa malvada llena de terror.

—No puedo creer que una hija de Afrodita os haya vencido, pensé que lo había visto todo —lo dijo sin dirigirse a nadie en particular, ya no podía regalar mis reacciones por lo que me enfoque en no reaccionar, solo concentrarme en sacar a los chicos de aquí. Todos estaban preparados para pelear, pero no era una opción para ellos.

—La vida puede sorprenderte —le respondí con una sonrisa sarcástica. Su aura reaccionaba a mis comentarios.

—Si, asi parece, pero dime... ¿Cómo llegaste a esto? Según supe estabas desaparecida —me señalo la espada y la armadura, sabía que tenía curiosidad yo también la tenía, pero no podía dejar de estar enfocada. Miré de reojo a Clarisse y ella también me miró supe que estaba entendiendo lo que quería hacer.

—Es una larga historia —él se cruzó de brazo mientras avanzaba un paso a la vez. —No tenemos mucho tiempo —negó rápidamente abriendo un portal detrás del cual había cualquier cantidad de monstruos.

—Puedo hacer tiempo para que hablemos —todos se pusieron alertas y apuntaron sus espadas hacia el campeón de Nix y Érebo, pero él se rio y luego su voz se puso seria. —Na, na, na no tan rápido semidiós... los adultos deben hablar —los chicos no reaccionaron bien a esto, pero me adelanté y puse mi mano al frente para que no hicieran nada precipitado pues él ya tenía una espada en cada mano listo para atacarlos.

El uno para el otroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora