Claudia Mariscal
Hoy es el último día del semestre, después de estar meses atrapada aquí, al fin seré libre. Hoy entregamos nuestro proyecto Daniel y yo, y aunque no me ayudó en nada, no quiero alguna discusión con el Profesor, es lo que menos quiero ahora, sólo quiero salir de aquí.
-Mariscal, Calderón- nos llamó el Profesor para entregar el proyecto. Claramente fui la única que se levantó y lo dejó en el escritorio
-Gracias- dio uno hojeada al trabajo -Tendrán sus calificaciones en la tarde, antes de la salida, en el tablón de anuncios- guardó sus cosas en su portafolio -Felices fiestas chicos, nos vemos el siguiente año-
-Felices fiestas- dijimos todos al unísono. Me apresuré a guardar mis cosas, sólo dos clases más, tenía que llegar a tiempo para ser la primera en ver las calificaciones de historia -¿Muy apurada?-
Reconocía esa voz, esa voz que me hacía temblar -Un poco-
-¿Por qué no le dijiste nada al Profesor?-
-No quiero problemas el último día, no fue nada-
-Si lo fue, yo no te ayudé-
-Daniel, de verdad no fue nada-
-Claudia-
-Si tanto te causa conflicto, ¿por qué no dijiste nada?- Daniel no dijo nada, se puso cabizbaja -Nevermind, tengo que irme-
-¡Espera Claudia!- me jaló del brazo -¿Qué vas a hacer en tus vacaciones?-
-Umm, tengo una fiesta el finde, un torneo el jueves, y pues después de eso...supongo que practicar, leer, umm no sé...tal vez me vaya de vacaciones- musité -¿tú?-
-Nada, mis hermanas no vendrán este año a casa-
-¿Lo siento?- mascullé
-Nah- me soltó de su agarre
-¿Por qué no vienes a mi torneo?-
-¿Te gustaría?-
-¿Why not?- me encogí de hombros
-Claudia, no sé inglés ¿qué es navermin?-
Sonreí ligeramente -Nevermind- recalqué la mala pronunciación de Daniel -Olvídalo-
-Dime-
-Eso- sonreí -Nevermind es olvídalo-
-Ah- sonrió ligeramente -¿y why not?-
-¿Por qué no?-
-¿Me darán permiso de entrar al torneo?-
-Pasa a mi casa el jueves, a las 12- le guiñé el ojo -Adiós Daniel- me dirigí a mis clases-
(...)
-Mariscal, Mariscal...- dije mientras buscaba mi nombre en el tablón -¿Nueve?- No era posible, yo nunca había sacado esa calificación en mi vida. Me dirigí al salón de la maestra -Amm, disculpe-
-¡Adelante!- dijo la maestra desde el interior. Al entrar vi a un chico castaño de espaldas, sabía quién era -¿Qué sucede señorita Mariscal?-
-Tengo una duda acerca de mi calificación- mascullé
-¿Cuál es la duda?-
-¿Por qué nueve?- fruncí el ceño
La maestra sonrió -¿Me estás reclamando un nueve?-
Asentí ligeramente. -Sabe que no soy de esa calificación-
-Aquí su compañero Calderón me está reclamando por reprobarlo-
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El otoño en el que nos conocimos
Ficção AdolescenteSexo, lágrimas, risas, amigos, apuestas, problemas, inseguridades, calificaciones...parece ser sólo problemas de adolescencia, no hasta que tienes que decidirte por dos chicos: El chico guapo de tú escuela, o tú amor frustrado de infancia, con el cu...