Tócame (COMPLETA ✔)

16- Lazos Prohibidos.

—Kira.

Horas y Vlad aun no despertaba, la cabeza me pesaba sobre los hombros, mientras miraba la televisión sin mucho interés, un programa de noticias que no me interesaban. Recosté mi espalda a la silla, mientras envolvía mis brazos sobre mis pechos, tratando de atraer calor a mi cuerpo, mientras una manta pequeña se posaba sobre mis piernas enfundadas en los pantalones deportivos de color negro, que me trajo Lwina esta tarde.

Le había pedido a mi amiga que fuera por algo de ropa para mí y Vlad, a la casa, ella me la trajo en la tarde, como era de esperar tuve que salir de la habitacion para poder recibirla, porque en ese momento solo me había permitido estar a mi dentro. Al ver a mi amiga, no pude hacer nada más que llorar sobre su hombro, me sentía superada completamente por todo esto, se suponía que debía ser fuerte, pero esas fuerzas se habían esfumado con rapidez, estaba agotada y me sentía miserable. No importaba lo mucho que el doctor me dijera que él estaba bien, hasta que no lo viera con los ojos abiertos y hablándome con su voz ronca, no lo creería.

"Sabes que estoy aquí para cualquier cosa", me había dicho mi amiga, aunque me sentía agradecida por el apoyo, sentía que no eran las palabras que quiera escuchar. Quería que me dijeran, "Estoy bien", pero que esas palabras salieran de los labios de Vlad.

Mis ojos se cierran ligeramente y parpadeo para alejar el sueño. Afuera está lloviendo, la cortina esta corrida y deja la vista de la ciudad nublada. Esta mañana cuando Ryan y Dominik vinieron, me había fijado que auguraba agua por las nubes grises, ahora era una realidad.

Hablando de sus amigos, ellos estuvieron un rato conmigo, ya han permitido visitas regulares, pero ellos solo podían estar media hora, yo por mi parte podía quedarme todo el dia, había sido quien firmo en recepción como acompañamiento del paciente, por ello cuando esta misma mañana, luego de que Dominik y Ryan se fueron, y la puerta se abrió revelando a una rubia delgada con rostro afilado, supe que habría problemas.

—Oh, mi bebé — tan pronto esas palabras salieron de lo boca de Anastasia, yo sentí deseos de vomitar por todo el cuarto, mientras un sentimiento de posesividad crecía en mí.

Recuerdo cómo se abalanzo dentro de la habitacion con aquella ropa puesta como si fuera a una pasarela y no a un hospital a ver a su prometido.

Camino taconeando hasta al otro lado de la cama y tomo asiento sin mucho reparo en el borde del colchón, incluso su cabeza hacia adelante y miro a mi tío con rostro compungido, yo solo rodé los ojos y observé la televisión, que en ese momento estaban dando el mismo noticiero que estaba viendo ahora.

—¿Por qué nadie me aviso que tuvo un accidente? — ladro en mi dirección, pero no me dio la gana de verla, estaba muy intranquila, como para lidiar con Anastasia y sus alborotos.

—Porque a nadie le importa si lo sabes o no — conteste sin molestarme en sonar amable, no tenía que fingir a su alrededor, mi tío estaba inconsciente, además me importaba una mierda.

Ella no me caía bien.

—¿Cómo te atreves a hablarme así? — pregunto y podía sentir su mira asesina. —Voy a ser su esposa y yo más que nadie merezco saberlo, si no es porque voy a la casa y portero me informa, pues estaría aun sin saberlo —gruñe y la siento colocarse de pie.

—Deja el drama, aun no eres indispensable aquí, cuando lo seas te aviso y ya está — refute, para luego liberar un resoplido cansado.

—Mira estúpida mocosa — ronroneo mientras la sentía acercarse, varios segundos después estaba frente a mi tapándome la vista de la tele, que en realidad no me interesaba ver. Mis ojos fueron a los suyos entornados por la furia y ella pareció darse cuenta porque la vi vacilar un momento antes de retomar su rostro serio. —No tienes derecho a decirme que no soy indispensable para Vlad, porque lo soy tanto que me asegurare de que cuando nos casemos te saque de su vida, para siempre — dijo esto último en un susurro y mirando de reojo a mi tío inconsciente. Yo libere una pequeña sonrisa peresoza que le desfiguro el rostro en furia.