Regulus Black.
— ¿Tengo verrugas en la cara?.— Pregunté sin abrir los ojos por completo, pero sabía que ____________, me veía dormir.
— Si, amaneciste más feo que ayer.— Bromeó y reímos juntos. Poco después volvió a envolvernos el silencio y me abrazó.— No vayas.— Susurró con tristeza, recostada sobre mi pecho y la rodeé con mi brazo derecho.
— Lo hago por ustedes.— Respondí, con el mismo ánimo que ella tenía.
— Entonces, iremos contigo.— Levantó su rostro rápidamente, comunicando su decisión.
— Ya lo hablamos y acordamos, que no es momento.— La detuve un tanto molesto.
— Claro que si.— Insistió y se levantó de la cama, buscando en el armario una maleta y objetos con los que llenarla.
— Es peligroso.— La tomé de las manos para que no siguiera lanzando ropa a la cama.
— ¿Crees que estar aquí nos mantendrá a salvo?.— Estaba enfadada, intentando safarse de mi agarre.
— Lo ha hecho por muchos años.— Le recordé y justo en ese momento escuchamos a nuestros hijos pasando frente a la puerta.
— Cuando se enteren que estás vivo y descubran que formamos una familia, van a buscarnos. Nada los detendrá.— Aquello me sorprendió, ya que no había pensado en las posibles consecuencias y me sentí estúpido, pues era yo quien más sabía del alcance que tenía su sed de venganza.— Aquí estamos solos y nadie podría ayudarnos. En Londres tenemos familia, amigos, o podemos trabajar con la Orden...— Pensé en su seguridad y muy a mi pesar, acepté que tenía razón, pero aún así, el miedo no me abandonaba.
— No lo sé.— Musité soltando sus manos y me senté sobre el colchón.
— He pensando en ésto toda la noche y obviamente, no podemos viajar contigo hoy, pero lo haremos mañana.— Avisó, retomando la maleta con aire de suficiencia.
— ¿Pensaste en todo?.— Pregunté después de unos minutos y ella asintió confiada.— ¿Dónde viviremos? ¿Los niños lo saben? ¿Que hay de tus padres? ¿Sabes si Dumbledore querrá ayudarnos?.— Pregunté con tanta rapidez, que me asombró el que me entendiera. Mis dudas parecieron prenderla, pues sin decir nada, se encerró en el baño, para no tener que verme.— Cariño.— Quise disculparme, pero se negó a escucharme.
El tiempo me limitaba, en unas cuantas horas debía irme y no quería hacerlo en medio de una pelea que podría tener solución. Abrí la puerta con ayuda de magia y sin saber si hablar o no, me metí a la ducha.
— Fingiste tu muerte para huir de él, para estar vivo y ¿Vuelves?.— Inquirió con mucha molestia, mientras yo, lavaba mi cabello, el jabón cubría mis ojos y quise deshacerme de él antes de responder.— Entiendo tus razones, pero no olvides que ahora no estás solo y te necesitamos.— Continuó, bajando el tono de voz voy escuché sus pasos dirigirse a la puerta.
— Dame unos días, para encontrar una casa y puedan ir a Londres.— Le pedí, antes de quedarme solo. Funcionó, pues la cerradura no se abrió.
— ¿Cuántos?.— Me cuestionó, estaba justo a mi lado, tomándome desprevenido.
— No estoy seguro.— Fue imposible no sentir nervios al verla meterse bajo el agua, frente a mí, así que titubeé.
— ¿Cuántos días necesitas?.— Insistió, tomando mi rostro entre sus manos, para acercarme al suyo y me besó.
— Tendré que actuar rápido, pues no sé que suceda cuando descubran mi mentira y todo lo demás.— Murmuré cerca de sus labios, aún con los ojos cerrados. No sabía si eso podía volver a pasar y quisiera o no, era mejor estar juntos.— ¿Una semana?.— Me preocupó el que le pareciera demasiado tiempo, pero no sabía que tanto debía arreglar antes de recibirlos.
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𝙇𝙤𝙨 𝙈𝙚𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧𝙚𝙨
Fanfiction¡Hola! Se que hay muchos como este, pero espero que aquí encuentres algo que disfrutes! :D Se trata de pequeñas historias paralelas, cada personaje tiene la suya. Ojalá puedas leer todos, pues trato de mantener una secuencia (Aunque a veces la ignor...