Pov. ________________.
— Por esto, siempre muero por volver a casa.— Dice Severus, mientras abraza a Eileen, que corrió emocionada a recibirlo.
— Te hemos extrañado, todo le día.— Me acerco a él y sin dudarlo, lo beso, pero mi hija intenta alejarme de Sev, últimamente solo lo quiere para ella.— ¡Oye! Es mi esposo y puedo besarlo cuando quiera.— Le respondo, riéndome de sus tiernos celos.
— No.— Musita enojada y se aferra con más fuerza al cuello de su padre.
— Prepararé la comida.— Prefiero dejar esa discusión, pues no quiero molestarla y que esté de mal humor el resto del día.
— Compré algo.— Se apresura a decir Sev, tomando mi mano para que no me aleje.
— Entonces ¿Vamos a la mesa?.— Asiente, mirándome con admiración y me encanta.
Un momento después, ya en la mesa sirvo la cena que compró mi esposo, es mi comida favorita, deliciosa, perfectamente preparada y a pesar de todo, no es una buena señal.
— Ésta es tuya.— Le digo a Eileen, ofreciéndole una cuchara pequeña, con la que básicamente juega en su plato, pero la hace creer que es más independiente.— ¿Cuando es la próxima reunión?.— Me gusta poder hablar de su día, al menos solo de la parte que prefiero escuchar.
— Mañana.— Suspira profundamente, tiene la mirada algo perdida y el ceño fruncido, está preocupado.
— ¿Pasa algo?.— Me aventuro a preguntarle, no sé si conseguiré que me diga la verdad o una vaga respuesta.
— Saldré de viaje.— Murmura, escondiendo la mirada en el plato.
— ¿Dónde irás?.— Intento mantener la calma, para no preocuparlo de más, aunque siento como mi corazón se acelera.
— Albania.— Dice aún sin mirarme, una clara pista de que no es una misión de la Orden.
— Supongo que no debo preguntar con quién ¿Cierto?.— Ladeo la cabeza, después quitó la vista de él, para poder alimentar a nuestra hija, que aún no maneja bien los cubiertos.
— Necesito que siga confiando en mi.— De alguna forma, me pide comprensión.
— Entiendo.— Suspiro, no me gusta que esté en esa posición, pero no lo juzgo.— ¿Cuando?.— Querrá hacer planes y eso me dejará saber más de lo que sucede. Sev, abre la boca pero un agudo grito alegre nos distrae.
— Mamá.— Eileen señala su cabeza, su rostro, cabello y la mayor parte de su ropa, está llena de sopa.
— El plato no va en la cabeza, cariño.— Consigo decir entre risas, me pongo de pie y mi esposo también. Él saca a nuestra hija de la silla, y la deja limpia, mientras yo me encargo de la mesa y su alrededor.
— En tres días.— Dice de pronto, pero me cuesta entender a que se refiere.— Me voy de viaje en tres días.— Repite, me distraje de nuestra conversación.
— ¿Cuál es el problema?.— Le hago saber que su ánimo me preocupa, ¿Sabe algo que yo no?.
— Nunca he estado lejos, más de dos noches.— Besa la mejilla de Eileen, quien se recuesta en su hombro, adora que esté en casa.
— Podríamos llamar a alguien de la Orden.— Sugiero, me parece algo lógico, pero niega rápidamente.
— No, no quiero involucrarlos más.— Estoy a punto de recordarle nuestra situación, pero se adelanta.— Su ubicación, es mi secreto y no me perdonaría si el revelarlo a otra persona, las pusiera en peligro.— Baja la voz, pues casi se rompe.
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𝙇𝙤𝙨 𝙈𝙚𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧𝙚𝙨
Fanfic¡Hola! Se que hay muchos como este, pero espero que aquí encuentres algo que disfrutes! :D Se trata de pequeñas historias paralelas, cada personaje tiene la suya. Ojalá puedas leer todos, pues trato de mantener una secuencia (Aunque a veces la ignor...