XXIX

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"A saurceful of secrets" by Pink Floyd" {la que dura 12 minutos} / "A Message" by Coldplay / "White Foxes" by Susanne Sundfor

Martina despierta con un techo de baño dando vueltas y un vaso de agua puesto frente su rostro.

"Hey, ¿estás bien?" La preocupada voz de Megan se materializa en el resonante silencio, con una mano sobre el hombro de Martina.

Y, ¿de dónde ha salido? ¿Qué es el aire? ¿Qué son las personas? ¿Es que aún sigue con vida? Martina se frota los ojos con lagañas, de repente muy consciente de la baldosa fría del piso del baño hundiéndose en sus articulaciones. Tiene el cuello rígido y su camisa huele a vómito y, sí, el baño sigue girando.

"Nngh," es el sonido que produce cuando se estira a tientas por Megan, con sus extremidades pesadas y todo sintiéndose totalmente frío.

Con cuidado, Megan le ayuda a sentarse, agarrándole fuerte y con un ceño ansioso en su frente.

Milagrosamente, Martina no vomita.

"¿Vas a estar bien?"

"Por supuesto que no," Martina dice ágatas, medio dormida, agarrando el vaso de agua todavía agarrada en una mano de Megan y bebiéndola desesperadamente, se derrama por las comisuras de sus labios y siente gotas correr por sus mejillas y cuello. Pero en realidad no podría importarle menos en este momento porque su garganta está en llamas y su cuerpo se siente como una crujiente cáscara arrugada. Lo mismo ocurre con su alma, dicho sea de paso.

"¿Te pasaste de la raya anoche?" Megan pregunta, mirándola fijamente. Ella tiene su celular en la mano, arrodillada pacientemente en su sudadera y pantalones deportivos. Se ve tan limpia y saludable.

Martina la odia por ello.

"Podrías decirlo."

Siendo sincera, Martina ni siquiera sabe cómo empezar a pensar en la noche anterior, al mismo tiempo la mejor y la peor noche de su vida. Mayormente peor.

Y entonces oye el eco de la voz de Lourdes, suave en la oscuridad. Puede sentir sus labios sobresaltando a su cuerpo dormido. Sus labios perfectos y suaves que prendieron fuego a todo.

Puede sentir el calor de su peso a su lado y-oh, Dios-cómo ella le besó la mano. Y No, borren todo lo anterior. Fue sin duda la mejor noche de su vida.

Y Martina está tan jodidamente enamorada.

Y, una vez más, quiere llorar.

Megan debe notar su agitación interior, porque de repente está acercándose aún más, inspeccionando la cara de Martina y reforzando el agarre sobre su hombro.

"¿Marti?"

"Estoy enamorada de Lourdes González," Martina suelta patéticamente, hundiendo la cara entre sus manos sudorosas. Y, nop, no tenía intención de decirle esto a Megan, pero joder, sus defensas están bajas y su estómago puede o no puede contener un ejército de insectos venenosos mordisqueando sus intestinos, y su puta garganta y cabeza están latiendo en sincronía-ella sólo es humana, después de todo.

Con ansiedad, asoma la vista hacia Megan de entre sus dedos.

"Sí," responde Megan, como si sólo fuera un detalle. Como si esto no fuera jodidamente enorme. Como si no fuera la razón por la que el mundo de Martina se encuentra actualmente en un apocalipsis.

Levanta la cabeza, sorprendida. "¿Qué quieres decir con 'sí'? Son enormemente jodidas noticias, maldita idiota."

Megan resopla, moviendo la cabeza a medida que comienza a levantar a Martina del piso del baño. "Difícilmente. Tengo ojos, sabes. Y oídos. Y este bulto llamado cerebro."

young and beautiful | martuli. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora