Espada de hielo y fuego

Capítulo 4

Debía reconocer que no había mucha información, la hoja de ingreso solo decía que provenía de un lugar lejano, su hoja de inventario solo decía que portaba consigo una arma y su hoja de registro de gremio mencionaba que provenía de un lugar llama "Sol naciente", lo cual era extraño. Si bien, aún no exploraban más allá del continente.

Miro su hoja de habilidades, un resumen de sus ataques y sus especialidades, en efecto el chico no pudo usar mana y/o su manifestación era extraña, había otra hoja más de solicitudes donde al parecer equipos de alto rango pedían su reclutamiento pero este las rechazó y se unió a un equipo de nivel bajo, un cobre.

- Hmmm...

Leyó todo en silencio, el líder de gremio estaba delante de él en silencio.

- ¿Que opina del chico?

Al hombre le carcomia la curiosidad de saber la opinión del máximo espadachín de la humanidad.

- Es interesante y sorprendente.

Respondió sin dejar de ver los documentos.

Dentro de la mente de Pandora ya existía una maraña de teorías, si bien, tal vez ninguna se acercaría a la realidad.

¿Y si en verdad este chico provenía de más allá de la Teocracia?

Sabia de un lugar dónde este tipo de espadas eran comunes, ojalá tuviese más tiempo para indagar en aquella extraña nación.

- Quiero verlo.

Con aquellas palabras el héroe oscuro dejó las hojas a un lado y se levantó de su lugar.

--II--II--

En la plaza de entrenamiento se encontraba rodeado de otros aventureros, todos habían visto a Momon entrar al gremio y al escuchar que había llamado al espadachín, nadie se hizo esperar para el chisme.

Los cuatro aventureros estaba al centro y formados, todos en postura recta mirando la aglomeración de gente.

Estaban nerviosos.

No era la primera vez que lo llamaban, pero si era la primera vez que lo hacía un aventurero de alto nombre.

- ¿Son ellos?

El maestro del gremio asistió.

Los cuatro miraban como el aventurero de armadura de placa completa los miraba, como los rodeaba inspeccionandolos. Varios de ellos se sintieron nerviosos, emocionados pero sobre todo, nerviosos.

- ¿Ustedes descubrieron el nido de araña, no es así?

Los cuatro asintieron.

- Por el informe debo reconocer que actuaron bien.

Varios sonrieron.

- Pero tú.

El cachin cachin de la armadura se detuvo al frente del chico de cabello peculiar.

- ¿Cuál es tu nombre?

El menor miró hacia arriba, el hombre era ligeramente más alto que él.

- Mi nombre es kyouyuro Rengoku.

Aquella animosidad del menor se hizo presente, tan deslumbrante como el Sol.

Momon asintió.

Interrogó al menor con un par de preguntas más, lo que hubiese parecido un encuentro emocionante termino en una larga plática. Al final el aventurero oscuro pidió prestada el arma del manor, este sin poner alguna objeción la entrego.