Capítulo 2

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Carne

Había pasado una semana desde su llegada y durante ese tiempo había conocido un poco de la historia del lugar, primeramente se le había contado de un ser poderoso que salvó a los aldeanos originales de la ya ahora Ciudad Carne, según la historia la nación conocida como Imperio Baharuth había atacado el lugar. El Rey Ramposa III había respondido muy tarde al ataque, había enviado cercas de 50 soldados más a su capitán pero estos no lograron hacer nada.

Y antes de que las últimas personas de la villa fueran asesinadas, del cielo había llegado su salvador, un hechicero misterioso, encapuchado y en masacrado que con solo una orden a su creación había hecho correr a los soldados del imperio.

La gente había quedado agradecida con él, incluso el capitán del reino.

Después de eso la villa comenzó con un crecimiento rápido, desde su infraestructura hasta su vigilancia, su resguardo era tan severo que ninguna criatura pasaba por alto ante sus agresiones contra la gente de la villa.

Poco después el misterioso hechicero había reclamado esta tierra como suya, se fue a la guerra contra Re-Estize y ganó por el uso de un descomunal poder.

Mientras más oía y más pensaba, Rengoku agradecía que ese tipo de criaturas demoníacas no existieran en Japón, suficiente ya tenían con Kibutsuji y su ejército de demonios come hombres, además no tenían el personal para combatirlos a todos. Cada vez el número de cazadores era reducido alarmantemente.

La melancolía a veces entraba en él, pensar en su hermano, en su padre y más aún en esos tres. Ahora ellos estaban solos.

¿Que estará pasando?

¿Tendrán la oportunidad de ganar?

No lo sabia, pero pedía de todo corazón que Tanjiro y los otros dos lograran poner fin.

- Aquí tienes chico.

Una mujer se acercó a dejar un plato delante de él, ya había acabado su entrenamiento del día, además de ayudar a su arrendatario en su negocio.

- ¡¡Muchas gracias!!

La comida se veía deliciosa, si bien extrañaba el ramen y las patatas del lugar tenían un sabor diferente.  Aún así no sabían tan mal. Unio sus manos y dio gracias, al comer de aquel alimento llamó la atención de los demás comensales.

-¡¡¡UMAI!!!

La mujer se llevó una mano a la mejilla, se veía un poco sonrojada y tenía una sonrisa en el rostro.

- Provecho, muchacho.

En el lugar había más aventureros, todos ellos de diferentes profesiones y siendo entrenados para las misiones.

Inicialmente él había comenzado con bronce pero ante aquella prueba se le hizo una nueva evaluación donde un trío de aventureros experimentados determinaron su nivel en plata, había sorprendido a todos e incluso habían intentado reclutarlo a lo que el espadachín no sabía que debía tomar en cuenta para tomar una decisión.

Al final había optado por un grupo novato de bronce que estaba confirmado por un curador/tanque, un arquero/ranger y un asesino. Rengoku sería el espadachín del grupo, aún bajo esto debía estudiar la posición de cada uno y conocer a fondo su especialidad, que si bien, el entendía que al der el espadachín del grupo sería el primer activo atacante en la línea delantera.

- ¡Oe!

Un chico de lo que parecía de la edad de Rengoku le llamó, tomo asiento delante de él y llamó a la camarera.

Espada de hielo y fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora