Capítulo 6

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Parte I

Podía escuchar el golpe del bambú al caer acausa del agua acumulada, una onda se expande por la superficie del estanque y de igual manera sobre ésta, el brillo del sol se refleja.

Una tarde tranquila donde el viento sopla y mueve con suavidad las pequeñas campanas de cristal.

Al levantarse de su lugar, el susurro del fru-fru de la tela al rozar se escucha, no necesita más, el lugar era un sueño ante sus ojos. Con los pies descalzo avanzo por sobre el camino de piedra y arena, aquel jardín típico japonés era una maravilla ante sus visión, deseaba llorar pues un sentimiento desconocido y de nostalgia se arremolinan en su pecho.

"Valio la pena"

Se dijo mentalmente a si mismo.

Un vocecita le hace girar medio cuerpo, allí yacía una mujer sentada sobre un futon, ella le miraba con vehemencia y añoracion.

¿Cuanto tiempo le ha estado mirando?

Presto atención, sobre sus piernas, yacia un niño dormido.

Era ella.

Le vio hablar, pero el sonido jamás llegó.

Podía ver sus labios moverse pero su voz no era escuchada.

Se acerco a paso lento y seguro, la imagen de aquella mujer se grababa más en sus ojos, piel blanca y cabello negro, delgada figura, una sonrisa cálida. Pudo ver al niño dormido sobre el futon, respirando tranquilamente sin preocupación alguna.

Entonces... escucho el viento ser cortado en dos.

-¡iiah!

Aquel sonido le hizo girar de nuevo, hay estaba el muchacho sosteniendo una espada de bambú con ambas manos, a su lado un hombre más alto y viejo a comparación del aspecto del niño. ¿Su padre? El hombre tenía una mirada dura pero no perdía ese brillo paternal de amar a su hijo.

- Hazlo de nuevo.

El chiquillo volvió alzar la espada por sobre su cabeza, su cabello del color del sol y del fuego se adhiere a su frente a causa del sudor.

-¡¡iiah!!

Grito con más fuerza al azotar la espada y causar un pequeño remolino de viento al ser cortado.

Ahora entendía todo.

Había llegado a un recuerdo del menor.

Para cuando se volvió a girar y mirar de nuevo a la mujer, el panorama había cambiado, yacia en un cuarto a media luz, el hombre de hace poco se encontraba dándole la espalda y escribiendo algo.

Segundos después volvió a cambiar la imagen.

Yacia dos niños arrodillados, un hombre llorando junto al cuerpo de quien había sido su esposa.

Logro ver recuerdos en diferentes tiempos, la felicidad, el esfuerzo y la tristeza, el empeño en salir adelante y el hacer sentir orgulloso a su padre.

Todo había sido un momento liquido que podía sentir como se escurría en su huesuda mano.

Todo hasta llegar al momento de su muerte, donde había dos niños llorando.

Cada memoria que veía le hacía desear vez más, aquello era un mundo de ensueño, un mundo que había sido su viejo hogar o tal vez, o tal vez si. No lo sabía con certeza y es que en verdad jamás había escuchado que en su mundo existieran los llamados Demonios.

Y la verdad a lo único que podía llamar Demonio eran a esas Mega Corporaciones que succionaba su vida las 24/7, Hero-Hero era una prueba de ello, la vida en su viejo mundo era difícil.

El mana de Ainz caía en picada, cada recuerdo, cada paisaje, cada cosa que veía en aquellas memorias era algo nuevo y maravilloso para él.

(Este... Era el mundo con el que soñaba Blue Planet-San.)

Se dijo a si mismo mientras miraba el cielo estrellado, quería levantar la mano y poder alcanzar una de aquellas estrellas guardarla para él mismo con recelo.

"Hmmm..."

Al final solo era un recuerdo, una ilusión, una memoria.

--II--II--

Al salir de la mente de Rengoku, el muchacho se mostraba adormecido. Ainz reflexionaba sobre lo que había visto y el valor que podía tener este 'Teletrasnportado', estaba claro que no era un jugador, tampoco era un ser lo bastante fuerte como para soportar el 5to piso. Sería una perdida que muriera y ya no pudiera ser resucitado, además ya había muerto una vez y ello podría ocasionar el escaso deseo de vivir.

Apretó los labios (imaginariamente) preguntándose ¿Qué valor podía tener?

Por otro lado, Rengoku sé sintió cansado, su mente se había quedado en blanco por un momento para después darle un paseo por toda su vida, recordando a su familia y todos los lugares que visitó, a los demonio que extermino y a todos su amigos.

Había sido agotador, tenía una sensación extraña en la cabeza junto con la mezcla de nostalgia y alegría.

"Estarás bien, solo es un efecto placebo."

Levanto la mirada al escucharlo hablar, aquel monstruo no era un sueño, no era un recuerdo.

Era real.

Tal real, como el hecho de qué ya no estaba en el mundo que él una vez conoció.

--II--II--

Apretó los puños que descansaban sobre sus piernas, podía ver perfectamente la noche desde su ventana.

Al parecer logro pasar una especie de prueba y el que estuviera vivo era prueba de ello, lo que le preocupaba era el que pasaría ahora.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2022 ⏰

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Espada de hielo y fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora