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El joven rubio caminaba de regreso a su casa, con la mirada fría y seria, volteando de a ratos viendo una que otra pareja, rodaba los ojos al ver aunque sea una, y bueno, no es como que lo odiara, o al menos eso dice, pues toda su vida a estado solo, nunca compartió nada con nadie, nunca salió con alguien, siempre estuvo solo.

Desde muy chico se ha acostumbrado a la soledad, pero a veces, estar haciendo lo mismo durante 25 años cansa, a veces pensaba en como sería su vida con alguien a su lado, pensaba mucho en el tipo de persona que le gustaría o a veces en como se conocerían, aunque no lo intentó, pues es demasiado tímido para eso y muy frío en esas cosas.

- Introdujo las llaves y abrió la puerta suspirando al cerrarla, dejo las bolsas en la cocina y colgó su saco en el perchero, se preparo un café y se puso a observar la vista desde su balcón, tomo un sorbo y se sentó. Su teléfono comenzó a sonar y contesto - Qué necesitas ahora? - pregunto un poco enojado.

- Tranquilo viejo, solo quería saber si ibas o no a ir a la cena con nosotros - contesto Jake.

- suspiro - Está bien, ¿Traigo algo?

- Podrías traer algunos vinos? unos 2 por favor.

- Bien, los veo más tarde - colgó y dejo su celular en la mesita, volvió con su café y se quedo observando unos minutos más.

Jake y Sunghoon eran los únicos amigos del rubio, los conoció en secundaria y se graduaron, al terminar sus carreras Jake y Sunghoon vivieron juntos. Ni-ki de vez en cuando iba a uno de sus tantos eventos, a veces tenían que prácticamente obligarlo a que fuera, pues tal vez así, conocería a alguien, además le servía para socializar más.

Pasaron 4 horas y Ni-ki ya estaba saliendo de casa, ya estaba arreglado y perfumado, salió con una sombrilla negra y caminó hasta una tienda que vendía los vinos más finos que haya en todo Corea, pagó y se fue hacia la casa de la pareja, cruzó una que otra calle y finalmente tocó el timbre.

- Que bueno que llegas, recién inicia - sonrió Sunghoon y lo dejó pasar, colocó la sombrilla en el baño y se fue hacia donde estaban todos.

- Bueno chicos, la cena está lista, tomen asiento por favor - Jake se sentó a un lado de Sunghoon y sus demás invitados también.

- ¿Tienen planes de boda? - habló Jay.

- Oh bueno... este... aun no es tiempo, es decir, falta un poco - dijo el castaño con nervios.

- Pero que dices, están en la mejor edad para hacerlo, si quieren, puedo pagar el viaje de luna de miel, les escogeré el mejor hotel on las mejores camas.

- ¡Jay! no empieces - golpeo el brazo derecho del pelinegro - Lo siento chicos, saben como es el.

- Bebé, sabes perfectamente que eso lo harán algún día.

- Bueno bueno - interfirió Sunghoon - Gracias por tu oferta, pero queremos esperar un poco. Y que tal te ha ido a ti Ni-ki, ¿Ya en contraste pareja?

- Aun no, el amor no se busca, sino que te encuentra, no puedo apresurarlo - habló el rubio y tomo un sorbo a su copa de vino tinto.

- Nunca conocí a un chico tan formal y tan sabio - dijo Jungwon.

- ¡Me estas diciendo que yo no lo soy! - dijo Jay indignado.

- A veces necesito de alguien así amor.

- Te lo demostraré.

La cena transcurrió con normalidad, pero luego de unas cuantas copas, Jay ya estaba ebrio, así que tuvieron que irse más temprano, Jake ya estaba comenzando también a sentirse ebrio y comenzó a decir unas cuantas cosas sucias en frente de Ni-ki, por lo que Sunghoon tuvo que controlarlo, después de un rato logró dormirlo y bajo con Ni-ki para conversar un rato.

- Al fin se quedó dormido, disculpa por lo que dijo, sabes como se pone con más de dos copas.

- No te preocupes, de todos modos, no es la primera vez que lo dice.

- Ni-ki... eh estado pensando en eso del matrimonio, pero temo no ser el indicado para el, que pasaría si me pide el divorcio y nunca más nos volvemos a ver, sabes cuanto lo amo.

- el rubio volteó y negó - No digas tontearías, escucha, cuando quieres dar un paso más, nunca debes de dudar en darlo, hay que tomar riesgos. Estoy muy seguro de que el aceptará y será el mejor paso que hayas dado, así que deja de ser un miedoso y hazlo - cruzó sus brazos y se inclino hacia atrás.

- Entonces lo haré - Park sonrió y sus ojos brillaron de esperanza.

- Solamente una cosa - se acerco al pelinegro y lo observo directo a los ojos - Siempre aprovecha cada momento con el, mantenlo feliz y siempre cuídalo. No seas un tipo frío y solitario como yo.

- Algún día encontrarás a esa persona que te hará sonreír por primera vez Ni-ki ...

- Déjate de cuentos Park - miró su reloj - Se hace tarde, debo irme, adiós - tomo sus pertenencias y se fue, introdujo sus llaves y dejo todo en su lugar, se quitó el traje dejando su cuerpo semidesnudo, solo cubriendo sus genitales con un bóxer, se acostó y comenzó a leer un poco.

Cuando sus ojos se estaban cerrando, colocó el libro a un lado y  apagó la luz.

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora