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Ahora el mayor ya contaba con 7 meses, y bueno, su vientre era relativamente grande.

El menor recién llegaba de trabajar, entró y se dirigió a la cocina, ni bien entró, vio al rubio comiendo algunas galletas con miel en ellas, algo que se le hizo un poco extraño, pues el mayor no comía dulces.

- Y ese milagro que comes dulce?

- Tuve un antojo desesperado y no tenía opción, sigue siendo asqueroso para mí, pero al menos le gusta al bebé - dijo mientras comía otra - Cómo te fue cachorrito?

- Muy bien - se agachó a la altura del abdomen del rubio y comenzó a acariciar su vientre - Se portó bien mi niño?

- No mucho, me estuvo pateando muy fuerte y me dio cerca de mi hígado, eso fue unos momentos antes de que entraras.

- Hijo, sabes que a papi no le gusta eso, solo trata de no patearlo tan fuerte, eso es todo - dio un beso en el abdomen y se paró quedando a la altura de los labios del mayor, observándolo por un tiempo - Hace un tiempo que no te beso - se acercó más posando sus manos en el pecho de este - Por qué no me dejas hacerlo otra vez? - lo miró hacia abajo y luego regresó su vista a sus labios sonriendo con tentación.

- Me exitas - el menor acercó un poco más sus labios, provocando que el líbido del rubio aumentara - Si sigues haciendo eso no podré controlarme - advirtió, pero el menor aún siguió tentándolo - Tú lo pediste - lo acercó y comenzó a besar sus labios, su lengua buscaba más contacto y chasquidos se escuchaban en la cocina, siguieron y de pronto ya se encontraba acorralado por el menor.

- Hace mucho que no hacíamos eso, pero tus labios saben a miel - el rubio se lo estaba comiendo con la mirada y el menor se acercó a su cuello, dando uno que otro beso en este, provocando uno que otro gemido, rodeó su cuello con sus brazos y comenzó a besarlo en todo su rostro - Ni-ki... Te amo demasiado, estoy muy enamorado de ti.

- el rubio comenzó a llorar - Por qué eres tan bueno conmigo?

- Bebé, no llores - con sus pulgares limpió sus lágrimas - Ven aquí hermoso - extendió sus brazos y el rubio fue hacia ellos - Son las hormonas verdad? - el rubio asintió aún llorando.

- Me das mimos por favor?

- Claro que si, vamos a la cama para que vayas a descansar - sonrió y fueron al cuarto, se acostaron y el menor comenzó a acariciar los cabellos del rubio - Amor, ahora que lo pienso, no hemos elegido un nombre para nuestro hijo, se te ocurre alguno?

- Podría ser Eung-Yeon.

- Suena muy bien, me gusta ese nombre.

- Entonces ese será - el menor sonrió y se fue hacia el vientre del mayor, alzó su camisa y comenzó a acariciar su vientre - No tienes miedo Ni-ki?

- Qué clase de miedo?

- Del parto y esas cosas.

- Te voy a ser honesto, realmente estoy aterrado, me da miedo que algo salga mal y tengas que llegar a elegir a quien salvar, pero si llega ese momento, elige al bebé.

- Ni-ki... que haría sin ti?

- Yo ya viví muchas de las cosas que quise hacer contigo, y tu me haz hecho muy feliz en estos años, ahora le toca a nuestro hijo ser feliz contigo.

- Oh Ni-ki, eres demasiado bueno con nosotros - dijo para después abrazarlo - Solo espero que eso no llegue a pasar.

- Te prometo que no ocurrirá - dio un beso en su frente y comenzó a sentir los movimientos del bebé - Oh, cielo, cálmate - habló a su vientre.

- Qué pasa?

- EungYeon está pateando muy fuerte y me está comenzando a doler.

- Yeonnie, no patees tan fuerte a papá, quieres que te de mimos a ti también? - volvió a recibir una patadita - Bueno, pero no lo lastimes a papá - sonrió y comenzó a esparcir besos por todo su abdomen - Algo que me gusta mucho de tu papi es que se ve bien con todo lo que hace - se acercó un poco más al abdomen del rubio y susurró - Tu papi es demasiado guapo, no lo crees? - recibió otro movimiento y sonrió.

- De qué tanto hablan ustedes dos? - frunció el ceño.

- Oh... Hablábamos de lo guapo que te vez cuando haces literalmente cualquier cosa.

- Ah, de verdad? Tan guapo soy?

- Si y mucho - se acercó al rubio y este lo rodeó por los hombros.

- No soy tan guapo como tú - ambos se observaron.

- Oye, claro que eres más guapo que yo, eres el hombre más guapo y sexy que he visto en toda mi vida - sonrió mientras lo observaba.

- Yo creo que ambos somos guapos - dio un beso corto en los labios del menor - Hay algo que estoy pensando en hacer en un futuro espero no muy lejano.

- Cómo que?

- Es algo que involucra muchas cosas, espero y algún día suceda cuando tenga que suceder - suspiro - Casarnos.

- el menor abrió grandes sus ojos - Ca- casarnos?!

- Está bien si no quieres, yo respeto tu decisión.

- No es eso, si no que... tenemos que esperar a que nazca el bebé y adaptarnos a nuestra nueva vida.

- En eso estoy de acuerdo, primero esperemos a que ya tenga al menos unos 2 años para hacerlo.

- Eso, esperemos un poco, se que no era la respuesta que esperabas, pero te prometo que pasará rápido - depositó un beso en sus labios.

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora