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 A la mañana siguiente el menor despertó y observó al rubio durmiendo plácidamente, sonrió al verlo y se paró con cuidado de no despertarlo, fue hacia la cocina a preparar el desayuno y comenzó a preparar algunos de los platillos favoritos del rubio, luego acomodó los platos y cubiertos para después irse hacia arriba a despertarlo, se sentó en un extremo de la cama y acaricio aquel rostro, acomodando sus suaves y rubios cabellos haciéndolo despertar.

- Cómo te sientes?

- Estoy bien - sonrió discretamente - Me hubiera podido gustar abrazarte, pero pues - señaló su brazo enyesado con la mirada.

- Se que es incómodo, pero no falta mucho para que te lo retiren.

- Espero recuperarme al 100 para que te pueda abrazar y besar a gusto.

- Aww, nunca vi tu lado tierno - el rubio se sonrojo un poco.

- Sólo lo muestro contigo, por que eres el único al que amo.

- el menor sonrió y un gruñido se escuchó en el cuarto - Tu pancita pide comida - acarició el abdomen del rubio y este soltó una risita - Vamos a comer - sonrió y ayudó al rubio a pararse, se fueron hacia la mesa para comer y se sentaron.

- Wow, esto se ve delicioso - dijo asombrado el más alto y comenzó a comer, era la segunda vez que Sunoo veía a Ni-ki tan feliz. El rubio estaba devorando la comida muy feliz, compartiendo casi la mayoría con el menor, pero terminó demasiado lleno - Creo que comí demás, estoy muy lleno, pero estuvo muy bueno, gracias cachorrito.

- Que bien tenerte de vuelta amor, estuve practicando algunas recetas y creo que mejoré mucho.

- Estoy muy orgulloso de ti cielo - el rubio se paró y se fue hacia el lugar del menor, lo atrajo hacia el y lo besó delicadamente - Había olvidado lo bien que se siente besarte.

- Extrañé mucho tus besos - luego de decir eso, siguió besándolo, fue tanta la desesperación que en un abrir y cerrar de ojos, se encontraban en el sofá uno arriba del otro sin siquiera separarse, luego se separaron por falta de aire y se miraron con gran concentración.

- Te amo demasiado Sunoo - acarició su mejilla.

- Yo también te amo Ni-ki... me hiciste mucha falta - dio un beso en su frente y se recostó en su pecho logrando escuchar los fuertes latidos del rubio y sintiendo como era rodeado por uno de sus brazos - Alguna vez pensaste en casarte?

- A veces, cuando era adolescente me imaginaba escenarios en los que estaba yo en el altar esperando a mi amado, e imaginarlo sonriendo mientras pasaba por un camino de flores, y luego en cómo sería el beso.

- Incluso eras muy romántico desde esa época.

- Se podría decir que si, siempre escribía cartas que nunca fueron enviadas, escribía poemas y dibujaba mucho, lo que más me gustaba era dibujar, siempre dibujaba a mi chico ideal. De hecho pensaba en que después de la boda, tendría a mi primer hijo.

- Hijo? - lo miró curioso.

- Si, siempre y cuando la otra persona aceptara.

- Y tu quisieras formar una familia conmigo?

- Si tu quieres si. Por que lo dices?

- Bueno, es que tengo miedo.

- De qué tienes miedo? 

- Qué harías si es que cuando llega ese momento nos dicen que no puedo gestar o algo así?

- Sin problemas me dejaría hacer ese procedimiento.

- Y por qué harías tal cosa?

- Bueno, si mi pareja anhelara mucho un bebé y no puede tenerlo en su cuerpo, yo sin problemas lo haría, con tal de hacerlo feliz a él y a mi - suspiro - Incluso si llegara a pasar eso, te aseguro que estaría más que dispuesto a dejar que ese bebé creciera en mí, con tal de que no sufras.

- Eres de los pocos hombres que siempre consultan todo con su pareja antes de hacer cualquier cosa.

- Esa es la regla que toda pareja debería de seguir, por que crees que las parejas de ahora terminan a los 5 minutos? Por falta de comunicación, si todas las parejas siguieran esa regla, muchas ya abrían progresado mucho.

- Entonces cuando sea el momento tendremos nuestra boda y nuestro primer hijo?

- Así es, cuando tu y yo decidamos que ya es tiempo, lo haremos.

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora