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Akiira
El final del pasillo se logra ver a lo lejos por las pequeñas antorchas que cuelgan de la pared.
- ¡Oigan! - avisó a mis compañeros y me detengo. Pego mi cuerpo a la pared y los demás hacen lo mismo.
- Esperen mi señal - dice el Capitan Yamato mientras le indica a Sai que lo acompañe. Mis ojos siguen sus pasos y vemos como revisan los pasillos para asegurarse que no hay nadie.
Naruto asiente al ver al capitán hacer una seña con su mano y nos acercamos a ellos.
- Con todo respeto capitán - digo una vez que todos estamos reunidos y logró ganar su atención. - Esto no esta funcionando, para cuando revisemos cada habitación de este lugar, Sasuke se habrá ido.
El asiente en cuanto terminó de hablar y coloca ambas manos en su cintura - Bien, tenemos que dividirnos, haremos dos equipos. Sakura y yo en uno, ustedes tres en otro.
Sakura me mira y sonríe dándome ánimos.
- Si algo sucede concentren su chakra, yo acudiré a la brevedad. - El Capitán nos observa a todos y nosotros sólo escuchamos con atención cada palabra que sale de sus labios. - ¡Corran¡
En cuanto Yamato da la orden comienzo a correr a la par de Sai. Naruto va frente a nosotros sin decir nada y eso me preocupa más. ¿Y si nada sale como lo planeamos?
¿Entonces que haremos?
- ¿Dónde estás Sasuke? - susurro para mi, acelerando mis pasos.
El recuerdo que tengo de Sasuke es el de un niño solitario, un niño pequeño que tenía miedo del mundo, pero que jamás lo demostraba. Por fuera él era frío y cruel.
Pero con nosotros... con nosotros fue diferente, nosotros conocimos una parte de de él que nadie más llegó a ver.
Sasuke estaba tan perdido y no nos dimos cuenta. Pedía ayuda a gritos y nadie lo vio.
Naruto se apresura a abrir la puerta de madera y se detiene frente a ella con la respiración agitada y Siento un hueco en mi pecho al ver que una vez más no hay nada en ese lugar.
Naruto da media vuelta y cierra la puerta sin detenerse en mirarnos. Sai y yo nos miramos mutuamente sin saber que decir o hacer.
- ¡Naruto! - aceleró mis pasos al ver como mi amigo cae al suelo. - ¿Estás bien? - digo mientras lo reviso.
Sai se detiene y nos mira desde arriba - Naruto, no deberías agotarte tanto. Recuerda que no somos los únicos buscándolo.
