Día 12: Supresor [Jeong In x Chang Bin] [1/2]

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Peligro: Alfa en celo

A pesar de lo mucho que lo molestan sus mayores, a Yang Jeong In le agradan bastante, y prefiere la compañía de ellos a tener que ir solo a resolver los trabajos y tareas que se le asignan, porque tiene el presentimiento de que las cosas pueden ir muy mal si no está acompañado.

En realidad, no está tan equivocado.

Lo comprueba cuando termina con brazos y piernas atadas, de forma muy literal, en una silla, bastante lejos de casa, sin conocimiento de dónde se encuentra, y casi, casi, siente que su vida está llegando a su fin cuando sus ojos se encuentran con unos que parecen pertenecer, verdaderamente, a un depredador.

Al menos, el sentimiento de que va a terminar muerto empieza a hacerse más pequeño mientras más nota y presta atención a su captor; el cuerpo que tiene, la manera en que se mueve y cómo sus ojos permanecen sobre él, provocando una reacción extraña en su cuerpo.

Por supuesto, lo que puede salir mal, va a salir mal, porque su cuerpo empieza a sentirse caliente, como si de repente lo hubiesen arrojado al desierto, y se da cuenta, la persona que parece tan aterradora, no es más que un omega.

Y, por lo visto, él es un alfa en celo al que no le han dado ningún supresor.

Pareja: Jeong In x Chang Bin

Conectado al One-Shot del Día 10: Parche y Día 11: Construcción de Nido

Mención de sangre y temas sensibles para algunas personas.

            En su piel, con un roce constante, podía sentir la frialdad que llevaba el aire que soplaba justo en la nuca, uno de los pocos puntos descubiertos que tenía, erizándole los pequeños vellos de todo su cuerpo en una piel de gallina que n...

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En su piel, con un roce constante, podía sentir la frialdad que llevaba el aire que soplaba justo en la nuca, uno de los pocos puntos descubiertos que tenía, erizándole los pequeños vellos de todo su cuerpo en una piel de gallina que no tenía interés en intentar evitar, porque su atención estaba puesta en dónde estaba pisando, más que en el frío viento que parecía querer intimidarlo.

Inhaló todo lo que sus pulmones le permitieron una vez siguió avanzando hacia lo que él decía, era una sacada de vida, tenía pocas dudas al respecto. En realidad, no es como que tuviera muchas opciones, si era sincero, y, como tal, solo le quedaba rogar que su muerte fuera algo rápido y no lento y tortuoso, como parecían preferir impartir algunos.

No era muy su estilo, probablemente nunca lo sería, simplemente no era un fanático de tal cosa. No es que tuviera un estomago débil y devolviera la comida al ver cosas que deberían mantenerse dentro del cuerpo fuera, en realidad, podía comer en casi cualquier situación sin mucho problema; era más una cuestión de que los gritos le daban migraña, incluso si eran los de él.

Es decir, no es como que fueran pequeños gritos; eran raspadas de garganta, amenazantes de dejar sin voz a la persona que los dejaba libre, esos que podías escuchar desde lejos, capaces de provocar escalofríos debido a lo aterradores que parecían ser, y, si era así a alguien que no estaba con ellos, para los que se mantenían cerca, era todo un espectáculo rompe oídos, además de las lamentaciones, maldiciones y negociaciones constantes que simplemente le hacían girar y alejarse de la tortura porque era simplemente una molestia.

Omegacember [OS] [Stray Kids]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora